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Columna de Adictos y Adicciones: La experiencia en un grupo de doce pasos

Imagen de archivo
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(Picsfive / Getty Images)
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Querida lectora, estimado lector, si usted está viviendo la amarga experiencia de tener un ser querido en adicción, le recomiendo que lea atentamente los siguientes testimonios.

Las personas que nos hicieron el favor de compartir sus experiencias en un grupo de doce pasos nos abren las puertas a nuevas formas de vida, en su mayoría son esposas y madres de familia, que han aprendido que la adicción es una enfermedad, y que si el adicto no busca ayuda, no habrá poder humano que lo cambie; aunque siempre está Dios, quien ha rescatado a millones de personas, haciendo el milagro que parecía imposible.

Comparto con ustedes las palabras de estas valerosas mujeres.

“Bendito programa de doce pasos, que me ha enseñado que la adicción es una enfermedad, con ese entendimiento he podido aceptar que yo no puedo hacer nada por la adicción de mis hijos. Las decisiones son de ellos, con el programa he aprendido que nadie puede cambiar a nadie, solo se puede cambiar a uno mismo, es decir, puedo cambiar mis actitudes, puedo ocuparme de mí misma y dejar que Dios actúe sobre mí y el adicto”.

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“Los cambios que he hecho, me han ayudado a entablar una mejor comunicación con mis hijos, ahora puedo decirles que los amo con toda mi alma, pero odio su enfermedad, ahora dejo que vivan sus consecuencias y tomen sus decisiones, sin intervenir y auspiciar su adicción”.

Ana

“En mi caso, estoy aprendiendo a desprenderme con amor, ¿Cómo se hace eso? Es muy fácil, solo hay que soltar las riendas y entregárselas a Dios; aunque dejar de controlar al adicto, a mí me resulta muy difícil, sin embargo, poco a poco he aprendido a confiar en Dios, voy soltado a mis seres queridos y los pongo en las manos del poder superior”.

Quienes hemos vivido con un adicto, sabemos de frustraciones, enojos, desvelos y esa horrible sensación de sentir oprimido el pecho tan solo de pensar lo que puede llegar a pasar.

Abr. 28, 2021

“En mi familia yo soy la matriarca y proveedora, he sido durante años quien daba las instrucciones y decidía lo que era mejor para cada quien. Vivía obsesionada buscando la manera más adecuada para que mis consejos se llevaran a cabo. Nada me funcionó, únicamente me estresaba cada día más y ellos escuchaban cada día menos”.

“Estoy aprendiendo a practicar el desprendimiento con amor, aunque debo confesar que lo estoy llevando poco a poco; sin embargo, y para mi sorpresa, estoy viendo resultados, hoy sé que las decisiones son personales y no debo interferir para que el plan de Dios funcione”.

Gabina

“Estoy muy agradecida con el programa de doce pasos; no dejo de pensar que fue Dios quien me trajo a este bendito programa, donde a pesar del dolor y la impotencia por la adicción de mi esposo y mi hijo, me estoy encontrando a mí misma y aprendiendo a perdonarme”.

“Durante muchos años viví resentida y reclamándole a Dios, ahora sé que no fue Él quien tomó las decisiones, fui yo; también fui yo la que aceptó las adicciones de mi marido y fui yo quien sobreprotegió a mi hijo; era yo la que quería controlarlos y decirles qué hacer, era yo la que se enfermaba y sentía que se quería volver loca”.

“La primera vez que asistí a una reunión de Nar Anon me dijeron que entre aquellas paredes se manifestaba Dios; no se equivocaban, a veces siento que es el Poder Superior quien me habla a través de los testimonios de mis compañeras”.

Susana

Frecuentemente me reúno con grupos de adictos y sus familiares, la mayoría de las veces, la reunión es para dar respuesta a una pregunta de nuestros lectores, las respuestas es siempre a título personal y en base a experiencias personales.

Ene. 17, 2021

“Hay un dicho muy conocido que dice: Ayúdate que yo te ayudaré. Aunque conozco ese dicho desde que tengo uso de razón, nunca lo había entendido, por el contrario, casi toda mi vida ha sido ayudar a otros y dejarme a mí misma al final”.

“Primero fue ayudar con el cuidado de mis hermanos, después vivir el infierno de tener un padre alcohólico y abusivo; al casarme las cosas no fueron tan diferentes, me casé con un alcohólico drogadicto, a quien también cuidé durante años, luego vinieron los hijos y el tiempo se me fue”.

“Siempre cuidando el dinero, todo el tiempo al pendiente de la familia, según yo tenía todo bajo control; ocultaba la adicción de mi marido y lo justificaba o mentía por él, luego los hijos crecieron y con el menor fue la misma historia”.

“Me volví una mujer tóxica y controladora, hasta que me diagnosticaron cáncer de seno; por primera vez me enfrenté a mi propia fragilidad, sentí miedo de morir sin haber hecho nada de mi vida, sentía rabia conmigo misma, estaba muy enojada, tenía miedo de la vida y de la muerte”.

“Llegué a un programa de doce pasos buscando la fórmula mágica para componer a mis adictos, pero en vez de eso, encontré un camino para enfrentar mi enfermedad (cáncer) y la de mis seres queridos (adicción). Descubrí, con asombro, que los doce pasos son en realidad un mapa de vida; puedo asegurar, por experiencia propia, que aquel que honestamente sigue esos pasos, encontrará una mejor forma de vida para él y su familia. ¿Quién no quiere eso?”

Laura

Testimonios hay miles, tal vez millones; los grupos de doce pasos han probado durante años que funcionan, solo hay que acudir a buscar ayuda y dejarse guiar.

Agradezco los testimonios y la confianza de estas guerreras; Dios las bendiga a ellas y sus familias.

Escríbame, su testimonio puede ayudar a otros. Todos los nombres han sido cambiados.

cadepbc@gmail.com

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