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El calentamiento global podría disminuir un 17% la cantidad de peces y otras especies marinas en 2100

El arenque se descarga de un barco pesquero en Maine. Un nuevo estudio proyecta que un mundo más cálido podría perder mil millones de toneladas de peces y otras formas de vida marina para finales de siglo.

El arenque se descarga de un barco pesquero en Maine. Un nuevo estudio proyecta que un mundo más cálido podría perder mil millones de toneladas de peces y otras formas de vida marina para finales de siglo.

(Robert F. Bukaty / Associated Press)
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Si el cambio climático continúa su curso actual, los océanos del mundo probablemente perderán alrededor de una sexta parte de sus peces y otras especies marinas a finales de siglo, esto según un nuevo estudio.

Cada grado Celsius (1.8 grados Fahrenheit) que incrementan los océanos del mundo, se proyecta que la masa total de fauna marina descienda en un 5%, según un estudio integral computarizado realizado por un equipo internacional de biólogos marinos. Y eso no incluye los efectos de la pesca.

Si las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero se mantienen al ritmo actual, eso significa una pérdida del 17% de biomasa, el peso total de toda la fauna marina, para el año 2100, según el estudio del martes publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. Pero si el mundo reduce la contaminación por carbono, las pérdidas pueden limitarse a un 5%, según el estudio.

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“Veremos una gran disminución en la biomasa de los océanos”, si el mundo no frena el cambio climático, dijo el coautor del estudio William Cheung, ecologista marino de la Universidad de Columbia Británica. “Ya se han observado cambios”.

Aunque el agua más caliente es el factor más importante, el cambio climático también produce océanos más ácidos y con menos oxígeno, lo que también daña la vida marina, dijo Cheung.

Gran parte del mundo depende de los océanos como alimento o medio de vida, dicen los científicos.

“Las ramificaciones potenciales de estas pérdidas previstas son enormes, no sólo para la biodiversidad oceánica, sino también porque la gente de todo el mundo depende de los recursos oceánicos”, dijo la profesora de biología de la Universidad de Victoria, Julia Baum, quien no participó en el estudio pero dice que tiene sentido. “El cambio climático tiene el potencial de causar nuevos y graves conflictos sobre el uso de los recursos oceánicos y la seguridad alimenticia mundial, especialmente a medida que la población humana sigue creciendo en este siglo”.

Los animales más grandes de los océanos van a ser los más afectados, dijo el coautor del estudio Derek Tittensor, ecologista marino del Centro Mundial de Monitoreo para la Conservación del Programa de las Naciones Unidas en Inglaterra.

“La buena noticia es que los principales componentes de la vida marina, el plancton y las bacterias, pueden disminuir menos, la mala noticia es que los animales marinos que utilizamos directamente, y de los que nos preocupamos más profundamente, son los que más se verán afectados a medida que el cambio climático vaya avanzando en la cadena alimenticia”, dijo el coautor Boris Worm, biólogo marino de la Universidad de Dalhousie en Canadá.

Las zonas tropicales, que ya son cálidas, también sufrirán las mayores pérdidas, dijo Cheung.

Los científicos ya habían pensado que el cambio climático probablemente reduciría la vida oceánica en el futuro, pero las simulaciones computarizadas anteriores examinaban sólo una parte de la imagen o utilizaban un sólo modelo. Este estudio usa seis modelos computarizados de última generación que ofrecen la mejor imagen global hasta ahora, dijo.

Es difícil separar los efectos del cambio climático del pasado de los de la pesca, pero estudios anteriores han mostrado lugares donde la pérdida de peces observada puede atribuirse al cambio climático causado por el hombre, agregó Cheung.

Tittensor señaló a las langostas de Maine y a las ballenas francas del Atlántico Norte como ejemplos de criaturas que ya están siendo perjudicadas por el calentamiento global que golpea el océano.

La bióloga marina de la Universidad de Georgia, Samantha Joye, que no participó en la investigación, elogió el estudio por ser meticuloso y dijo que también es “un llamado urgente a la acción”.

“Se necesitan océanos saludables para la estabilidad del planeta”, dijo Joye en un correo electrónico. “Una acción global agresiva para frenar el cambio climático es un imperativo moral”.

Borenstein escribe para Associated Press.

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí

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