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El guardia de Lakers, Lonzo Ball, se tatúa por primera vez en apoyo a su hermano LiAngelo

Los Angeles Lakers' Lonzo Ball in action during the first half of an NBA basketball game against the Indiana Pacers, Monday, March 19, 2018, in Indianapolis.

Los Angeles Lakers’ Lonzo Ball in action during the first half of an NBA basketball game against the Indiana Pacers, Monday, March 19, 2018, in Indianapolis.

(Darron Cummings / AP)
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La mayoría de sus compañeros tiene por lo menos un tatuaje, su mejor amigo en el equipo, Kyle Kuzma, está cubierto en ellos y su entrenador Luke Walton tiene varios, pero Lonzo Ball empezó su carrera en la NBA sin ningún tipo de arte corporal.

Parcialmente porque nunca le interesaron y porque su padre, LaVar, no lo aprobó.

Eso cambió este invierno, mientras que Ball estuvo afuera con un esguince de rodilla, decidió hacerse un par de tatuajes en solidaridad de su hermano, LiAngelo.

“Mi hermano tiene un montón de ellos, entonces no quise ser el único en mi familia”, dijo Ball. “Mi papá se molestó mucho la primera vez. Usaba una pulsera pero se reventaban entonces pensé que me lo pondría permanentemente”.

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En letra cursiva en una muñeca, Ball se tatuó “motivado por Jesús, dedicado al juego”, junto a una imagen de una cruz. En la otra muñeca, la inscripción lee “nacido para nacer por él”, junto a su fecha de cumpleaños.

Los tatuajes de LiAngelo son más extensos. Lonzo dijo que su hermano los obtuvo antes de irse a Lituania, donde juega ahora. Lonzo dijo que los tatuajes de su hermano cubren su torso completo.

“Me gusta su pecho, no soy un aficionado de su estómago”, dijo Lonzo. “Su pecho es cool”.

LaVar, el patriarca de la familia, objetó el tatuaje de LiAngelo hasta que, según Lonzo, él lo calmó.

¿Cuál fue la reacción de LaVar acerca de la tinta en Lonzo?

“Lo superó”, dijo Lonzo, notando que los tatuajes de LiAngelo que el shock se bajara de intensidad.

Además dijo maliciosamente: “Estoy en mi propia casa ahora, pago mis propias facturas, entonces él no me puede realmente decir nada”.

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