Anuncio

Sobre la pérdida de confianza de las adolescentes

La pérdida de confianza no está basada en la razón: las niñas en middle school y high school, en términos generales, tienen un mejor desempeño que los niños.

La pérdida de confianza no está basada en la razón: las niñas en middle school y high school, en términos generales, tienen un mejor desempeño que los niños.

(SrdjanPav / Getty Images)
Share

Hace unos días le dije a mi hija de 13 años que tenía que hablar con ella de algo serio.

No soy mucho de tener ese tipo de pláticas “serias” entre padre e hija. Mi estilo es más tocar los temas importantes en el momento, como vayan saliendo, sin mucho drama.

Quería más que nada avisarle de algo que podría afectar su vida y desarrollo como mujer.

Comencé contándole una historia.

Hace unos años, en una reunión familiar, un tío machista y misógino que tengo por ahí (creo que todos tenemos uno) comentó que mi hija era muy inteligente. Lástima para mí, dijo, los niños son más inteligentes que las niñas.

“Tal vez tu hija sea más inteligente ahora, pero deja que crezca y vaya a high school, vas a ver que los niños son más inteligentes que las niñas”, me dijo.

Mi tío tiene fama de decir tonterías en las reuniones familiares, por lo que estoy acostumbrado a escuchar barbaridades. Me acordé mucho de su comentario hace unos días cuando leí un artículo en The Atlantic sobre cómo la pubertad tiende a robarles la confianza que tienen en sí mismas las muchachas de esa edad.

Anuncio

Es común que las niñas pequeñas pasen de ser las estrellas de su propio mundo, llenas de confianza en sí mismas, a niñas adolescentes tímidas y cautelosas que evitan riesgos. Les cuesta más trabajo hacer amigas, por ejemplo, o vestirse de una forma en que se sientan cómodas y se les dificulta más hablar enfrente de un grupo.

Según el estudio de YPulse, la confianza que se tienen las adolescentes de 14 años cae en un 30 por ciento en comparación con niñas de 8 años. Su percepción de que le caen bien a otras a personas cae casi en un 50 por ciento.

La pérdida de confianza no está basada en la razón: las niñas en middle school y high school, en términos generales, tienen un mejor desempeño que los niños, y sin embargo, los índices de confianza de los niños se mantienen altos conforme se convierten en adultos.

Entonces ¿por qué están perdiendo la confianza en sí mismas? Cabe recordar que la confianza determina en gran parte las acciones, los riesgos y las recompensas de una persona a lo largo de su vida, y esa confianza se forma en la adolescencia.

El estudio explora algunas posibles razones de este fenómeno, incluyendo los altos estándares que las niñas se ponen a sí mismas. Como padre de tres niñas, es triste ver cómo desde chicas descubren que el mundo trata diferente a los niños y a las niñas.

Ellas crecen en un mundo donde el lenguaje mismo que usamos para comunicarnos todos los días favorece a los hombres. El científico, el ingeniero, el astronauta, así como los líderes, los creadores, los pensadores e incluso el mismo Dios, es hombre por defecto.

Le dije a mi hija que cuando mi tío hizo ese comentario, él seguro se refería al privilegio de ser hombre en este mundo hecho para nosotros. Celebramos más la llegada al mundo de un niño que de una niña. Esperamos más de los niños que de las niñas. Invertimos más en ellos. Les pagamos más. Les perdonamos más. Y todos contribuimos de una cierta forma, consciente o inconsciente, a extender la noción falsa de que los hombres son más inteligentes que las mujeres, como en el caso de mi tío.

Somos todos iguales, le dije a mi hija.

Seguro va a llegar un momento en que dudes de ti misma durante estos próximos años, le dije, cuando pienses que nadie quiere ser tu amiga, que no eres digna de la ropa que te pones o que te da miedo hablar frente a un grupo.

No les hagas caso a esos pensamientos porque el problema no eres tú, mija, sino el mundo machista en donde todos hemos sido criados, y en donde todos somos complices, unos más que otros.

En este momento hay millones de mujeres en el país y en el mundo trabajando duro para romper esas cadenas de opresión milenarias, y a todos nos toca poner de nuestra parte, hombre o mujer.

Hiram Soto es columnista independiente.

Anuncio