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Cómo adaptar la educación especial a la realidad del aprendizaje a distancia

Maestra de Mississippi en una clase en línea
Erin Honeycutt, una directora de escuela en Meridian, Mississippi, organiza una clase en línea en marzo.
(Paula Merritt / Meridian Star via Associated Press)

Cuando la pandemia obligó a las escuelas a hacer la transición a la enseñanza a distancia en la primavera, algunas familias tuvieron más dificultades que otras. De repente se esperaba que las familias de los estudiantes en programas de educación especial se adaptaran a un entorno de aprendizaje en línea que a menudo era inaccesible para los niños con una variedad de necesidades físicas, emocionales o de desarrollo.

Ahora que inicia otro período de aprendizaje a distancia, pedimos a padres, educadores y proveedores de servicios recomendaciones y consejos sobre la educación especial. Esto es lo que dijeron.

Conozca sus derechos

Aunque puede parecer obvio, los padres deben saber que las escuelas deben proporcionar educación especial a sus estudiantes. Denise Stile Marshall, directora ejecutiva del consejo nacional Council of Parent Attorneys and Advocates (COPAA), que protege los derechos civiles de los estudiantes con discapacidades, dijo que recibió una avalancha de llamadas en marzo de padres, especialmente de California, que luchan por conseguir que sus distritos escolares se adapten a las necesidades de cada alumno.

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Algunos distritos escolares, dijo Marshall, suspendieron completamente los cursos de educación especial hasta que terminaron los cierres. Marshall comentó que eso es ilegal bajo la Ley para la Educación de Individuos con Discapacidades, la ley que hace que unos 7 millones de estudiantes en Estados Unidos sean elegibles para recibir educación especial. Todos los niños, independientemente de sus necesidades, tienen derecho a una “educación pública gratuita y apropiada”.

“La pandemia y los cierres que resultaron de ella no han eximido ningún requisito u obligación en virtud de la ley”, dijo Marshall. “Se supone que los distritos todavía deben proveer lo que los estudiantes necesitan”.

Si un distrito escolar no cumple con sus requisitos, indicó Marshall, los tutores deben escribir sus preocupaciones para crear un registro. Cualquier dato que las familias puedan recopilar sobre el estudiante, incluyendo video del niño, trabajo escolar u otra documentación, puede ser útil para seguir el progreso o la regresión del alumno. Luego, dijo, póngase en contacto con el distrito escolar y el coordinador del programa de educación individualizada del estudiante.

Ajuste las expectativas

No tenga miedo de cambiar las metas de aprendizaje de su hijo para el año.

“Cuando hablamos de las expectativas para el próximo año, necesitamos escuchar a los estudiantes y a las familias sobre lo que funciona”, dijo Beth Lasky, quien acaba de cumplir 40 años como profesora de educación especial en Cal State Northridge y que anteriormente enseñó en el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles durante 13 años.

Eso puede significar la reevaluación del programa de educación individualizado de un estudiante, o IEP, por sus siglas en inglés. Programe una reunión con el equipo de IEP del niño para evaluar las metas del año. Puede que no sean las mismas que el año pasado, y eso está bien, dijo Erica Howell, codirectora del Centro para el Autismo de Cal State Fullerton.

“Podríamos decir: ‘Esta meta fue excelente y realmente cumplió con una habilidad importante, pero no vamos a ser capaces de apuntar a esto en el entorno del hogar como podríamos hacerlo en el entorno escolar’”, dijo Howell. “Pero en cambio, podría ser ‘Oye, aquí hay otra habilidad y objetivo que podemos desarrollar mientras tenemos esta oportunidad ahora con este niño en casa’”.

El IEP puede requerir servicios más intensos para contrarrestar la brecha de logros causada por el cambio repentino del año pasado al aprendizaje virtual. Si algunos servicios en persona como la terapia física u ocupacional no están disponibles ahora, Marshall de COPAA recomienda establecer un acuerdo para cuando se puedan reanudar.

“Solo quiero advertir a los padres: todo el mundo está tentado a pensar... que algo debe ser diferente debido al COVID”, manifestó. “Quizá, si el equipo decide eso. Pero... realmente depende del equipo”.

Las metas pueden seguir siendo las mismas, pero la forma en que cada estudiante las alcanza parece diferente. Por ejemplo, tal vez un alumno responde a una pregunta con una respuesta escrita mientras que otro crea un video, hace un dibujo o responde verbalmente.

“Todavía se puede esperar que demuestren un estándar básico común, pero les damos opciones o elecciones de cómo van a demostrar esa comprensión o habilidad”, expuso Lasky.

Lasky también recomendó que se organizara una reunión informal con los maestros para que conozca a la familia, la vida que llevan en conjunto y el entorno de aprendizaje del estudiante. Abrir esa relación desde el inicio cosechará beneficios más adelante, comentó.

“Sabemos por la investigación que cuando los profesores se conectan con los alumnos y sus experiencias y su vida familiar, los niños tienden a recordar y aprenden más”, dijo Lasky.

Independientemente de cómo se desempeñe el niño, Howell recomienda responder a cualquier comportamiento positivo con elogios.

“Recibimos un salario por nuestros trabajos; eso nos obliga”, dijo Howell. “Tenemos en cuenta que no es fácil para nuestros niños, pero deseamos dar ese refuerzo para mantenerlos comprometidos”.

Su hijo necesita amigos

Ya sea durante el horario escolar o después de que suene la campana virtual, los niños necesitarán tiempo con sus amigos. Los padres y maestros recomiendan reservar intencionalmente un tiempo social.

Los niños pueden disfrutar especialmente conectando con otras personas similares a ellos. Durante los últimos seis años, Marsha Hansen, madre de cuatro hijos que vive en Tustin, ha enviado a su hijo de 16 años, que vive con una enfermedad cardíaca congénita, a Camp del Corazón en la Isla Catalina. Cada año, dijo Hansen, notó que su hijo regresaba con una confianza renovada y un sentido más fuerte de sí mismo después de pasar una semana con cerca de 500 otros niños.

Este año, el campamento se volvió virtual. Los asistentes al campamento interactuaron entre sí usando video chats y Padlet, un muro de redes sociales apto para niños donde la gente puede publicar fotos y notas adhesivas. La experiencia virtual puede ser diferente, pero no subestime la capacidad de sus hijos para divertirse, sugirió Hansen.

“Escuché risas... y gritos, exclamaciones y alegría que venían de su habitación”, relató. “La estaba pasando muy bien como un chico de 16 años en una llamada de Zoom con un montón de otros chicos de 16 años en un campamento virtual. Nunca lo hubiera imaginado”.

La madre Gretchen Miner dijo que a su hijo de 10 años le encantaba tanto hacer amigos en Camp del Corazón que Miner y algunos padres formaron un grupo en Facebook para que los niños pudieran estar conectados durante el año escolar con fiestas de baile virtuales los viernes por la noche, juegos de bingo en línea e incluso juegos de escondite por Zoom.

Podría ser necesaria una mayor participación de los padres

Para un niño que lucha con un problema de habla, por ejemplo, el patólogo del habla y el lenguaje, Jimmy Nguyen, es franco: la terapia desde el hogar será difícil y requerirá más participación de los padres. Es posible que los adultos en casa deban monitorear al estudiante para asegurarse de que esté conectado y prestando atención.

“Al principio, puede ser muy difícil, porque los padres no tienen ese conocimiento o esa educación en la que trabajamos. Somos capaces de diseccionar y evaluar estas pequeñas vías sobre cómo facilitarlas”, expuso Nguyen.

No obstante, dijo, hay esperanza: “Para los padres, es sólo ajustar un poco su rutina para [lograr] esas metas y hacerlas parte de su conjunto de habilidades”.

Por ejemplo, a menudo aconseja a las familias que un simple viaje al supermercado puede convertirse en una lección. Analizar una caja de cereal puede ayudar con las habilidades lingüísticas, mientras que sumar calorías en una barra de caramelo puede enseñar matemáticas simples. Practicar en familia juegos de mesa es otra forma de involucrar a un niño y mejorar una serie de habilidades: sociales, analíticas, de pensamiento crítico y a veces incluso matemáticas. Las lecciones interactivas, que recomendó encontrar en los sitios web Nearpod y N2Y, también pueden facilitar el aprendizaje.

Mantenga un horario, lo mejor que pueda

Todos los entrevistados para esta historia enfatizaron la importancia de hacer y mantener un horario.

“Los niños, especialmente los que tienen necesidades especiales, necesitan esa consistencia”, destacó la profesora de ciencias de la Escuela Preparatoria El Segundo, Tiffany Maisonet. “Saben que todos los días, pase lo que pase, a las 10:30 es cuando deben iniciar sesión”.

Mantener un horario no significa necesariamente seguir un típico día de escuela de seis u ocho horas.

“Esperar que los niños se sienten de 8 a 3 en línea todo el día no es realista”, comentó Lasky, la maestra de educación especial. “No es realista para las personas que no tienen discapacidades, y no es realista para los niños con discapacidades”.

Mezcle el horario tradicional añadiendo muchos descansos para pequeñas recompensas, como un refrigerio, unos minutos de televisión o un paseo al aire libre. Algunos educadores sugirieron crear una tabla de incentivos con diferentes premios, para que el niño pueda elegir cómo pasar el descanso. Pero, reconocieron que algunos niños no se sentirán motivados por los gráficos. Escuche a su hijo para saber cuál es la mejor manera de incentivarlo.

“Lo que no queremos es que los estudiantes se sienten todo el día frente a la computadora y que los padres marquen cada tarea hasta que esté terminada”, dijo Howell. “Deseamos que haya un equilibrio para mantener a los alumnos en el marco del aprendizaje”.

Theresa Quary, coordinadora del Centro de Recursos de Enfoque Familiar de la Universidad Estatal de California Northridge (CSUN, por sus siglas en inglés) y fundadora de un grupo de apoyo para familias negras y afroamericanas de niños con necesidades especiales, sugirió tomar notas sobre cuáles son las recompensas y los horarios que parecen funcionar para su hijo. También sugirió configurar un temporizador: cuando se apague, la hora de lectura habrá terminado y podrá comenzar el tiempo de juego.

Como cualquier persona con niños sabe, el horario cambiará. No se castigue y haga lo posible para volver al horario al siguiente día.

Usted y sus hijos pueden hacerlo

Las familias no son las únicas que están teniendo dificultades. Los maestros y educadores también están navegando por el entorno virtual, y todos están aprendiendo junto a los alumnos. Aquí están algunos de sus consejos.

Hansen, madre de cuatro hijos: “Dele crédito a los niños porque son muy listos. Esta es una generación súper inteligente. Tienen el mundo entero a su alcance. No se van a quedar atrás”.

Nguyen, patólogo del habla y del lenguaje: “Es bueno también recordar [que los niños]... no tienen esas habilidades sociales, ni la paciencia que nosotros tenemos, tampoco tienen las habilidades de pensamiento crítico que nosotros tenemos... Va a haber esa curva de aprendizaje”.

Quary, coordinadora del Centro de Recursos de Enfoque Familiar del CSUN: “Tenemos que abordarlo con un enfoque diferente y decir: ‘Familias, hagan lo que puedan. No va a ser lo mismo. Lo sabemos. Pero hagan lo que puedan hacer”.

Minerva, madre de cinco hijos: “A todos se nos pide que hagamos algo para lo que no estamos preparados, y nadie lo está. Todos vamos a tener que resolverlo sobre la marcha y valernos de lo que podamos y darnos el espacio para satisfacer las necesidades de todos tal y como son”.

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