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Descubren una séptima luna alrededor de Neptuno

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Cuando el Voyager II pasó volando por Neptuno en agosto de 1989, reveló un complejo sistema de 13 lunas, seis de las cuales nunca se habían visto antes.

Treinta años después, los científicos dicen que la sonda espacial pasó por alto una luna.

Usando datos del Telescopio Espacial Hubble, los astrónomos han descubierto una evasiva séptima luna de hielo alrededor de Neptuno, la cual había quedado fuera del campo de visión del Voyager. Su nuevo nombre es Hippocamp.

“El Voyager tuvo la mala suerte de no detectarla”, dijo Mark Showalter, astrónomo planetario del Instituto SETI y autor principal de un artículo que describe la luna, publicado en Nature. “La cámara del Voyager estuvo a punto de verla en repetidas ocasiones, pero siempre se le pasó, a veces por tan sólo 100 píxeles”.

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Después del sobrevuelo, el Voyager II tomó imágenes de todo el sistema Neptuno, pero Hippocamp era demasiado pequeña y débil para ser detectada en esas imágenes, dijo.

Neptuno es el octavo planeta del sistema solar y orbita al sol a la asombrosa distancia de 2.800 millones de millas. Está aproximadamente 30 veces más lejos del sol que la Tierra.

Una distancia tan grande que nuestros mejores telescopios espaciales luchan por distinguir sus satélites más pequeños. Hippocamp no aparece en las imágenes del sistema Neptuno del Hubble, incluso a una apertura y velocidad de cinco minutos.

“Sobreexponemos a Neptuno a un factor de 50, incluso de esta manera, Hippocamp está por debajo de nuestro umbral de detección”, dijo Showalter.

Para encontrar a Hippocamp, los científicos usaron un proceso complejo y que requiere mucho tiempo, apilaron ocho imágenes del Hubble, una encima de la otra, creando así una sola exposición de 40 minutos.

Originalmente habían creado este proceso para estudiar los débiles arcos o anillos incompletos, alrededor de Neptuno, pero luego se dieron cuenta de que también podía ser usado para detectar lunas pequeñas y ocultas.

“Volvimos a aplicar el análisis a toda la imagen y fue entonces cuando apareció Hippocamp”, dijo Showatler.

El equipo de investigación anunció por primera vez que probablemente había encontrado una luna nueva alrededor de Neptuno en 2013. Tres años después, al equipo se le concedió más tiempo en el Telescopio Espacial Hubble para determinar su órbita y tener una mejor idea de su tamaño.

“Cuando se hace un descubrimiento como éste, se anuncia lo antes posible para que la comunidad científica lo sepa, pero en realidad es el principio del proceso, no el final”, dijo Showalter.

Hasta ahora, los investigadores han determinado que si Hippocamp refleja el 9% de la luz solar que recibe, como las otras lunas internas de Neptuno, entonces, probablemente mediría unas 20 millas de diámetro. También han llegado a la conclusión que, basados en su órbita, antes había estado mucho más cerca de Proteus, la luna más grande de Neptuno, y la cual ha estado alejándose lentamente de su planeta anfitrión.

Esta información podría sonar irrelevante, pero para los científicos, esos dos datos sugieren la historia del origen de la pequeña luna.

Imagenes tomadas por el Voyager II revelaron un enorme cráter de impacto en Proteus que sugiere que la luna sufrió una poderosa colisión que casi la destrozó hace 4 mil millones de años. Ese impacto habría levantado una gran nube de escombros, algunos de los cuales se alejaron en espiral hacia el espacio, y otros podrían haber formado a Hippocamp, pero esto sólo es una teoría.

“Queda por determinar si Hippocamp se formó en el lugar a partir de material que no era originario de Proteus o si se creó del propio Proteus”, escribió Anne Verbiscer, astrónoma de la Universidad de Virginia, en un ensayo que acompaña al artículo.

Showalter es un experto en encontrar objetos pequeños y débiles que se encuentran a grandes distancias de la Tierra. A lo largo de su carrera ha descubierto seis lunas en el sistema solar, una en Saturno, dos en Urano, dos en Plutón y ahora Hippocamp.

Sin embargo, piensa que es improbable que emerja algún otro objeto oculto en Neptuno. La técnica que utilizó para encontrar a Hippocamp habría detectado la existencia de objetos hasta por la mitad de brillantez que tiene esta luna.

Pero si se pudiera enviar una nave espacial a Neptuno, quién sabe qué podríamos encontrar.

“No existen otros instrumentos aparte del Hubble que sean capaces de hacer este tipo de observaciones”, dijo. “Pero si pudiéramos conseguir una misión orbital a los planetas exteriores, todo lo que hemos hecho hasta ahora, podría mejorarse en unos cuantos días”.

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí

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