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En Kentucky crece la división por el video viral de los chicos de Covington Catholic High

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Ubicado a cinco minutos a pie de Covington Catholic High School, Reality Tuesday Cafe ha desarrollado una estrecha relación a lo largo de los años con los estudiantes. Ha provisto de brownies para los espectáculos de porristas y albergado a grupos de estudio después de clase. Su menú ofrece una bebida de café llamada el Coronel, un guiño a la mascota de la preparatoria.

Entonces, cuando la escuela de varones quedó en el centro de una polémica, esta semana, debido al video viral de un grupo de estudiantes adolescentes blancos con gorros de “Make America Great Again” (Que Estados unidos sea genial otra vez) y un anciano indígena americano en el Lincoln Memorial, la cuestión captó las conversaciones de los clientes de la —mayormente apacible— cafetería, ubicada en las afueras de Cincinnati, en Kentucky.

Y al igual que en el resto del país —que ha debatido quién estaba equivocado y quién tenía razón acerca del clip que apuntó a las tensiones en la raza, la religión y la política— tampoco hay una opinión única.

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“Fracasamos como comunidad. Estamos fracasando como país”, afirmó Toby Myrick, de 53 años, quien miraba en su computadora portátil noticias sobre el incidente. Myrick responsabilizó a la cultura de la escuela y afirmó que el “sentido de derecho” de los chicos estaba en juego.

Chris Wilson, de 54 años, estaba sentada a pocos metros de distancia. Para ella, las cosas lucen diferente. “Es una mentalidad mafiosa”, dijo, y agregó que los niños de su comunidad estaban siendo “crucificados” en las redes sociales y las noticias antes de que se resolvieran los hechos.

Los puntos de vista representaron un rango de opiniones que se difundieron en todo el país y en el área. Covington, una comunidad de 40,000 habitantes, y Park Hills, una ciudad de poco menos de 3,000 personas, a pocas cuadras de donde se ubica la escuela, son en su mayoría sitios blancos en un condado de mayoría republicana. Sus líderes afirmaron que no estaban preparados para la atención nacional que captó el video en Twitter.

Después del fin de semana del feriado, las clases debían reiniciarse el martes 22 de enero, pero la diócesis católica que supervisa la escuela mencionó las amenazas y optó por mantenerla cerrada. Los patrulleros bloqueaban la entrada del campus mientras más oficiales recorrían las calles cercanas.

“Este es un asunto muy serio, que ya ha alterado permanentemente la vida de muchas personas”, afirmó la diócesis en un comunicado a través de su sitio web, al tiempo que prometió una investigación independiente. Las llamadas a la diócesis en busca de más comentarios no obtuvieron respuesta. La entidad cerró su oficina administrativa principal, donde representantes de la Sede del Movimiento Indígena Estadounidense de Indiana y Kentucky realizaron una pequeña protesta con tambores.

“Tu Dios no enseña el odio, ¿por qué lo hacen ustedes?”, decía un letrero. “¡Hacer que Estados Unidos sea grandioso otra vez significa respetar a aquellos a quienes le robamos [el territorio]!”, afirmaba otro.

En un momento, un automóvil que pasó por el lugar llevaba las palabras “Noticias falsas, enemigas de la gente” escritas en sus ventanas. Un hombre que caminaba cerca de la oficina diocesana fue franco en su evaluación: “Todo está en los medios de comunicación de izquierda”, aseguró, mientras fumaba su cigarrillo. Después sacudió la cabeza y se alejó.

El presidente Trump también se sumó al debate.

“Los estudiantes de Covington se han convertido en símbolos de las noticias falsas y de lo malvadas que estas puede ser. Han captado la atención del mundo y sé que lo usarán para el bien, tal vez incluso para unir a las personas. [La cuestión] Comenzó de forma desagradable, ¡pero puede terminar en un sueño!”, tuiteó el lunes 21 de enero por la noche.

El martes, la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, indicó que la Casa Blanca había invitado a los estudiantes, pero que la visita no se llevaría a cabo hasta que finalice el cierre parcial del gobierno federal.

El incidente tuvo lugar el viernes 18 por la tarde en Washington, a pocos pasos del Lincoln Memorial. Los estudiantes de la escuela católica fueron llevados en autobús a la ciudad para asistir a March for Life (Marcha por la Vida), una manifestación anual contra el aborto. Grupos indígenas también se habían convocado ese día en el lugar, para la Marcha de los Pueblos Indígenas. Ambos eventos estaban llegando a su fin.

Un breve clip publicado el viernes por la noche en Twitter mostró a un grupo de estudiantes riendo y haciendo gestos y sonidos burlones a un hombre nativo americano, luego identificado como un anciano de la tribu Omaha, Nathan Phillips, mientras tocaba un tambor y cantaba la canción del Movimiento Indio Americano.

La cuenta de Twitter en la que se publicó el clip, @2020fight, fue posteriormente suspendida por “información engañosa”.

En entrevistas, Phillips dijo que los estudiantes habían cantado “¡Construyan el muro!” hacia su grupo y que él intentó desactivar un enfrentamiento verbal entre los alumnos y los miembros de un grupo religioso principalmente afroamericano, conocido como los israelitas hebreos, que protestaban cerca. El hombre describió a los estudiantes como “enojados” con la otra facción, y cree que volcaron finalmente su ira hacia él.

Videos de mayor duración y desde diferentes ángulos, que se publicaron posteriormente —incluido uno que dura más de dos horas— agregan más detalles a la cuestión. Por ejemplo, muestran a los israelitas hebreos acosando a los estudiantes, incluso usando un insulto homofóbico y denostando las tradiciones espirituales de los nativos americanos. Phillips aparece con su tambor a mitad del contenido.

Casi todos los videos muestran a un alumno con una gorra de “Make America Great Again” cerca de Phillips, sonriéndole y mirándolo fijamente. Ese estudiante se identificó como Nick Sandmann. En una declaración que publicó, dijo que sus compañeros de clase hicieron “cantos animados” para contrarrestar a los israelitas hebreos. También afirmó que estaba confundido acerca de por qué Phillips estaba “invadiendo el espacio personal de los demás”.

“Creía que, al permanecer inmóvil y calmado, yo intentaba [resolver] la situación”, indicó Sandmann, y agregó que no “defendería este ataque mafioso de un personaje al nombre de mi familia”.

Sandmann tiene previsto aparecer en el programa “Today”, este miércoles 23. Según un anticipo de la entrevista, a Sandmann se le pregunta si siente la necesidad de disculparse o si tuvo la culpa en el encuentro. Él no responde directamente: “No le falté el respeto al señor Phillips”, afirma.

En un comunicado emitido el martes a través del Lakota People’s Law Project, Phillips expresó que quería reunirse con los alumnos y funcionarios de la iglesia para convertir la experiencia en un “momento de enseñanza”.

“Vamos a crear un espacio para enseñar la tolerancia”, dijo. “Tengo fe en que los seres humanos pueden usar una situación como esta para lograr la comprensión mutua”.

Antes de que se dieran a conocer más videos del encuentro, Covington Catholic High School afirmó durante el fin de semana que la situación mostró a sus estudiantes comportándose de una manera “opuesta a las enseñanzas de la iglesia”; la escuela sugirió que podrían ser expulsados.

Otra declaración, este martes, fue más neutral. “Rezamos para poder llegar a la verdad y para que esta desafortunada situación se resuelva de manera pacífica y amistosa; pedimos a otros que se unan a nosotros en esta oración”, señaló. “No daremos más declaraciones hasta que termine la investigación”.

Kaleem reportó desde Los Ángeles y Lee desde Park Hills, Kentucky.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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