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Trump dice que el FBI tiene ‘total libertad’ en la investigación de Kavanaugh, pero ha puesto límites estrictos al trabajo de los agentes

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El presidente Trump afirmó que el FBI tendría “total libertad” para investigar las denuncias de conducta sexual inapropiada contra Brett Kavanaugh, el candidato a la Corte Suprema, pero también puso límites estrictos al alcance que la agencia tiene para completar su trabajo.

“Creo que está yendo muy bien”, dijo Trump a periodistas mientras salía de la Casa Blanca para un mitin de campaña en Virginia Occidental. “El FBI, como saben, está hablando con todo el mundo”.

Trump, bajo la presión de los senadores indecisos cuyos votos determinarán el destino de Kavanaugh, ordenó el 28 de septiembre al FBI que actualice su verificación de antecedentes para investigar las acusaciones. Pero la Casa Blanca, en un comunicado, dijo que “esta actualización debe ser de alcance limitado y completada en menos de una semana”.

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El FBI comenzó de inmediato esa noche contactando a los abogados de al menos una de las tres acusadoras, Deborah Ramírez, para programar una entrevista. Días antes, el New Yorker publicó un relato de Ramírez en el que afirma que Kavanaugh, cuando eran estudiantes de primer año en la Universidad de Yale hace 35 años, se desnudó y puso los genitales en su cara sin su consentimiento durante una fiesta.

El FBI también está examinando la primera y más prominente acusación, realizada por la profesora de psicología de California, Christine Blasey Ford, la cual dice que la agredió en una reunión social cuando él tenía 17 años y ella 15.

Sin embargo, según informes de prensa del sábado 29, la Casa Blanca no permitirá que el FBI persiga la acusación de la tercera acusadora, Julie Swetnick, quien dijo que Kavanaugh estuvo presente en una fiesta donde fue violada en grupo cuando eran adolescentes.

El abogado de Swetnick, Michael Avenatti, se quejó en Twitter de que Trump estaba usurpando el papel del FBI y que él y Kavanaugh “tienen miedo de la verdad”.

Además, según se informa, la agencia no puede buscar registros de empleo de Mark Judge, el amigo de Kavanaugh, en un supermercado Safeway en los suburbios de Maryland a quien Ford acusa de haber visto y ayudar en la agresión.

El 27 de septiembre, Ford dijo al Comité Judicial del Senado que tales registros podrían proporcionar evidencia para corroborar su historia, ayudando a establecer la línea de tiempo.

Un portavoz de la Casa Blanca, Raj Shah, se negó a confirmar que el FBI estaba trabajando bajo tales restricciones, y dijo que el Senado estaba estableciendo los parámetros de la investigación.

Trump dijo a los periodistas que esperaba que el FBI investigara quién filtró la carta que Ford escribió en julio a la senadora Dianne Feinstein (D-Calif.) detallando la acusación. Él sugirió que pudo haber sido Feinstein, la líder demócrata en el Comité Judicial, que está considerando la nominación de Kavanaugh.

“¿Fue la senadora Feinstein?”, preguntó Trump. “Ciertamente, su lenguaje corporal no era exactamente muy bueno cuando le hicieron esa pregunta. Me gustaría saber como parte de la investigación quién filtró los papeles. ¿Qué demócrata filtró los papeles?”

Feinstein ha negado rotundamente haber filtrado la carta, diciendo que había estado cumpliendo con la solicitud de confidencialidad de Ford desde julio. Varios republicanos en el comité dicen que le creen.

La divulgación de la acusación a principios de septiembre llevó a Ford a hacer pública su historia, lo que provocó el retraso en el voto de confirmación de Kavanaugh y generó nuevas dudas sobre la probabilidad de que se uniera al tribunal más alto de la nación.

Kavanaugh, Trump y algunos republicanos del Senado han acusado a los demócratas de orquestar una campaña de desprestigio de último minuto, con las dos acusaciones posteriores como parte de esa estrategia.

Trump ha expresado su frustracion por lo que ha calificado una obstrucción de los demócratas. Pero el presidente fue forzado a permitir la investigación del FBI que los demócratas y algunos republicanos habían estado pidiendo cuando un republicano indeciso, el senador de Arizona Jeff Flake, sugirió que de lo contrario no votaría para confirmar a Kavanaugh.

Dos republicanos indecisos, la senadora Lisa Murkowski de Alaska y Susan Collins de Maine, apoyaron a Flake.

El presidente no tuvo más opción que revertir su oposición a una investigación del FBI dada la estrecha mayoría de 51 republicanos a 49 demócratas en el Senado. Se espera que casi todos los demócratas y los dos senadores independientes voten en contra de Kavanaugh, los republicanos deben mantener su lado unido.

A pesar de sus aparentes directrices para que el FBI limitara el alcance de la investigación, el presidente sugirió lo contrario en sus comentarios a los periodistas.

“Tienen rienda suelta; pueden hacer lo que tengan que hacer, lo que sea que hagan”, dijo. “Estarán haciendo cosas que nunca hemos pensado. Y con suerte, al final, todo estará bien”.

Trump se abstuvo de atacar a Flake, quien ha sido un crítico persistente del presidente, lo que contribuyó a la impopularidad de Flake entre los republicanos de Arizona y su decisión de no buscar la reelección.

“Bueno, creo que está bien”, dijo Trump sobre Flake. “En realidad, esto podría ser una bendición disfrazada, hacer que el FBI salga y haga una investigación exhaustiva, ya sea durante tres días o siete días. Creo que será menos de una semana”.

Trump afirmó que no necesitaba un plan de respaldo en caso de que fracase la nominación de Kavanaugh, insistiendo en que todo saldría bien.

Durante una manifestación en Virginia Occidental el sábado por la noche para apoyar al candidato republicano al senado, Patrick Morrisey, Trump describió a Kavanaugh como una víctima de la obstrucción democrática.

“Están decididos a recuperar el poder por cualquier medio necesario”, dijo Trump. “No les importa a quién lastiman, a quién tienen que atropellar para obtener poder y control”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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