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Latinos sufren golpe económico ante amenaza de violencia electoral en el centro de L.A.

Las joyerías de la calle Broadway, en el centro de L.A., amecieron cerradas el día de las elecciones presidenciales.
Las joyerías de la calle Broadway, en el centro de L.A., amecieron cerradas el día de las elecciones presidenciales y los cristales fueron cubiertos con piezas de madera.
(Soudi Jiménez/Los Angeles Times en Español)
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Las concurridas calles del centro de Los Ángeles amanecieron vacías este martes y en la zona de las joyerías, ubicadas sobre la calle Broadway, eran escasos los establecimientos que abrieron sus puertas, ante la amenaza de violencia en el marco de las elecciones a la presidencia de Estados Unidos.

“Está todo cerrado”, dijo un empleado latino de una joyería.

Los negocios que venden joyas, relojes y diamantes colocaron piezas de madera sobre los cristales desde el lunes, como una medida de prevención a posibles actos vandálicos. En estos locales, solo se observaban a los agentes de seguridad custodiando las entradas en una arteria poco transitada.

En medio de la zozobra, comerciantes latinos salieron a las calles a ofrecer sus productos en el sector informal, preocupados por el ambiente de tensión que se respira en la zona, vigilada desde diferentes puntos por agentes del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD).

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“No hay ventas”, dijo Lucía Pérez, apostada con una venta de frutas en la esquina de las calles Broadway y 7. “Me preocupa, porque hay muchos que no entienden y comienzan a matar”, agregó en referencia al homicidio del propietario de una joyería ocurrido esta mañana en esa zona por motivos desconocidos.

En una carretilla, Mateo Pérez Solís empujaba unas cajas con fresas, bananos y aguacate en unas solitarias calles de L.A.
(Soudi Jiménez/Los Angeles Times en Español)

En una carretilla, Mateo Pérez Solís empujaba unas cajas con fresas, bananos y aguacate. Desde hace nueve años, este comerciante recorre las calles del centro de la ciudad ganándose el sustento con la venta de estos productos.

“One dollar, one dollar”, decía al ofrecer sus mercancías.

Pérez Solís asegura que salió de su casa porque si no vende, no come. Pero tiene un desasiego ante lo que pueda pasar.

¿A dónde voy a ir a vender? Afecta mucho”, dijo en forma reflexiva ante posibles actos vandálicos en la zona.

“Ahí vamos, despacio”, dijo después de vender un dólar de fresas a un cliente en una silla de ruedas.

Entre las calles 4 y 7, sobre la calle Broadway, estaban estacionados un puñado de camiones de comida. En un día normal, según los comerciantes, las ventas eran elevadas.

En esta oportunidad, los locales estaban vacíos. Mientras envolvía unas salchichas con tocino, María, quien omitió su apellido, manifestó que han sufrido un golpe en el bolsillo.

“Si nos ha afectado, porque no hemos vendido”, dijo.

“Ya nos vamos a ir, porque nos dio mucho miedo. No hay gente, no hay negocio”, subrayó la comerciante que por lo general labora hasta las 5 pm. Sin embargo, esta tarde regresará a su casa antes de lo previsto.

En una venta de tortas y hotdogs, se encontraba Víctor esperando clientes. En un día normal, ese negocio cierra hasta las 7 pm, pero esta vez saldrán de la ciudad unas tres horas antes.

“Ha estado bajo, como han cerrado las joyerías, no viene gente”, indicó.

Los establecimientos en la calle Broadway están bajo llave en el centro de L.A.
(Soudi Jiménez/Los Angeles Times en Español)

Desde hace un año, María coloca una venta ambulante en la calle 7. A raíz de la pandemia, ahora ofrece mascarillas. Lo que le intranquiliza es lo que va a pasar después de que se cierren los centros de votación.

“¿Qué va a pasar ahora por la noche? ¿Qué va a pasar mañana?”, razonó la comerciante.

Lo que se dice es que las joyerías tampoco abrirán este miércoles, por lo que se anticipa otro día desierto en el centro de Los Ángeles.

“La gente está muy agresiva, es lo que él [presidente Trump] ha provocado”, agregó María.

“Es algo de impotencia que uno siente, no poder hacer nada”, concluyó la comerciante ante el temor de que no pueda regresar a vender al área si ocurren los presagios que hacen los propietarios de las joyerías, al cerrar sus establecimientos hasta que pase el evento electoral.

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