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Qué hacer en caso de enojo con su compañía de tarjetas de crédito

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Estimada Liz: El verano pasado viajé a un país extranjero y la alerta por correo electrónico de que se debía un pago de mi tarjeta de crédito no me llegó. Al regresar a EE.UU. e intentar usar la tarjeta, un representante de la compañía me agredió verbalmente por teléfono y me exigió que pagara. Tengo 80 años y nunca he dejado de abonar ningún cargo de tarjeta de crédito al final del ciclo de facturación, ni he pagado un centavo en intereses. La compañía de la tarjeta reportó el pago faltante, lo cual redujo mi puntaje de crédito en 133 puntos.

¡Esa no es manera de dirigir un negocio! Corté ambas tarjetas y cerré todas las cuentas que tenía con esa compañía. No tuve ningún problema para obtener otra, de otro emisor. Pienso que una práctica adecuada, en mi caso, hubiera sido una señal en sus computadoras de que el pago omitido era algo inusual. Podrían haber hecho un contacto cortés, hubiera enviado el cheque por correo al día siguiente y la empresa todavía me contaría entre sus clientes.

Respuesta: la agresión verbal después de un lapsus por única vez sugiere que se trató de un representante poco capacitado o de una empresa a la que no le importa mucho el servicio al cliente. Desafortunadamente, su oportunidad de que quiten el pago no realizado de sus informes de crédito prácticamente desapareció cuando cerró sus cuentas. Algunos emisores de tarjetas realizan dichos ajustes de “buena voluntad” para mantener a los clientes antiguos, pero otros no lo hacen. Siempre vale la pena preguntar antes de marcharse con sus negocios a otra parte.

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Ahora que tiene su nueva tarjeta, considere configurar algún tipo de pago automático para que esto no vuelva a suceder. Las compañías de tarjetas de crédito generalmente ofrecen la opción de debitar un pago mínimo, su saldo completo o una cantidad determinada de dólares de su cuenta corriente. Asegurarse de pagar al menos el mínimo, lo que puede evitar daños adicionales en sus puntajes de crédito.

El regalo de la organización

Estimada Liz: recientemente le respondió a una viuda cuyos ingresos de pensión cesaron por la muerte de su esposo. A ella le informaron que la compañía no tenía constancia de que él hubiera elegido una opción de “responsabilidad conjunta y sobreviviente”, que hubiera continuado con la pensión de por vida. Esto constituye un fraude absoluto y un abuso a las personas mayores. Una aseguradora le dio la misma respuesta a mi madre cuando mi padre falleció, después de recaudar su pensión durante 25 años. Si alguien se inscribe en una pensión de “vida única”, que cesa al momento de la muerte, la empresa siempre tendrá un registro.

Cuando se selecciona la opción de cónyuge sobreviviente, su procedimiento operativo estándar es decir que no tienen registro. Se aprovechan de los ancianos con la esperanza de que el cónyuge sobreviviente tenga demencia o haya perdido su contrato. Antes de que mi padre falleciera, otros cónyuges sobrevivientes nos habían alertado a mis padres y a mí sobre esta práctica, por lo cual ellos guardaban todos sus documentos jubilatorios en un lugar seguro. Cuando le dije a la representante de la aseguradora que tenía el contrato frente a mí, su actitud cambió de combativa a servicial. “Le enviaré por correo el papeleo para que lo firme e incluya una copia del contrato cuando lo devuelva”, me dijo.

Respuesta: tener una copia del contrato parece ser clave para resolver tales conflictos. Esperemos que la persona que escribió esa carta aún cuente con este documento esencial, que podría probar su caso.

Muchas personas conservan demasiados documentos, la mayoría de ellos nunca serán necesarios o se pueden recuperar o recrear. Los papeles relacionados con las opciones de pensión están entre las excepciones. Sin embargo, para que sean útiles, los documentos importantes no solo deben conservarse sino también estar a mano. Un contrato enterrado en una pila de facturas de servicios públicos nunca se podrá encontrar. Tener un sistema de archivo organizado y mantenerlo puede ser un regalo para usted y para sus familiares.

Los desastres naturales de 2018, incluidos huracanes e incendios, nos recuerdan que no basta con tener versiones impresas del papeleo. Es una buena idea escanear documentos importantes y almacenar copias en otro lugar, o en un website seguro, o (preferiblemente) en ambos.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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