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En medio de acusaciones por acoso sexual dos alos funcionarios del LAUSD renunciaron

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Dos administradores superiores han renunciado en medio de acusaciones de que toleraban un clima de acoso sexual en la división de compras del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD).

De acuerdo a The Times se trata de George Silva, oficial jefe de compras, y Quinton Dean, oficial jefe adjunto de compras. La renuncia de Dean tuvo efecto el 11 de enero pasado, la de Silva un día después.

El LAUSD no hizo ningún anuncio, pero fuentes de alto nivel dentro del distrito señalaron que a Silva y Dean se les dio la opción de renunciar o enfrentar una posible destitución. No se nombran las fuentes en este artículo porque no están autorizadas para discutir el asunto.

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Tanto Silva como Dean comenzaron sus carreras como empleados del distrito hace más de tres décadas. Ninguno respondió a las solicitudes de comentarios.

Silva tomó un tono positivo en un correo electrónico de despedida al personal. “En este momento, me complace informarles que me jubilaré del distrito después de 35 años de servicio, a partir del viernes 12 de enero de 2018”, escribió Silva. “Ha sido un honor para mí servir a los estudiantes, el personal y el liderazgo de mi amado distrito escolar a lo largo de los años. Deseo paz, salud y bendiciones para todos y cada uno de ustedes”.

The Times obtuvo los correos electrónicos que reconocían las repentinas deserciones de Silva y Dean, en respuesta a una solicitud de registros públicos. Los funcionarios del distrito no proporcionaron documentos relacionados con las acusaciones o una investigación interna. Varias fuentes confirmaron que hubo una investigación.

Los dos administradores se encuentran entre los últimos hombres en perder sus empleos debido a acusaciones pasadas o recientes de conducta inapropiada. El floreciente movimiento #MeToo inspiró a las mujeres a denunciar el acoso sexual. Sus relatos han presionado a instituciones, agencias gubernamentales y compañías para tomar medidas.

Los funcionarios del LAUSD no confirman la existencia de ninguna acusación, pero consideraron que la situación era lo suficientemente grave como para llamar al inspector general del distrito, según dijeron las fuentes a The Times.

Los conocedores que están familiarizados con las conclusiones destacaron que existen múltiples acusaciones de conducta o comentarios inapropiados, y que al menos una denuncia no es reciente. En general, los investigadores sugirieron que los dos supervisores crearon o toleraron un ambiente de trabajo en el que las mujeres a veces se sentían incómodas, o peor.

El distrito considera que dichas investigaciones son permanentemente confidenciales, a menos que la Junta de Educación vote para divulgar la información.

La junta escolar revisó los hallazgos el 12 de diciembre durante una parte de una reunión que se cerró al público. Más tarde ese día, en una sesión abierta, la junta votó para aprobar una resolución en la que se pide a los altos funcionarios que revisen las políticas de acoso sexual y regresen con recomendaciones.

La votación de la resolución, el mismo día en que los miembros de la junta revisaron la investigación de Silva/Dean, puede haber sido una coincidencia.

La resolución del acoso sexual fue presentada por el miembro de la junta Nick Melvoin. Durante la reunión, Melvoin indicó que se había preocupado cuando le informaron que no habían llegado acusaciones de acoso sexual a la unidad central que maneja esas denuncias desde julio. Las quejas manejadas en las escuelas no necesariamente se rastrean centralmente, señaló. Sin un mejor seguimiento, dijo, es difícil descubrir el alcance del problema. “En este momento crítico”, consideró después, “volver a considerar la política del distrito parece lo correcto”.

El miembro de la junta George McKenna ofreció otra explicación por la falta de acusaciones registradas: que el acoso sexual simplemente no es un problema importante en la cultura del distrito. Si bien la resolución de Melvoin se aprovecha de un tema candente, advirtió, puede contribuir poco porque los administradores ya deberían estar investigando los casos y tomando las medidas apropiadas. “Mucho depende de las personas”, dijo en una entrevista. “Hay procesos en marcha, pero ¿estos siempre se siguen?”.

Una cuestión que se está revisando es quién debe responder a las acusaciones. En una escuela, probablemente sea el director. En contraste, cuando las denuncias involucran a un estudiante, el distrito convoca a un equipo especialmente entrenado.

La miembro de la junta Kelly Gonez quiere asegurarse de que los empleados sepan que pueden contactar a la Sección de Igualdad de Oportunidades interna, que funciona bajo la oficina legal del distrito, para obtener ayuda. “He visto la necesidad de fortalecer nuestras políticas de modo que exista un proceso claro y consistente para informar y manejar estos casos”, destacó Gonez. “Y, en última instancia, si una mala conducta tiene lugar, debemos asegurarnos de que haya repercusiones significativas y oportunas”.

Silva y Dean comenzaron a trabajar para el LAUSD en 1981 y gradualmente subieron de rango. Silva, de 57 años, había dirigido la división de adquisiciones desde 2013. Parte de su función consistía en asegurarse de que los empleados del distrito y los contratistas externos entendieran las reglas de conducta empresarial ética del LAUSD. Dirigía presentaciones periódicas sobre el tema y tenía admiradores dentro y fuera del sistema escolar.

Traducción: Diana Cervantes

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí:

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