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California: Niño de 12 años se disparó mortalmente con una pistola, según la policía

Max Mendoza se disparó involuntariamente en su casa, dijo la policía de Chula Vista

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La policía de Chula Vista, California, dice que el arma de fuego con la que un niño de 12 años se disparó fatalmente en julio era una pistola fantasma no registrada, lo que dificulta a los investigadores determinar cómo terminó en manos de un adolescente que llevó el arma a la casa del niño.

Max Mendoza murió el 3 de julio después de que tuviera en sus manos el arma y se disparara involuntariamente durante una pijamada, dijo la policía.

Max Mendoza, de 12 años, murió en julio en su casa de Chula Vista.
(Courtesy photo)

Familiares dijeron al San Diego Union-Tribune que oyeron un disparo y encontraron a Max sangrando en su casa. Lo sacaron al exterior, donde su madre dijo que lo sostuvo en sus brazos. Cuando llegaron los paramédicos, lo llevaron a un hospital, donde murió.

Los investigadores interrogaron al chico de 15 años que tenía el arma y posteriormente lo entregaron a su familia. La policía dijo entonces que estaba tratando de determinar cómo consiguió el adolescente el arma y a quién pertenecía.

“La historia de cómo el joven de 15 años obtuvo el arma no está clara”, dijo recientemente el teniente de policía de Chula Vista Dan Peak en un correo electrónico.

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Dijo que los detectives estaban trabajando con un abogado que representa al adolescente para obtener declaraciones adicionales de él.

El teniente dijo que el arma es una pistola fantasma —un tipo de arma de fuego ensamblada a mano con piezas de kits preenvasados. Las autoridades dicen que las armas fantasma son imposibles de rastrear porque las piezas carecen de números de serie y las armas, una vez ensambladas, no se registran como exige la ley estatal.

Peak dijo que la investigación sobre el tiroteo en los condominios de Woodland Hills en Telegraph Canyon Road estaba “activa” y en curso.

En una entrevista reciente, la madre y el padre de Max cuestionaron si alguien será responsable de la muerte de su hijo. El padre de Max, William Tagle, lamentó las armas fantasma, diciendo que son “otra herramienta para que la gente cometa crímenes y se salga con la suya”.

También pusieron en duda que Max se disparara a sí mismo, diciendo que no han podido ver el informe de la autopsia —que confirmaría la causa y la forma de la muerte— porque fue sellado por la policía. El certificado de defunción —emitido cuatro días después de la muerte de Max— indicaba que la causa y la forma de la muerte estaban pendientes.

“Solo espero, por encima de todo, (que) al final se haga justicia”, dijo la madre de Max, Aida Mendoza. “Solo espero que la justicia esté de nuestro lado”.

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