Anuncio

Inauguran uno de los puentes más largos del mundo, entre Hong Kong y China, y el tema causa gran preocupación

Un pájaro vuela sobre el lado de Hong Kong del puente Hong Kong-Zhuhai-Macao, el viernes, cinco días antes de la ceremonia de apertura.

Un pájaro vuela sobre el lado de Hong Kong del puente Hong Kong-Zhuhai-Macao, el viernes, cinco días antes de la ceremonia de apertura.

(Anthony Wallace / AFP / Getty Images)
Share

Casi todos los días durante los últimos años, voluntarios de la Sociedad para la Conservación de los Delfines de Hong Kong rentaron un yate para buscar delfines blancos chinos en la desembocadura del río Pearl, donde éste se encuentra con el Mar de China Meridional. El delta fue alguna vez un santuario para esta especie en peligro de extinción, hasta que los constantes martilleos y soldaduras los ahuyentaron.

Donde antes, cargueros y remolcadores surcaban las plácidas aguas, donde esta franja más occidental del archipiélago de Hong Kong creció hasta convertirse en los últimos años en un amplio sitio de construcción en el mar. La isla más grande, Lantau, está ahora llena de grúas y plataformas para una serie de proyectos de infraestructura.

Esta semana, el más esperado de ellos, el Puente Hong Kong-Zhuhai-Macao, que será el cruce más largo del mundo, se abrirá al tránsito.

Anuncio

Con más de una década de fabricación, esta combinación de túnel submarino, puentes e islas artificiales abarca el delta del río Pearl y se extiende por más de 14 puentes similares al Golden Gate alineados de extremo a extremo.

Sin embargo, lo que debería ser una hazaña a celebrarse en esta metrópolis china, construida como una maravilla de la ingeniería, se ha vuelto un hecho polémico. Su finalización tan demorada generó costos significativos, y varios trabajadores murieron durante su construcción. El movimiento ambientalista de la ciudad condena la destrucción del hábitat marino y la contaminación que conllevará el aumento del tráfico, al tiempo que arroja dudas sobre los beneficios económicos proclamados por los funcionarios del gobierno.

Una preocupación aún mayor para algunos es que el puente marca el primer movimiento concreto de Beijing para sumir a Hong Kong en un plan de integración regional con China continental, llamado Área de la Gran Bahía, que abarca un grupo de ciudades con una población de más de 60 millones de personas.

Hong Kong es una antigua colonia británica de 7,4 millones de habitantes, devuelta al gobierno chino en 1997 bajo un marco conocido como “un país, dos sistemas”, por el cual mantiene un estado semiautónomo aparte del continente. Pero esa independencia se ha erosionado en los últimos años, y muchos de los habitantes de Hong Kong consideran que el vínculo marítimo es una correa más a la China continental.

Zhuhai y Macao son áreas contiguas en el continente al oeste de Hong Kong. Ambos son importantes atractivos turísticos, ahora que Macao rivaliza con Las Vegas como una meca del juego internacional.

El hecho de que los principales líderes de China, el presidente Xi Jinping y el primer ministro Li Keqiang, presidan el corte de cinta del puente, en Zhuhai este 23 de octubre, solo subraya la importancia política del proyecto.

El gobierno proyecta que alrededor de 29,000 automóviles atravesarán el enlace marítimo a diario para 2030, aunque ya está en marcha la construcción de otro puente que se extiende sobre el delta, a menos de 20 millas al norte en China continental.

Una sección del puente Hong Kong-Zhuhai-Macao se ve, el 7 de octubre, desde la isla de Lantau en Hong Kong.

Una sección del puente Hong Kong-Zhuhai-Macao se ve, el 7 de octubre, desde la isla de Lantau en Hong Kong.

(Anthony Wallace / AFP / Getty Images)

Los contribuyentes de Hong Kong pagaron el 60% de la factura total de $20 mil millones, incluidos más de $1,000 millones en excedentes. “No va a ser rentable”, afirmó Albert Lai, un ingeniero civil que aboga por el desarrollo sostenible.

Algunos expertos argumentan que ciertos beneficios podrían ser intangibles.

“Esto hace que Hong Kong sea mucho más accesible para las mercancías, los pasajeros y el comercio, por lo cual es un beneficio desde la perspectiva económica”, explicó John Ap, del Instituto de Estudios Turísticos de Macao. “El puente ayudará a mejorar el estatus de Hong Kong como el centro de la región”.

Las secciones de Macau y Zhuhai del enlace se completaron hace años. Con la sección de Hong Kong rezagada, trabajadores como Thapa Paul Denedick fueron presionados para darse prisa. “Nos dijeron que trabajáramos rápidamente”, relató Denedick, quien trabajó 12 horas al día, seis días a la semana. “Pensé que era difícil y aterrador, porque estaba en medio del mar”.

En marzo de 2017, Denedick, junto con otros dos empleados, se hundió en el océano cuando su plataforma de trabajo se derrumbó. “Pensé que moriría”, recordó Denedick, antes de finalmente desatar el arnés de seguridad enganchado a la plataforma. Sus colegas perecieron.

En total, se reportaron 20 decesos durante todo el proyecto, lo cual lo convirtió en la construcción más mortal en la historia de la ciudad.

Aún recuperándose de sus lesiones, Denedick se mudó recientemente a una ciudad de flamante desarrollo, en Lantau, con una vista clara del puente, que él trata de no mirar de cerca.

Además de la nueva ciudad, Lantau ya alberga el Aeropuerto Internacional de Hong Kong, con una tercera pista en construcción, un resort Disneyland y un parque marino.

Con el puente marítimo en línea, el gobierno anunció un ambicioso plan para recuperar 4,200 acres de tierra y construir más ciudades nuevas para 1.1 millones de habitantes. El plan avivó una protesta, en octubre, por parte de quienes ven el desarrollo como insostenible.

En Tai O, el último pueblo de pescadores que sobrevive en el extremo occidental de Lantau, el pescador retirado Wong Ho observó el enlace marítimo, que se ilumina al atardecer como una cinta serpentina de luces azules. “Más construcción podría ser perjudicial para el medio ambiente, pero hay poco de lo que pueda preocuparme”, afirmó Wong. “Por lo que puedo decir, el desarrollo sigue siendo el rey”.

Un delfín blanco chino nada en aguas de la costa de Hong Kong, en 2012.

Un delfín blanco chino nada en aguas de la costa de Hong Kong, en 2012.

(Laurent Fievet / AFP / Getty Images)

Además de los trabajadores que murieron, quizás los perdedores más tangibles del enorme desarrollo son los delfines blancos chinos. El censo de la Sociedad para la Conservación de los Delfines de Hong Kong muestra un fuerte descenso en su población durante los cinco años de construcción de puentes y túneles en la sección de Hong Kong, de 80 en 2012 a 47 en 2017. Hong Kong posee la mayor población en la costa china de tales delfines, llamados “pandas del mar”.

“El gobierno estableció las zonas de conservación solo después de que la construcción comenzó; es decir, demasiado tarde”, aseguró Heyman Mak, del grupo ecológico, al completar otra excursión con cero avistamientos. “Estos delfines salvajes ahora viven más como animales enjaulados”.

Si quiere leer este arículo en inglés, haga clic aquí.

Anuncio