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Las nuevas variantes del coronavirus son una amenaza grave. Esto es lo que necesitas saber

Paramedics return from delivering a patient to St. Francis Medical Center in Lynwood on Jan. 21.
Los paramédicos regresan de dejar a un paciente en la sala de emergencias del Centro Médico St. Francis en Lynwood el 21 de enero.
(Genaro Molina / Los Angeles Times)
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Incluso mientras la crisis pandémica va disminuyendo en California, funcionarios federales y expertos advirtieron que los peligros del rápido crecimiento de nuevas cepas de coronavirus subrayan lo urgente de acelerar las vacunaciones.

San Diego y Florida son el hogar de dos puntos candentes de la misma nueva cepa del virus que ha devastado a Gran Bretaña, dijo el Dr. Scott Gottlieb, ex comisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU, en el programa “Face the Nation” de CBS News. California tiene más casos identificados de la cepa de Reino Unido - 72 - que cualquier otro estado, mientras que Florida tiene el segundo número más alto, con 50 casos; Nueva York viene en tercer lugar, con 22 casos.

El Dr. Anthony Fauci, asesor médico principal del presidente Biden, advirtió que los funcionarios federales “tienen todas las razones para creer” que la nueva cepa es más mortal que el virus original.

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Anteriormente, los científicos habían pensado que la variante británica -conocida como B.1.1.7- era meramente más transmisible, pero las últimas evidencias sugieren que aquellos que han contraído el virus también tienen más probabilidades de morir a causa de él, expuso Fauci en “Face the Nation”. La variante de Reino Unido ha sido identificada en más de 20 estados.

“Cuando los investigadores británicos observaron más de cerca la tasa de mortalidad de un cierto grupo de edad, encontraron un incremento significativo”, dijo Fauci. “Tenemos que asumir ahora que lo que ha estado circulando de forma dominante en Reino Unido tiene un cierto grado de aumento en lo que llamamos virulencia, es decir, el poder del virus para causar más daño, incluyendo la muerte”.

La preocupación por las nuevas variantes llega cuando el gobernador Gavin Newsom levantó las órdenes regionales de quedarse en casa en California, preparando el terreno para que los condados reabran los comedores al aire libre a menos que decidan mantener órdenes locales de salud más estrictas.

“Esperamos que podamos reabrir de forma segura esta semana”, dijo el Dr. Grant Colfax, director de salud pública de San Francisco, en declaraciones emitidas por KNTV-TV el domingo por la noche. “Necesitamos continuar usando las mascarillas y distanciarnos socialmente, además de tomar precauciones - ciertamente no estamos fuera de peligro todavía - pero las cosas se ven mucho mejor aquí de lo que se veían hace apenas unas semanas”.

El cambio se produce unas siete semanas después de que la orden de quedarse en casa comenzó a extenderse por gran parte de California. La política enfureció a algunos dueños de restaurantes, pero los funcionarios de salud le atribuyen el mérito de haber evitado una catástrofe aún mayor en los hospitales del estado, que han hecho que los trabajadores de la salud se vean obligados a agotar sus recursos amenazando con el racionamiento de la atención a los pacientes.

Los científicos han atribuido en gran medida a las agresivas órdenes de quedarse en casa de California el haber salvado vidas. California tiene la 38ª peor tasa de mortalidad acumulada de COVID-19 entre los 50 estados, el Distrito de Columbia y Puerto Rico, con 94 muertes por cada 100.000 residentes.

Arizona ha hecho mucho menos para ordenar el cierre de negocios y ha rechazado las medidas de utilizar cubrebocas en todo el estado ypermite que los restaurantes y bares permanezcan abiertos. El resultado es una tasa de mortalidad acumulada bastante peor: la décima peor de la nación y casi el doble de la de California, con 175 muertes por cada 100.000 residentes.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos han advertido que la variante británica podría ser la cepa dominante en EE.UU para marzo. Gottlieb expresó especial preocupación por la aparición en San Diego y Florida, donde, según dijo, podría estar ya compuesta por el 1% o el 2% de las nuevas infecciones.

Si ese es el caso, “se enfrentan al riesgo de brotes con estas nuevas variantes porque ha alcanzado un umbral en el que puede crecer lo suficientemente rápido como para que nuestras vacunas y nuestro clima cálido no sean suficientes para mantenerlas a raya”, dijo Gottlieb. “Ciertamente podríamos enfrentarnos a epidemias regionalizadas debido a estas nuevas variantes”.

Una preocupación constante es si las vacunas actuales serán efectivas contra las variantes. Hay algunas sugerencias de que las dos vacunas distribuidas en EE.UU, fabricadas por Pfizer y Moderna, parecen proteger contra la cepa de Reino Unido, aunque hay una “pequeña disminución” de su eficacia, expuso Fauci.

Pero la nueva variante más preocupante que se ha estudiado en todo el mundo es una cepa que ahora prevalece en Sudáfrica, conocida como B.1.351, dijo Fauci. La cepa sudafricana no ha sido identificada en EE.UU, pero es posible que esté aquí y no haya sido detectada.

Comparada con la cepa de Reino Unido, la variante sudafricana “parece que disminuye más la eficacia de la vacuna. Pero todavía estamos dentro del nivel de protección de las vacunas que son aptas contra estas variantes”, dijo Fauci.

Es posible que los científicos tengan que actualizar las vacunas si las circunstancias cambian, señaló Fauci.

“Lo que haremos y estamos haciendo ya es realizar preparativos para la posibilidad de que en el futuro tengamos que modificar y actualizar las vacunas”, explicó Fauci. “No necesitamos hacer eso ahora mismo. La mejor manera de prevenir la evolución de estos mutantes es vacunar a tantas personas como sea posible con las vacunas que tenemos actualmente disponibles”.

Gottlieb dijo que no es sorprendente que la variante de Reino Unido pueda ser más mortal.

“Nunca fue creíble pensar que la cepa pudiera ser más contagiosa pero que no fuera más patógena, que no hiciera que la gente se enfermara más”, manifestó Gottlieb. Si la cepa británica permite que el coronavirus se adhiera más fuertemente a las células humanas, se podrían encontrar fácilmente razones por las que esta variante “pudiera ser más infecciosa, más virulenta y potencialmente más peligrosa”.

Gottlieb dijo que sospechaba que la variante sudafricana, y una nueva cepa estrechamente relacionada identificada en Brasil, conocida como P.1, están probablemente ya en EE.UU, aunque no hayan sido detectadas todavía.

“Dado lo extendido que está en Brasil ahora mismo, y lo extendido que está en Sudáfrica, y dadas todas las conexiones que tenemos con esas naciones, debemos asumir que ya está en Estados Unidos”.

Una cuarta nueva cepa, que se cree que es de origen californiano, también ha despertado la preocupación de los científicos de la Universidad de California en San Francisco y del Centro Médico Cedars-Sinai en Los Ángeles. La nueva cepa, llamada B.1.426, pasó de ser virtualmente indetectable a representar repentinamente una cuarta parte de las muestras virales analizadas, y su súbito aumento y sus distintivas mutaciones la han convertido en la principal sospechosa en el grave incremento de casos en California a partir de las vacaciones.

Una de las mutaciones de la cepa de California, conocida como L452R, altera la capacidad del virus para infiltrarse en las células humanas y convertirlas en fábricas de reproducción del virus. Una pequeña mejora en esta capacidad ayudará a que el virus se propague más fácilmente, provocando infecciones, hospitalizaciones y muertes.

El Dr. Vivek Murthy, nominado por el presidente Biden para cirujano general, dijo en el programa “This Week” de ABC News que el aumento de las nuevas cepas es preocupante y significa que los americanos necesitarán “doblar las medidas de salud pública, como utilizar cubrebocas y evitar las reuniones en interiores”.

“Estamos en una carrera contra estas variantes. El virus va a cambiar, y depende de nosotros adaptarnos y asegurarnos de que nos mantengamos a la cabeza”, manifestó Murthy.

La última oleada de la pandemia ha sido, con mucho, la peor de California: Más de 11.000 muertes por COVID-19 se han reportado desde el día de Año Nuevo, un número asombroso que subraya la peor crisis de salud pública de los tiempos modernos.

Más de 5.000 decesos por COVID-19 se han reportado en el condado de Los Ángeles desde la víspera de Año Nuevo. El ritmo de las muertes ha sido tan enorme que las morgues de los hospitales se han desbordado y se ha llamado a la Guardia Nacional para que ayude a transportar los cadáveres a la oficina del forense del condado para su almacenamiento temporal. Además, los funcionarios de calidad del aire han suspendido los límites mensuales de las cremaciones.

Mientras tanto, se acumulan las evidencias de que California podría estar saliendo de lo peor de la pandemia.

El domingo, California registró un promedio de 27.000 nuevos casos de coronavirus diarios durante la semana pasada; eso es una mejora con respecto a los casi 45.000 casos al día registrados en el período de siete días que terminó el 10 de enero.

El condado de Los Ángeles informó un promedio de 8.300 nuevos casos diarios de coronavirus durante la última semana hasta el domingo, una reducción de los 15.100 casos al día registrados en el período de siete días que terminó el 13 de enero. (Es posible que se haya producido una reducción de los casos diarios de coronavirus como resultado de la disminución de la capacidad de pruebas, como la conversión del Estadio de los Dodgers de un lugar de pruebas a un lugar de vacunación).

La tasa a la que las pruebas de coronavirus están dando positivo también ha disminuido. En la primera semana de enero, el 14.3% de las pruebas de coronavirus en California dieron positivo, el más alto desde las primeras semanas de la pandemia, pero la semana pasada, la tasa de positividad fue del 8.1%.

En el condado de Los Ángeles, la tasa de positividad alcanzó el 22% durante la última semana de 2020; los datos más recientes muestran que ahora está en el 14%.

El número de pacientes con COVID-19 admitidos en los hospitales de California sigue siendo extraordinariamente alto, pero también está bajando.

En el peor momento de la ola de verano, las hospitalizaciones de COVID-19 alcanzaron las 7.170 en el estado, pero este mes fueron más de tres veces peores, con las hospitalizaciones subiendo a 21.936 el 6 de enero. Para el sábado, 17.810 estaban en el hospital; los funcionarios dicen que tomará uno o dos meses de disminución antes de que los hospitales puedan empezar a ver un alivio significativo.

En el condado de Los Ángeles, las hospitalizaciones alcanzaron un máximo de 8.098 el 5 de enero, más del triple del pico del verano. Para el sábado, el número había caído a 6.486, el más bajo en un mes.

El promedio de muertes diarias sigue siendo extraordinariamente alto, pero ha mejorado. Cerca de 500 californianos siguen muriendo al día por COVID-19 en promedio durante un período semanal, incluyendo unos 200 diarios en el condado de Los Ángeles.

En su punto más alto a principios de este mes, alrededor de 534 californianos murieron al día en promedio durante un período semanal, y alrededor de 241 residentes del condado de Los Ángeles fallecieron diariamente.

Los escritores del Times Taryn Luna, Jaweed Kaleem y Melissa Healy contribuyeron a este informe.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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