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En un acto rimbombante se inauguró consulado guatemalteco, pero dos meses después sigue en ‘proceso de apertura’

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La comunidad guatemalteca en Estados Unidos se encuentra impaciente por ver en acción al gobierno del recién juramentado presidente, Alejandro Giammattei, para que meta mano en los consulados y que redireccione el trabajo irregular que va en detrimento de los migrantes e implemente nuevos servicios.

Giammattei asumió el poder el 14 de enero pasado y tiene en sus espaldas las necesidades de los migrantes en suelo estadounidense, que vivieron en la administración del ex presidente Jimmy Morales algunas promesas cumplidas y una serie de secuelas que los han dejado en el limbo.

“El gobierno entrante va a tener mucho trabajo”, manifestó Rosa Posada, asesora de la Unión de Guatemaltecos Emigrantes (UGE), en Los Ángeles, al señalar que en algunos consulados el servicio deficiente golpea con más fuerza a los indocumentados. “Se están viendo muchas anomalías”, dijo.

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Como lo reportamos recientemente en Los Angeles Times en Español, la administración de Morales dejó un engorroso sistema de citas para pasaportes que en ciertas oficinas la espera es de hasta seis meses.

En las oficinas consulares de Lake Worth, San Francisco, Houston, Providence, Silver Spring y Nueva York la espera por una cita oscila en los 42 y 184 días

Dic. 18, 2019

A este problema, ahora se suma que hay tres consulados con instalaciones y personal asignado, pero todavía no operan por completo al público.

A mediados de 2019, se habilitaron espacios, se está pagando renta de local y salarios a funcionarios en las ciudades de Dallas (Texas) y Columbus (Ohio); sin embargo, hasta la fecha no están dando servicios.

En cambio, el consulado en Philadelphia (Pennsylvania) se inauguró el pasado 6 de diciembre. Fue precisamente Patricia de Morales, la anterior Primera Dama, la encargada de dar el banderillazo de salida en medio de la parafernalia que celebraba como otro logro la apertura de esta oficina consular.

Lo contradictorio de esta apertura es que tienen limitados servicios para los usuarios. La principal demanda de los consulados son los documentos de identificación, como pasaportes, DPI o matrícula consular, pero esos trámites no se están extendiendo todavía.

“De nada sirve tener otro consulado en nuestra área si no puede extender un documento de identificación que es tan necesitado por nosotros”, declaró Margarita Vásquez, residente en Maryland, en entrevista con el portal elpais502.com.

Philadelphia está ubicada a 135 millas de Silver Spring (Maryland), es decir aproximadamente a 2 horas y 30 minutos en vehículo.

“El consulado de Guatemala en Silver Spring tiene citas disponibles hasta mayo y no importaría viajar a Philadelphia para obtener mi pasaporte pero allí no me lo van a dar”, manifestó la guatemalteca.

Al frente de la oficina en Philadelphia se encuentra la cónsul Cristy Andrino Matta, quien en entrevista con Los Angeles Times en Español explicó que este consulado “está en proceso de apertura”.

De acuerdo a la funcionaria, están dando asesoría e información al público, ofrecen servicios de protección consular y registro civil, pero no tienen autorización para emisión de documentos y para no tener la oficina cerrada, como pasa en Columbus y Dallas, optaron por abrir con ciertas limitaciones.

“Oficialmente no estamos operando”, subrayó.

Andrino manifestó que ya tiene el personal asignado al consulado, tanto el que fue enviado por Cancillería como el que contrataron a nivel local. No obstante, argumentó que la emisión de pasaportes depende del Instituto Guatemalteco de Migración, entidad que autoriza ese trámite.

“Estamos a la espera del equipamiento”, apuntó la funcionaria consular.

Lo que está pasando con el servicio exterior guatemalteco poco sorprende a los inmigrantes y a los líderes comunitarios. Y por esa razón es que muchos esperan que el presidente Giammattei fiscalice estas entidades en suelo estadounidense.

En conferencia de prensa, el mandatario dijo, este lunes, que van a abrir un proceso civil a los responsables de enviar funcionarios a consulados y embajadas, justo en los últimos meses de la gestión de Morales y de la canciller Sandra Jovel. “Aquí la fiesta de la corrupción y el despilfarro se acabó”, aseveró Giammattei.

Poco antes de que Giammatteis asumiera como presidente, trascendió en suelo guatemalteco que la Cancillería había hecho varios nombramientos.

Entre ellos, el entonces vicecanciller Pablo García Sáenz fue enviado como embajador de Guatemala en Canadá; mientras que Jairo Estrada como embajador en Turquía y el diputado Luis Hernández Azmitia como consejero en la Organización de Estados Americanos (OEA), entre otros.

La semana pasada, el canciller Pedro Brolo confirmó en el Parlamento guatemalteco que más de una decena de funcionarios fueron destituidos, cuatro se encontraban en Estados Unidos y dos de ellos en el consulado de Los Ángeles, todos identificados como parte de esos nombrambientos de última hora.

“Lo urgente para mi es que terminen de limpiar y reparar todo el daño que hizo la administración anterior a cargo de Sandra Jovel, como son los nombramientos irregulares”, apuntó Giovanni Bautista, editor de la revista digital La Voz del Inmigrante, medio especializado en la comunidad chapina.

La depuración de esos nombramientos y la selección de nuevos funcionarios es sólo el punto de partida, agregó el comunicador guatemalteco.

De hecho, activistas plantean que deben impulsarse nuevamente los consulados móviles, agilizar el sistema de citas y que se implemente el pago en efectivo, para evitar que oficinas aledañas a los consulados se lucren de los usuarios que tienen que comprar “money orders”.

“Los guatemaltecos somos estafados por los mismos guatemaltecos que lucran con la necesidad del mismo hermano chapín. Afuera del Consulado hay gente vendiendo ‘money order’ a $5 cada uno. Que se pague en efectivo o tarjeta”, acotó Aroldo Ramírez, sub-director general de Misión Guatemala USA.

A juicio de Cristhians Castillo, analista del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos (IPNUSAC), el presidente Giammattei está enviando señales positivas en el manejo de la política exterior y para revertir el daño provocado por Morales deberá mejorar el servicio en los consulados.

Castillo plantea que la gestión diplomática del anterior gobierno “fue un completo desastre” porque priorizó imponer sus intereses para contar con aliados, en vez de enfocarse en servir a sus connacionales. Y ahora la nueva administración tiene la tarea de generar una nueva dinámica.

“No debe tolerarse un trato diferenciado entre ciudadanos guatemaltecos, aunque habiten en diferentes estados norteamericanos”, concluyó el experto.

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