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Aviones de la Fuerza Aérea de EE.UU. aterrizan en Colombia con suministros destinados a Venezuela

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| CÚCUTA, COLOMBIA

El gobierno de Trump aumentó la presión sobre el asediado presidente venezolano Nicolás Maduro, enviando aviones militares estadounidenses llenos de ayuda humanitaria a una ciudad en la frontera venezolana.

En Alemania, el vicepresidente Mike Pence instó a la Unión Europea a seguir el ejemplo de Estados Unidos al rechazar la legitimidad del gobierno de Maduro y reconocer al gobierno interino de Juan Guaidó, el legislador de la oposición que se declaró presidente interino en enero, con el respaldo de Estados Unidos.

En la reunión, con un avión de carga C-17 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en el aeropuerto, en un evento muy publicitado el sábado 16 de febrero, se reunió un comité de bienvenida de representantes de Estados Unidos y Colombia, un aliado cercano de Washington, así como funcionarios de la autoproclamada administración “interina” de Guaidó.

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“Esto demuestra que somos serios, esta ayuda debe llegar al pueblo de Venezuela, no importa lo que diga Maduro”, expresó José Manuel Olivares, un legislador venezolano aliado de Guaidó.

El estancamiento de la ayuda se ha convertido en una prueba importante tanto para el liderazgo de Guaidó como para la determinación de Maduro de resistir la creciente presión internacional de dejar entrar los alimentos y las medicinas.

Maduro, que acusa a Washington de montar un golpe de estado contra su gobierno, ha calificado la ayuda como una herramienta política y preludio de una “invasión” estadounidense, y ha prometido que nunca se le permitirá entrar a Venezuela, que ha estado sufriendo escasez crónica de alimentos y medicinas.

Pero Guaidó, el líder de la oposición, ha prometido que la ayuda entrará en Venezuela el 23 de febrero. Los líderes de la oposición han hablado de planes de “contingencia” no especificados para asegurar que la ayuda llegue al país.

El uso de aviones militares para entregar alimentos y medicinas es estándar y no implica ninguna posible intervención militar de Estados Unidos en Venezuela, según la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, que coordina el programa de ayuda.

Pero la óptica de un par de enormes aviones de carga aterrizando a pocos kilómetros de la frontera venezolana fue promocionada en un evento de prensa organizado por la embajada de Estados Unidos en Bogotá.

El gobierno de Trump ha dicho que busca una solución no violenta a la crisis venezolana, pero no ha descartado ninguna opción e insiste en que Maduro debe renunciar al poder.

En una entrevista publicada recientemente, Guaidó tampoco descartó la posibilidad de una intervención militar en Venezuela. Aunque también dijo que prefiere un resultado pacífico, Guaidó dijo a una publicación uruguaya que existe una justificación en la ley venezolana para una “fuerza internacional” para “restaurar el orden constitucional y proteger la[s] vida[s] de nuestros ciudadanos”.

Francisco Santos, el embajador colombiano en Washington que asistió al evento de prensa en el aeropuerto, fue bombardeado con preguntas sobre una posible intervención militar de Estados Unidos, posiblemente desde territorio colombiano. Negó que el asunto hubiera sido discutido oficialmente.

“No hemos hablado de intervención militar”, respondió Santos, quien agregó que los aviones militares de Estados Unidos “son la manera más fácil de traer la ayuda”.

Un envío anterior de ayuda con destino a Venezuela fue llevado en un avión comercial a Bogotá y enviado por camión a Cúcuta. El cargamento del sábado transportado por la Fuerza Aérea de Estados Unidos fue el segundo cargamento importante de ayuda de Estados Unidos con destino a Venezuela. Se han programado más vuelos de ayuda en los próximos días, dijeron funcionarios estadounidenses.

Mientras tanto, Pence en Alemania hizo un llamado a la Unión Europea para que reconozca al autodeclarado gobierno de Guaidó.

“Hemos visto lo que sucede cuando el mundo libre y las personas amantes de la libertad se unen en torno a una sola causa”, dijo Pence en la Conferencia Anual de Seguridad de Munich.

Mientras que muchas naciones europeas han reconocido a Guaidó como el líder interino de Venezuela, ni la Unión Europea en su conjunto ni las Naciones Unidas han dado ese paso.

A nivel mundial, Rusia, China y Cuba siguen siendo aliados del gobierno de Maduro. Funcionarios de México, Uruguay e Italia, entre otros países, dicen que se mantienen neutrales en la disputa y no han reconocido el gobierno de Guaidó.

La ayuda donada con destino a Venezuela llega a esta ciudad fronteriza desde hace semanas, solo para ser almacenada. Las autoridades venezolanas han puesto barricadas en un puente fronterizo donde se suponía que se embarcarían los alimentos y medicinas.

Las autoridades estadounidenses han estado instando a los militares y a la policía venezolana a que permitan la entrada de alimentos y medicinas a Venezuela. Pero los militares venezolanos no han dado señales públicas de romper con Maduro, a pesar de las ofertas de amnistía de Guaidó y de los líderes estadounidenses.

En comentarios en el aeropuerto de aquí, Mark Green, quien encabeza la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que proporcionó la ayuda, calificó a Maduro de “dictador” y culpó a su “mala gestión política y corrupción” por el colapso de la economía venezolana y su escasez de alimentos y medicinas.

Maduro culpa a Estados Unidos de las sanciones contra Venezuela —lo que él llama una “guerra económica” o “bloqueo” de Estados Unidos— por la escasez del país.

Maduro fue elegido en 2018 para un nuevo mandato de seis años, boicoteado por gran parte de la oposición.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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