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Un niño permanece internado con soporte vital; la prohibición de viaje de Trump podría impedir que su madre se despida de él

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La madre de un niño de dos años de edad con soporte vital en un hospital de Oakland podría no recibir a tiempo una exención de la prohibición de viajar para despedirse de su hijo, indicó el Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas (CAIR, por sus siglas en inglés), el 17 de diciembre.

En una conferencia de prensa en Sacramento, miembros de CAIR, activistas comunitarios y líderes religiosos se mostraron junto al padre del pequeño y exigieron que la administración Trump acelere la solicitud de exención presentada por la mujer. La prohibición, señalaron, es “odiosa y discriminatoria”.

“Mi hijo, Abdullah, necesita a su madre”, aseguró Ali Hassan, de 22 años. “Mi esposa me llama todos los días, con ganas de besar y abrazar a nuestro hijo por última vez”.

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La voz de Hassan se quebró cuando se puso de pie ante el atril. Entre lágrimas, explicó que su pequeño acaba de celebrar su cumpleaños desde una cama en el UCSF Benioff Children’s Hospital.

Abdullah Hassan nació en Yemen y viajó a Estados Unidos con su padre hace unos meses para recibir tratamiento por una enfermedad cerebral degenerativa. Ambos son ciudadanos estadounidenses, destacó CAIR.

Pero la madre de Abdullah, ciudadana yemení que actualmente vive en Egipto, no ha podido obtener la visa para estar con su hijo. Shaima Swileh solicitó una exención y ha enviado múltiples solicitudes para agilizar el proceso, pero su pedido aún está pendiente, según CAIR.

Los médicos, indican que es posible que el cuerpo de Abdullah no resista el soporte vital de forma prolongada. “El tiempo se está acabando. Por favor, ayúdenos a reunir a nuestra familia de nuevo”, expresó Hassan, mientras su abogado lo rodeaba con un brazo.

La sede de CAIR en Sacramento Valley planea presentar una petición en nombre de Swileh para solicitar a los tribunales que obliguen al gobierno a acelerar su respuesta a la exención. “Este es un caso muy real, que auténticamente muestra los efectos de la separación familiar”, remarcó Saad Sweilem, abogado de derechos civiles de CAIR que representa a la familia. “Este es un ciudadano de Estados Unidos, que va a morir lejos de su madre”.

Un representante del Departamento de Estado afirmó que se hicieron “todos los esfuerzos para facilitar los viajes legítimos de visitantes internacionales”. “También estamos totalmente comprometidos a administrar la ley de inmigración de EE.UU. y a garantizar la integridad y seguridad de las fronteras de nuestro país”, aseveró el representante en un correo electrónico.

La administración se vio obligada a revisar la orden de prohibición de viaje original dos veces desde que ésta entró en vigor, en enero de 2017, para resolver problemas legales sobre el debido proceso, la implementación y el foco exclusivo en las naciones musulmanas.

En junio, el Tribunal Supremo confirmó la prohibición. La versión actual cubre cinco naciones de mayoría musulmana: Irán, Libia, Somalia, Siria y Yemen, además de Corea del Norte y algunos funcionarios gubernamentales de Venezuela.

Según el Departamento de Estado, las solicitudes de exención de visa se deciden caso por caso. Hay tres criterios descritos para una exención: que negar la entrada causaría adversidad al solicitante; que el ingreso no suponga una amenaza para la seguridad nacional o pública de EE.UU.; y que el ingreso sea de interés nacional.

Según Sweilem, la guerra en Yemen llevó a la familia a intentar mudarse a Estados Unidos. El conflicto desencadenó en ese país lo que las Naciones Unidas define como el peor desastre humanitario del mundo, con millones de personas al borde del hambre.

Debido a la guerra, no hay allí embajada de Estados Unidos, precisó Sweilem. Entonces, cuando Hassan y su esposa se dieron cuenta de que Abdullah necesitaba una mejor atención que la disponible en Yemen, viajaron a El Cairo, donde Hassan podía pedir una visa para Swileh. La solicitud fue denegada.

En octubre, solicitaron una exención. Hassan voló a California con su hijo mientras Swileh esperaba su respuesta. “Cuando Abdullah dejó los brazos de su madre hace unos meses, nunca pensó en despedirse definitivamente de ella”, relató el abogado. “Realmente están tratando de llorar juntos como familia. Si este caso no califica para una exención, entonces debemos preguntarnos qué caso sí lo haría”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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