La tasa de casos de coronavirus de California es ahora la más baja de Estados Unidos continental

La tasa de casos de coronavirus de California es ahora la más baja de Estados Unidos continental, un logro que refleja meses de progreso duramente ganado contra la pandemia, después del devastador aumento repentino de otoño e invierno en el estado.

La última tasa de casos nuevos en siete días del estado, 40.3 por cada 100.000 personas, es dramáticamente más baja que el índice nacional de 135.3, y solo es superada por Hawái, con 39.1, durante ese mismo período de tiempo, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).

En el otro extremo del espectro se encuentra Michigan, que tiene la tasa de casos por siete días más alta de la nación, con 483 por cada 100.000 habitantes. Otros que encabezan esa angustiosa tabla de clasificación son Nueva Jersey, 269.7; Delaware, 264.1; Pensilvania, 248.5; y Minnesota, 238.4.

Entre los estados más grandes, las tasas comparables, durante el mismo período de tiempo, fueron 201.1 en Florida y 65.9 en Texas.

Si bien la esperanza a largo plazo continúa brotando a partir de la aplicación de las vacunas contra COVID-19, la pandemia aún presenta un peligro más inmediato, particularmente en áreas donde los casos están aumentando.

“Los casos y las hospitalizaciones están incrementando en algunas áreas del país, y los casos entre los jóvenes que aún no han sido vacunados también están aumentando”, señaló la directora de los CDC, la Dra. Rochelle Walensky, durante una sesión informativa a principios de esta semana. “Al igual que todos ustedes, quiero volver a hacer las cosas que amo con mi familia y amigos que no he podido realizar desde el año pasado. Todos tenemos un papel para reducir la tendencia de nuestros casos”.

California, sin embargo, ha evitado hasta ahora los aumentos observados en otros lugares.

La tasa de casos de la entidad ha estado entre las más bajas del país durante algún tiempo, y las cifras reflejan el progreso sostenido y significativo que ha logrado el estado, aspectos incluso más importantes mientras California se apresura a vacunar a la mayor cantidad de personas lo más rápido posible y evitar el tipo de incrementos que golpean otras áreas del país y del mundo, dicen los funcionarios.

“El trabajo que estamos haciendo juntos y el que todos ustedes realizan está teniendo un impacto, y todos tenemos muchas esperanzas de poder mantener esta tendencia”, señaló la directora de salud pública de Los Ángeles, Bárbara Ferrer, durante una sesión informativa el miércoles.

En el transcurso de la última semana, California informó un promedio de 2.320 casos nuevos diarios, una disminución del 13% con respecto a hace quince días, según datos compilados por el Times.

El invierno pasado, el promedio del estado alcanzó su punto máximo con más de 40.000 casos nuevos por día.

Las otras métricas de la entidad también han seguido una tendencia en una dirección alentadora.

El martes, 1.774 californianos contagiados con coronavirus fueron hospitalizados en todo el estado, con 437 en cuidados intensivos. Aunque esos números se han movido ligeramente diariamente, se mantienen entre los más bajos que ha visto el estado desde la primavera pasada.

Y durante la última semana, la entidad registró un promedio de 81 muertes por COVID-19 al día, un número aún aleccionador que, sin embargo, se ha desplomado constantemente desde el punto más alto del aumento, cuando la cifra media de decesos diarios estaba cerca de 600. Según los datos del Times.

El progreso de California se refleja en sus reaperturas, ya que muchas partes del estado han podido cancelar recientemente las restricciones relacionadas con el coronavirus.

Esta misma semana, los condados de Fresno, Santa Bárbara, Kings, Calaveras y Mono pasaron al nivel anaranjado, la segunda fase más permisiva, según la ruta de reapertura codificada por colores del estado.

Eso permitirá que una gran cantidad de empresas en esas áreas reanuden más ampliamente las actividades en interiores, a mayores capacidades.

Ahora, 38 de los 58 condados de California han alcanzado el nivel anaranjado y tres han entrado en el nivel amarillo final, el más tolerante. Ninguno permanece en el nivel púrpura, el más estricto.

El 9 de marzo, 34 condados todavía estaban en el nivel púrpura y solo cuatro habían llegado al anaranjado o al amarillo.

Pero los funcionarios enfatizan que el progreso no es permanente y que es responsabilidad colectiva, tanto de los residentes, como de las empresas, asegurarse de que permitir una actividad adicional no provoque ningún aumento en la transmisión del coronavirus.

“Cada miembro de nuestra comunidad juega un papel importante para ayudarnos a continuar disfrutando de los beneficios de flexibilizar las restricciones”, señaló en un comunicado el Dr. Henning Ansorg, oficial de salud de Santa Bárbara. “Debemos seguir siendo conscientes de las prácticas de seguridad, como el uso de cubrebocas, el distanciamiento físico, el lavado de manos y la vacunación lo antes posible”.

Este último punto es particularmente importante, tanto para mitigar cualquier posible nueva ola de COVID-19 a corto plazo, como para eventualmente poner fin a la pandemia de una vez por todas.

“Toda la información de la que disponemos actualmente indica que nuestros antígenos parecen ser muy eficaces para prevenir la transmisión, las hospitalizaciones y las muertes, incluso con la mayor presencia de variantes”, indicó Ferrer.

Los proveedores de todo el estado han administrado 27 millones de dosis de vacunas hasta la fecha, y el 44% de los californianos ya han recibido al menos una inyección, según muestran las cifras de los CDC.

Más de una cuarta parte de la población del estado está completamente inoculada, lo que significa que han recibido las dos dosis requeridas de las vacunas de Pfizer-BioNTech o de Moderna, o que recibieron el antígeno de Johnson & Johnson de una sola inyección, antes de que se detuviera su aplicación mientras los funcionarios de salud federales estudian un posible vínculo con coágulos de sangre extremadamente raros.

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