Anuncio

Algunos temen que los CDC estén eliminando demasiado rápido los mandatos de uso de cubrebocas por COVID-19 para las personas vacunadas

Shoppers on escalators at South Coast Plaza wear masks.
Los clientes usan mascarilla dentro de South Coast Plaza en Costa Mesa el 13 de mayo.
(Gina Ferazzi / Los Angeles Times)
Share

Algunos expertos en salud se preguntan si los funcionarios federales actuaron demasiado rápido en cuanto a la relajación de las recomendaciones de uso de cubrebocas, lo que permitiría que las personas completamente vacunadas contra el COVID-19 dejen de utilizar esta protección en la mayoría de los entornos interiores y exteriores. Y están sugiriendo que los líderes locales y estatales actúen con un poco más de cautela al flexibilizar estas directrices.

El Dr. John Swartzberg, profesor clínico emérito de la división de enfermedades infecciosas de la Escuela de Salud Pública de UC Berkeley, explicó: “Hay evidencia científica para apoyar el cambio de nuestras reglas. Por otro lado, me sorprende que lo hayan hecho tan pronto. Me hubiera gustado tener otro mes donde se observara que los números seguían disminuyendo”.

Si California comienza a permitir que las personas completamente vacunadas no utilicen cubrebocas en las tiendas, ¿quién verificaría que los individuos sin la protección en verdad han sido inoculados? ¿Estarán realmente interesados los supermercados en revisar las tarjetas de vacunación en la entrada?

Anuncio

“No puedo concebir que los supermercados confirmen que has sido inoculado. Simplemente no sucederá”, señaló Swartzberg.

El sindicato United Food and Commercial Workers, que representa a 1.3 millones de trabajadores minoristas y de alimentos esenciales, también cuestionó la medida de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).

“Si bien todos compartimos el deseo de volver a la normalidad sin los cubrebocas, la guía de los CDC de hoy es confusa y no considera cómo afectará a los trabajadores esenciales que enfrentan una exposición frecuente a personas que no están vacunadas y se niegan a usar la protección”, señaló el presidente internacional del sindicato, Marc Perrone, en un comunicado. “Los trabajadores esenciales todavía se ven obligados a jugar a la policía del uso de mascarilla con los clientes. ¿Se supone que ahora se convertirán en la policía de la vacunación?”.

Los supermercados, sin embargo, podrían optar por simplemente mantener una política del uso de cubrebocas obligatorio para el servicio.

La Dra. Kirsten Bibbins-Domingo, directora del departamento de epidemiología y bioestadística de UC San Francisco, tuiteó que la ciencia utilizada en la recomendación de los CDC es sólida, “pero ¿quién es el más afectado en la implementación de tales políticas?”. Algunas de las personas con menos probabilidades de estar vacunadas en Estados Unidos, dijo, son individuos de la clase trabajadora que han estado demasiado ocupados trabajando o cuidando a su familia para recibir el antígeno. “¿Estamos fallando a los trabajadores esenciales una vez más?”, preguntó.

Algunos temen que la medida de los CDC sea contraproducente y termine normalizando la carencia de cubierta facial, sin necesidad de estar vacunado. Eso podría terminar perjudicando a cualquier persona con más probabilidades de permanecer sin ser inoculada, como los residentes de bajos ingresos, así como los estadounidenses negros y latinos, algunos de los cuales quieren vacunarse, pero no han podido hacerlo debido a diversos factores, como la sensación de que podrían faltar al trabajo por los efectos secundarios o la imposibilidad de obtener el antígeno en un lugar de confianza, razones mencionadas en una encuesta reciente de Kaiser Family Foundation.

Otros expertos pensaron que los CDC hicieron una buena decisión y creen que la nueva directriz empujará a las personas a vacunarse, siempre que puedan ver sus beneficios. “Sé que muchos en Twitter están diciendo que los no inoculados simplemente dirán que fueron ofendidos. Algunos lo harán, pero muchos no querrán, ahora verán la vacunación como algo con más valor y la buscarán”, tuiteó el Dr. Scott Gottlieb, ex comisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos.

Swartzberg ha criticado a los funcionarios estatales por reabrir la economía demasiado rápido dos veces el año pasado, acciones que fueron seguidas por aumentos repentinos en los contagios. La pregunta es si el fin del mandato del uso de cubrebocas hará que California “caiga por tercera vez”. Probablemente no suceda, pero no se puede descartar, subrayó.

Swartzberg señaló que prefiere una idea presentada por el gobernador Gavin Newsom a principios de esta semana, quien propuso dos maneras diferentes sobre cómo relajar los mandatos del uso de mascarilla en California. Su segunda idea, mencionada el miércoles, sugiere eliminar las directrices del uso de la protección al aire libre el próximo mes, pero quizá retener los mandatos en interiores por un poco más de tiempo.

“En lugar de dar pasos gigantes, como creo que los CDC dieron hoy, me parece que deberíamos dar pequeños pasos hacia el mismo objetivo”, indicó Swartzberg. “Al final llegaremos allí. Pero pienso que sería con mayor seguridad si somos más cautelosos”.

La Dra. Mónica Gandhi, especialista en enfermedades infecciosas de UC San Francisco, ha estado entre los expertos que han instado a los CDC a actuar más rápido para suprimir las pautas de los cubrebocas y se sorprendieron de lo rápido que actuaron los funcionarios federales el jueves. Dio la bienvenida a la noticia y dijo que la ciencia respalda las nuevas recomendaciones.

Explicó que terminar con los mandatos que obligaban a usar mascarilla a las personas completamente inoculadas proporcionará un incentivo para aquellos que pueden haber pospuesto la vacunación.

“La gente necesita incentivos ahora”, dijo Gandhi. “Creo que esto ayudará a las personas que están indecisas de ir a vacunarse”.

Un reto para los gobiernos locales es que los CDC parecían haber hecho su anuncio sin dar a conocer mucho de lo que se avecinaba, y el resultado es que los funcionarios estatales y locales se quedan con la difícil tarea de cómo abordar el problema de quién es responsable de identificar a las personas vacunadas y quién, como resultado, puede dejar de usar cubrebocas.

Los funcionarios de Los Ángeles fueron tomados por sorpresa por los detalles del anuncio de los CDC, y pasaron nueve horas antes de que la oficina del gobernador emitiera una declaración sobre las nuevas pautas, diciendo en un tweet, el jueves por la noche, que estaba revisando la guía y que continúa “alentando a todos los californianos elegibles para vacunarse, ya que esperamos reabrir por completo el 15 de junio”.

“Todavía tenemos millones de personas que no están inoculadas, que ni siquiera han recibido una dosis”, señaló el jueves la directora de salud pública de Los Ángeles, Bárbara Ferrer. “Las cifras pueden ser pequeñas, pero todos los días hay individuos que se infectan”.

Como resultado, sería prudente, señaló Ferrer, tomarse el tiempo a fin de garantizar que existan reglas para mantener a las personas lo más seguras posible. Las preguntas que los funcionarios deben responder incluyen lo que significarían estas nuevas medidas para los empleados que, por cualquier motivo, no pueden vacunarse. La solución, indicó Ferrer, no debería ser crear un mayor riesgo de propagación del virus entre individuos no inoculados en un momento en que Los Ángeles está tratando de mantener el número de casos en un nivel bajo y continuar reabriendo negocios y expandiendo la capacidad.

El objetivo es encontrar reglas “para que todos se sientan bastante cómodos de que no estamos teniendo muchas exposiciones que serían innecesarias”, explicó Ferrer. Añadió que, al menos en un futuro cercano, “puede que no sea posible dar fin a todas las restricciones en todas partes”.

En CNN, a la Dra. Leana Wen, ex comisionada de salud de Baltimore, le preocupaba que la medida de los CDC facilitara que las personas que nunca quisieron vacunarse o usar cubrebocas ahora ingresen a las tiendas sin usar la protección, lo que aumenta el riesgo para aquellos que no pueden ser inoculados, como niños demasiado pequeños para ser vacunados, o individuos inmunodeprimidos que no están completamente protegidos por el antígeno. “Ahora los estamos poniendo en riesgo, y creo que nos aleja aún más de alcanzar la inmunidad colectiva”, señaló Wen.

Estos son los conceptos básicos de la guía del uso de mascarilla de los CDC:

Cualquiera que esté completamente vacunado puede participar en actividades de interior y exterior, grandes o pequeñas, sin necesidad de utilizar cubrebocas ni distanciamiento físico.

A las personas no inoculadas o parcialmente vacunadas se les sigue pidiendo que usen la protección en prácticamente todos los entornos interiores y en la mayoría de los entornos al aire libre cuando interactúan con gente de fuera de su hogar que pueden no estar vacunadas. (Los miembros de un solo hogar de individuos no inoculados pueden estar sin cubrebocas en el interior si todos los demás están vacunados).

Aún se requiere el uso de la protección para todos los que viajan en transporte público, incluidos autobuses y trenes, así como para quienes se encuentren en aeropuertos y estaciones.

Las reglas también se aplican a hospitales, prisiones, instalaciones para personas sin hogar y otros entornos institucionales.

Las disposiciones locales y estatales pueden ser más estrictas y permanecerán vigentes.

Las personas no vacunadas aún deben utilizar mascarilla e inocularse de inmediato.

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí.

Anuncio