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Newsom cancela las órdenes de permanecer en casa en todo el estado

A masked and shielded server at Palmilla Cocina y Tequila on Pier Plaza in Hermosa Beach.
Un mesero con mascarilla y protegido sirve una mesa en Palmilla Cocina y Tequila en Pier Plaza en Hermosa Beach.
(Jay L. Clendenin/Los Angeles Times)
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Las autoridades de California levantaron el lunes las órdenes regionales de permanecer en el hogar que se implementaron para combatir el virus en todo el estado, un cambio que podría permitir a los restaurantes y negocios de muchos condados reabrir las comidas al aire libre y otros servicios.

Todos los condados volverán al sistema de colores que asigna los niveles de riesgo locales basándose en el número de casos y en los índices de resultados positivos de las pruebas de las infecciones por COVID-19, según fuentes informadas.

El cambio, que entra en vigor inmediatamente, podría reducir las restricciones en las regiones del sur de California, la zona de la bahía y el valle de San Joaquín, que todavía están bajo órdenes de permanencia en el hogar, a menos que los funcionarios locales adopten restricciones más estrictas. A lo largo de la pandemia, se ha permitido a las autoridades locales ir más allá de las normas del estado, aprobar sus propias órdenes de permanencia en el hogar o suspender actividades adicionales que consideren demasiado arriesgadas para sus zonas.

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“California está empezando a salir lentamente de la oleada más peligrosa de esta pandemia, es la luz al final del túnel que hemos estado esperando”, dijo el secretario de Salud y Servicios Humanos de California, el Dr. Mark Ghaly. “Hace siete semanas, nuestros hospitales y trabajadores médicos de primera línea estaban al límite, pero los californianos escucharon el mensaje urgente de quedarse en casa cuanto fuera posible y nuestra oleada después de las vacaciones de diciembre no abrumó al sistema de salud en el grado que habíamos temido”.

La mayoría de los condados entrarán en el nivel de riesgo “generalizado”, que permite a las peluquerías ofrecer servicios limitados en interiores, pero restringe muchas otras operaciones comerciales no esenciales en interiores. Se espera que el cambio entre en vigor inmediatamente después del anuncio de Newsom hoy lunes.

No está nada claro si la decisión conducirá a la flexibilización de las normas de permanencia en el hogar en el condado de Los Ángeles, que se ha convertido en el epicentro nacional del coronavirus con los hospitales abrumados por los pacientes. En menos de un mes, más de 5.000 personas han muerto de COVID-19 solo en el condado.

Aún así, la prohibición de comer al aire libre ha sido muy controvertida, con algunos funcionarios electos y la industria de los restaurantes luchando en los tribunales para anularla. Los funcionarios de otros condados del sur de California han sido aún más críticos con las normas impuestas por el estado y han instado a Newsom a darles más control local.

El gobernador anunció las órdenes regionales de quedarse en casa el 3 de diciembre, en un esfuerzo por reducir la tensión en los hospitales a medida que el número de casos aumentaba. Aunque los datos del estado muestran que los sistemas hospitalarios del sur de California y del valle de San Joaquín siguen estando sometidos a gran presión, la administración de Newsom dijo el domingo a los funcionarios que los modelos proyectan que la capacidad de las UCI en esas zonas superará el 15% -un umbral para levantar los cierres regionales- en las próximas cuatro semanas.

A principios de este mes, Newsom levantó las restricciones para la región del Gran Sacramento.

Los funcionarios del estado nunca dieron a conocer todos los detalles de cómo se hicieron los cálculos de las cuatro semanas de disponibilidad de las UCI. Y aunque se permitió reabrir los servicios en la región de Sacramento el 13 de diciembre, los informes diarios de camas disponibles en cuidados intensivos nunca se acercaron al umbral del 15% considerado necesario para cancelar las restricciones. La capacidad de la UCI en la región del norte de California, que no está bajo la orden de quedarse en casa, ha seguido estando por encima de los puntos de referencia del cierre del estado.

El Área de la Bahía, que reportó una capacidad del 23.4%, se ha mantenido bajo la orden de quedarse en casa debido a una proyección de cuatro semanas de disminución de la disponibilidad de camas en el hospital. El sur de California no mostró capacidad en la disponibilidad de las UCI y la región del Valle de San Joaquín reportó 1.3%, según datos del estado hasta el sábado.

Después de una oleada invernal, los casos de coronavirus y las hospitalizaciones están empezando a disminuir en todo el estado.

Pero California continúa viendo muertes récord por COVID-19, un indicador rezagado de la oleada.

A pesar de estos acontecimientos positivos, las autoridades expresan una creciente preocupación por las nuevas y potencialmente más contagiosas variantes del coronavirus que se han detectado en California y otras regiones.

Se cree que una de las nuevas variantes son 50% más transmisible que la variedad convencional del coronavirus, que, si se generalizara, provocaría más infecciones, hospitalizaciones y muertes.

La situación en el condado de Los Ángeles sigue siendo crítica a pesar de las mejoras en los casos. Los hospitales están viendo reducciones en los pacientes con COVID, pero muchos siguen estando al máximo de su capacidad. Hace apenas dos semanas, las autoridades hablaron de ampliar la orden de permanencia en el hogar cerrando centros comerciales y gimnasios al aire libre. Pero no se tomó ninguna medida.

Los restaurantes han entablado demandas para bloquear la prohibición del condado de Los Ángeles de comer al aire libre, con la próxima audiencia fijada para febrero. Dijeron que las restricciones han devastado a los dueños de restaurantes y sus empleados, que ya estaban luchando en medio de la pandemia. Las cenas al aire libre habían ofrecido un salvavidas para algunos, y los restaurantes invirtieron miles de dólares para poder ofrecer ese servicio.

La semana pasada, un grupo de más de 50 bodegas y restaurantes de los condados de Napa y Sonoma demandaron para anular la prohibición estatal de comer en persona, diciendo que sus derechos constitucionales estaban siendo pisoteados al tiempo que sus negocios se estaban yendo a la ruina.

John Myers y Paloma Esquivel contribuyeron a este informe.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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