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La crisis de COVID-19 mejora en el norte de California, pero el condado de L.A. se prepara para más casos

A doctor leaves the room of a COVID-19 patient
El neumólogo Dr. Laren Tan deja la habitación de un paciente con COVID-19 en la UCI del Centro Médico de la Universidad de Loma Linda.
(Gina Ferazzi / Los Angeles Times)
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Mientras que partes del norte de California comenzaron a ver las primeras señales cautelosas de progreso, el martes, en la batalla contra el aumento repentino del coronavirus invernal, las comunidades en el altamente afectado sur de California se preparan para tratar más casos en hospitales, ya abrumados, a medida que la tasa de COVID-19 sigue subiendo.

El alza posterior a la Navidad sigue afectando a Los Ángeles y los condados circundantes. La propagación crece nuevamente a medida que las personas infectadas durante los eventos festivos dan positivo. Los funcionarios esperan que eso derive en más hospitalizaciones, pero cuántas serán sigue siendo una duda crítica, porque la infraestructura médica ya está en el punto de quiebre.

Cualquier nuevo aumento en las infecciones, advierten los funcionarios, desencadenará una ola de nuevos pacientes que requerirán atención profesional, algo que creará una tensión insostenible en los hospitales y las unidades de cuidados intensivos, ya sobrecargadas.

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El martes, un recuento de las jurisdicciones de salud locales registró 318 decesos reportados en el condado de Los Ángeles, que empató el récord de muertes registradas en un solo día, el viernes.

Los casos diarios de coronavirus también están aumentando. El martes, se informaron 14.134 nuevos episodios de coronavirus en el condado de Los Ángeles. Eso llevó el promedio del condado a más de 15.000 casos por día durante la semana pasada, uno de los peores promedios diarios registrados en el condado de Los Ángeles y una señal de advertencia de un alza futura de hospitalizaciones.

Las autoridades habían pronosticado que un promedio de 15.000 casos al día probablemente sería precursor de un incremento aún peor en las hospitalizaciones. Hasta ahora eso no se ha concretado, pero los funcionarios advierten que cambiará pronto.

Sin embargo, en el norte del estado, las noticias no son tan terribles.

El gobernador Gavin Newsom anunció el martes que el estado levantaría su orden de aislamiento en casa para el Gran Sacramento con vigencia inmediata, lo cual convierte a la región en la primera en salir de las restricciones a las empresas y actividades, impuestas para mitigar el aumento del coronavirus.

Los condados incluidos en la región (Alpine, Amador, Butte, Colusa, El Dorado, Nevada, Placer, Plumas, Sacramento, Sierra, Sutter, Yolo y Yuba) volverán a los niveles codificados por colores, marco que determina cuán ampliamente pueden retomar las actividades los sectores comerciales y espacios públicos.

“California sigue con su incremento más intenso hasta la fecha”, destacó Newsom en un breve mensaje de video, cuando anunció la medida. “Pero hay algunas buenas noticias para informar. Estamos empezando a ver cierta estabilización tanto en las UCI [como] en nuestra tasa de positividad. También vemos que la tasa de crecimiento de las hospitalizaciones comienza a disminuir”.

Hasta este martes, el Gran Sacramento tenía más del 9% de sus camas de UCI disponibles y se proyectaba que la tasa sería de al menos el 15% dentro de cuatro semanas, el criterio necesario para salir de la orden de aislamiento en casa. La medida permitirá a los condados la reapertura de salones de belleza y barberías en una capacidad limitada, y habilitará que otras empresas, incluidos restaurantes, reanuden algunas operaciones al aire libre.

San Francisco también tuvo datos alentadores. El Dr. Grant Colfax, director de salud pública de esa ciudad, destacó que si bien los casos de coronavirus aumentaron en un 70% después del Día de Acción de Gracias, solo crecieron en un 28% desde Navidad y Año Nuevo.

“La tasa de aumento no es tan severa como después del Día de Acción de Gracias”, remarcó la alcaldesa, London Breed, en una conferencia de prensa efectuada este martes. “Esta es una buena noticia”.

Pero en el Área de la Bahía siguen en vigor las reglas de quedarse en el hogar porque la capacidad disponible de camas en unidades de cuidados intensivos en toda la región sigue siendo crítica: menos del 5%.

Por ejemplo, en el condado de Santa Clara, las condiciones en los hospitales aún son difíciles. Las morgues de tres sanatorios están al máximo y en otros cuatro se encuentran casi colmadas, detalló el Dr. Ahmad Kamal, director de preparación sanitaria del condado.

De hecho, hay tantos pacientes con COVID-19 en los hospitales de Silicon Valley que, efectivamente, han expulsado de la UCI a los pacientes sin COVID, comentó Kamal. “Esto significa que, o se difiere su atención, o se les atiende con un nivel de atención inferior al que uno desearía idealmente”, expuso. Las consecuencias de aplazar una atención médica importante se harán evidentes en los meses y años venideros, “porque estas personas se van a enfermar más y sus necesidades aumentarán”.

Pero en el lado positivo, aunque las hospitalizaciones siguen empeorando, el incremento “no es tan rápido” como lo fue antes, agregó Kamal.

En todo el estado, los funcionarios adelantaron que hay alguna evidencia inicial de que el pico de Navidad no ha sido tan terrible como el de Acción de Gracias.

El número de pacientes con coronavirus hospitalizados en toda California se estabilizó en poco menos de 22.000, y las nuevas admisiones por COVID-19 también han disminuido, de aproximadamente 3.500 nuevos pacientes internados por día la semana pasada, a entre 2.500 y 2.600, según el Dr. Mark Ghaly, secretario de Salud y Servicios Humanos de California.

Si bien el número de casos puede estar sesgado por la cantidad de personas que se están evaluando y cuándo se informan esos resultados, el martes el funcionario destacó que “los números de los hospitales no mienten”.

“La gente acude a un sanatorio y recibe la atención cuando la necesita porque está muy enferma”, enfatizó durante una ronda informativa. “Entonces, notar una reducción en la tasa de hospitalizaciones en la última semana o 10 días, creo que es una señal muy alentadora. No obstante, no estamos fuera de peligro. Sabemos que todavía hay mucho COVID en nuestras comunidades y que la gente puede transmitirla fácilmente”.

Eso tampoco quiere decir que una disminución sea inminente, añadió Ghaly: “Nos estamos preparando y anticipamos que habrá un aumento en las hospitalizaciones a mediados de mes”. “Tenemos la esperanza de que no sea tan significativo como se había estado pensado y, ciertamente, hemos notado algunas reducciones en la transmisión, en parte debido a la orden regional de quedarse en casa”, destacó, refiriéndose a las restricciones adicionales sobre negocios y actividades impuestas en franjas específicas del estado cuando la capacidad disponible en sus UCI cae por debajo del 15%.

California publicó el martes recuentos altos de casos y muertes por coronavirus en una sola jornada, muy por encima del promedio diario. Una encuesta diaria realizada por The Times encontró 53.260 casos de coronavirus, el sexto recuento más alto en un solo día, y 678 decesos reportados el martes. El conteo fue el segundo más alto de cualquier día de la pandemia, eclipsado solo por el del viernes pasado, cuando se registraron 685 defunciones.

El martes marcó la primera vez que California superó el hito de registrar un promedio de más de 500 decesos por COVID-19 por día durante un período semanal. Un análisis de The Times descubrió que California ahora tiene una media de 520 defunciones diarias, aproximadamente el equivalente a la muerte de un californiano cada tres minutos.

En el sur de California, los funcionarios advierten que lo peor aún puede estar por venir. El sur del estado y el Valle de San Joaquín seguían al 0% de la capacidad disponible de camas de UCI hasta el martes.

Además del condado de Los Ángeles, el Inland Empire ha sido duramente golpeado por el aumento, y sus hospitales están repletos de pacientes. Incluso los condados costeros del noroeste (San Luis Obispo, Ventura y Santa Bárbara) tuvieron incrementos alarmantes de casos durante la última semana.

El condado de L.A. registró un total acumulado de 947.035 casos de coronavirus hasta el martes y 12.706 muertes acumuladas por COVID-19. Se trata de más del 40% de los 31.000 decesos acumulados en California, a pesar de que el condado de Los Ángeles representa aproximadamente una cuarta parte de la población estatal.

Más de 2.300 individuos en todo el condado perecieron por COVID-19 desde el día de Año Nuevo, y el condado de L.A. promedió cerca de 231 muertes por COVID-19 por jornada durante la última semana, una tasa más alta que en cualquier otro momento durante la pandemia.

Aunque el número de pacientes con COVID-19 hospitalizados en todo el condado se ha estabilizado apenas por debajo de los 8.000, el aumento sostenido obligó a algunos sanatorios a instalar camas en los pasillos e incluso en las tiendas de regalos, así como a mantener a algunos pacientes esperando dentro de ambulancias hasta 17 horas antes de abrir espacios en salas de emergencias.

Las morgues de los hospitales están tan abarrotadas en el condado de Los Ángeles que la Guardia Nacional ha estado ayudando a los trabajadores del condado a almacenar cadáveres en la oficina del forense, donde se cuadruplicaron los contenedores refrigerados, hasta que las funerarias y las morgues pueden acomodar el retraso. Algunos sanatorios debieron declarar desastres internos y cerrar temporalmente sus puertas a todas las ambulancias entrantes debido a problemas de personal o sistemas de suministro de oxígeno disfuncionales, algo esencial para los pacientes con COVID-19, que a menudo experimentan falta de aire.

L.A. advierte “señales de que este aumento mortal continuará, a pesar de que la cifra de pacientes hospitalizados en todo el condado se ha estabilizado por ahora”, expuso la Dra. Christina Ghaly, directora de Servicios de Salud del condado de L.A., el lunes. “Observaremos los datos con mucho cuidado durante los próximos días, ya que este es el momento en el que anticipamos comenzar a ver el incremento de pacientes después de las recientes vacaciones de Navidad y Año Nuevo”, afirmó.

Lin y Dolan informaron desde San Francisco, Money desde Long Beach. Los redactores de planta de The Times Sandhya Kambhampati, Swetha Kannan, Ryan Menezes y Andrea Roberson contribuyeron con este artículo.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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