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Informe destaca que EE.UU. está retrasado en la preparación de sus trabajadores para los empleos del futuro

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Estados Unidos va a la zaga de otros países en su preparación para un mundo cada vez más automatizado, y se ubica en el noveno puesto en un ranking de 25 economías avanzadas, según un nuevo informe del gigante tecnológico suizo ABB.

Corea del Sur, Singapur, Alemania y Canadá están mejor preparados para el aumento de las máquinas, en gran medida gracias a sus sistemas educativos y sus políticas laborales, concluyeron los autores del Automation Readiness Index.

Los investigadores clasificaron a las naciones en tres categorías principales: su entorno de innovación, que incluyó el dinero gastado en investigación y desarrollo; sus políticas escolares, desde los planes de estudios iniciales hasta los programas de aprendizaje permanente; y el desarrollo de la fuerza de trabajo pública, como las iniciativas lideradas por el gobierno para capacitar a los empleados.

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Ningún país está “genuinamente preparado” para el cambio tecnológico que se espera desplace a millones de trabajadores en todo el mundo en las próximas tres décadas, descubrieron los especialistas, pero los Estados Unidos están especialmente desprevenidos para los empleos del futuro.

Guido Jouret, director digital de ABB, señaló al sistema educativo de estadounidense, que lleva a los alumnos a cursar carreras de dos a cuatro años. Las universidades tienden a ser menos ágiles cuando se trata de mantenerse al día con los cambios tecnológicos, y las empresas buscarán trabajadores que puedan adaptarse a desarrollos de vanguardia.

Alemania, por el contrario, fomenta la capacitación técnica, que generalmente es más reactiva a las necesidades inmediatas de los empleadores. En ese país, el 60% de los adultos jóvenes se capacitan como aprendices en las áreas de manufactura, informática, banca, construcción y otros, en comparación con el 5% en los Estados Unidos.

“Nos falta este entrenamiento de capacitación vocacional”, afirmó Jouret, quien trabaja en San Francisco.

Susan Lund, economista laboral de la firma global de consultoría McKinsey, remarcó que los estudiantes de los EE.UU. tienden a sentir más presión para tomar la vía universitaria, incluso si ella está fuera de su presupuesto. “No todos necesitan un título universitario de [una carrera de] cuatro años”, expuso. “Podríamos hacer mucho para construir más carreras. Incluso podríamos acreditar habilidades para permitir a las personas obtener un trabajo básico, de nivel inicial”.

En China, mientras tanto, el gobierno está actualizando la educación pública para priorizar la creatividad, en lugar de realizar pruebas estandarizadas. Un experimento de política pública de 2015 en Shanghai les dio a los estudiantes otra oportunidad de tomar un examen de admisión a la universidad, con la intención de frenar el estrés y reducir el enfoque en la memorización.

“Están considerando flexibilizar la presión en los exámenes”, indicó Harry Patrinos, gerente de prácticas para educación de Asia del Este y el Pacífico en el Banco Mundial, según una cita en el informe de ABB.

Los economistas alegan que tales iniciativas están dirigidas a entrenar a niños y adultos jóvenes para valorar el pensamiento independiente sobre la repetición mecánica, un rasgo que los robots aún no pueden replicar.

“Tomemos el caso de la piloto de Southwest Airlines; hizo un trabajo fenomenal al aterrizar ese avión”, expuso Jouret, refiriéndose a Tammie Jo Shults, quien mantuvo la calma en medio de la presión generada durante una explosión de motor, que acaparó la atención internacional. “Necesitamos que las personas sean habilidosas para cosas como estas: hacer frente a lo inesperado”.

Los líderes de los EE.UU. se comprometieron a preparar a los trabajadores para la próxima revolución industrial, alabando los méritos de la formación, pero no han aumentado los fondos para ella.

Sin embargo, los economistas dicen que la nación se beneficiaría con soluciones más creativas para las demandas del empleo futuro: el aprendizaje continuo.

Un ejemplo proviene de Singapur, que ocupa el segundo lugar en el índice de preparación. En 2016, la nación asiática dio dinero a sus ciudadanos en “cuentas individuales de aprendizaje” que pueden aprovechar para cubrir costos de cursos de capacitación laboral en cualquier etapa de sus carreras.

Los legisladores alemanes propusieron un modelo similar llamado “seguro de empleo”, que ayudaría a los trabajadores a pagar para mejorar sus habilidades a lo largo de sus vidas.

Los Estados Unidos tienen un puntaje más alto en gastos de investigación y desarrollo, los dólares que financian los próximos avances. El país dedica 2.79% del producto interno bruto a esa iniciativa, solo detrás de Corea del Sur (4.23%), Japón (3.28%) y Alemania (2.88%).

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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