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El 22% de los oficiales del LAPD no activaron rápidamente las cámaras corporales en incidentes de fuerza

A police officer takes a body camera from a rack
Una revisión reciente encontró que algunos oficiales del LAPD no activaron sus cámaras corporales de manera oportuna durante incidentes en los que se utilizó una fuerza considerable.
(Gary Coronado / Los Angeles Times)
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Casi una cuarta parte de los agentes de policía de Los Ángeles involucrados en incidentes en los que se utilizó una fuerza considerable no activaron las cámaras corporales de manera oportuna, según una revisión reciente de tales casos realizada por el inspector general del departamento.

La oficina del inspector general Mark Smith revisó las acciones de 262 oficiales que consideró que estaban sustancialmente involucrados en 53 casos de uso de la fuerza presentados ante la Comisión de Policía civil, entre junio de 2020 y julio de 2021, incluidos 33 tiroteos policiales.

Se descubrió que 218 de esos oficiales estaban equipados con cámaras corporales que debían tener activadas, y que siete no lo habían hecho por completo, mientras que otros 41 lo hicieron tardíamente y sin justificación.

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En conjunto, esas 48 fallas representaron el 22% de los oficiales cuyas acciones fueron revisadas. “Vimos cierto cumplimiento, pero también notamos algunas lagunas”, comentó Smith a la Comisión de Policía civil durante su reunión del martes.

De las grabaciones que se hicieron, 51, o el 24%, no incluyeron un búfer completo de dos minutos, por lo que la oficina del inspector general determinó que fue el resultado, en todos menos uno de los casos, de que los oficiales no mantuvieron sus cámaras encendidas.

Mantener las cámaras encendidas ha sido un requisito para los oficiales en el campo desde 2018. De los 51 casos revisados, 33 de los agentes estaban en el campo y, por lo tanto, estaban rompiendo la política al tener sus cámaras apagadas.

Cuando se encienden, las cámaras registran constantemente un circuito de realimentación de dos minutos que luego se guarda cuando un oficial activa su cámara. El búfer de dos minutos ayuda a los oficiales a capturar imágenes de lo que ocurrió en los dos minutos antes de que pensaran activar su cámara, que es a menudo cuando ocurre la fuerza en situaciones que se desarrollan rápidamente.

La revisión del inspector general también encontró que, en los mismos 53 casos de uso de fuerza grave, casi el 14% de los oficiales involucrados que estaban equipados con cámaras de video digitales en el automóvil y estaban obligados a activarlas no lo hicieron.

La policía de Los Ángeles intensificó las inspecciones del cumplimiento de las cámaras corporales entre los agentes involucrados en usos graves de la fuerza desde el verano pasado, según el informe. De igual manera, recomendó esfuerzos adicionales para garantizar que los oficiales prendan constantemente sus cámaras, manteniéndolas encendidas en el campo y activando los sistemas de video en el automóvil cuando sea apropiado, incluso durante las paradas de peatones.

El inspector general también recomendó que el departamento audite la efectividad de sus avisos a los oficiales sobre sus obligaciones de registrar las interacciones con el público.

La presidenta de la Comisión de Policía, Eileen Decker, le preguntó al jefe del LAPD, Michel Moore, si el departamento estaba de acuerdo con las recomendaciones del inspector general. Moore respondió que sí.

El departamento se toma el tema en serio y aumentó gradualmente la disciplina para los agentes que no cumplen con las políticas para las cámaras, agregó, que se lanzaron por primera vez en 2015.

Moore afirmó que los comandantes consideraron el historial de cumplimiento de uso de las cámaras de los oficiales al emitir promociones y asignaciones a unidades codiciadas, y reasignaron a supervisores que no le dan la importacia requerida al cumplimiento de la instrucción.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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