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California planea impulsar drásticamente las vacunas de refuerzo contra el COVID-19

A person gets a COVID-19 shot.
La división de Vivienda para la Salud del Departamento de Servicios de Salud del Condado de Los Ángeles alberga una clínica de vacunación contra COVID-19 para residentes sin hogar.
(Jason Armond / Los Angeles Times)
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Con millones de residentes de California programados para ser elegibles para un refuerzo de la vacuna contra COVID-19, el estado se está preparando para aumentar drásticamente su tasa de inoculación para mantener el ritmo de la demanda esperada.

Los funcionarios dieron a conocer un nuevo plan de acción para el antígeno el jueves, el día después de que la Administración de Medicinas y Alimentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) autorizara ofrecer una tercera dosis de Pfizer-BioNTech a las personas mayores de 65 años, así como a los individuos más jóvenes con afecciones de salud subyacentes o que trabajan en empleos de alto riesgo.

Sin embargo, en términos prácticos, serán necesarias más aprobaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés), y de los empleados estatales antes de que la tercera dosis de Pfizer-BioNTech se distribuya ampliamente a las personas en esas categorías. Pero los funcionarios indican que se están preparando ahora para asegurarse de que estén listos cuando llegue el momento.

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“Estamos trabajando arduamente para asegurarnos de que no solo estamos preparados para brindarla, sino que aquellos que son elegibles sepan que lo son y cuándo es el momento adecuado”, explicó el Dr. Mark Ghaly, secretario de Salud y Servicios Humanos de California, durante una sesión informativa.

Por ejemplo, los funcionarios señalan que la plataforma MyTurn de la entidad tendrá la capacidad de evaluar la elegibilidad para la dosis refuerzo de los residentes, así como enviar mensajes de texto para alertar a las personas sobre las opciones disponibles.

Si bien los detalles de la vacuna de refuerzo aún se están elaborando a nivel federal, incluso un programa limitado probablemente necesitaría distribuir millones de inyecciones adicionales en un estado del tamaño de California.

Los funcionarios estatales estiman que hay alrededor de 6.6 millones de personas mayores en toda la entidad que eventualmente podrían ser elegibles para una dosis de refuerzo, y Ghaly agregó que muchos en este grupo recibieron una inyección de Pfizer-BioNTech. Los californianos más jóvenes agregarían sus nombres a la fila dependiendo de cómo se definan, en última instancia, las condiciones o entornos de alto riesgo.

Avanzar rápidamente para cubrir estas poblaciones implicaría acelerar drásticamente la tasa de inoculación actual.

En el punto más álgido de aplicación de vacunas en abril, los proveedores de todo el estado estaban distribuyendo un poco más de 400.000 dosis diarias en promedio. Pero durante la última semana, un promedio de solo 62.000 inyecciones ha sido administradas a los californianos por día, según muestran los datos del Times.

Han pasado meses desde que el promedio estatal superó las 100.000 vacunas.

En este momento, es muy fácil vacunarse en todo California; comúnmente no es necesario agendar una cita y las dosis son abundantes en las farmacias minoristas, que se han convertido en un lugar popular para recibir las inoculaciones. Es posible que la demanda siga siendo relativamente baja para los refuerzos, así como para las primeras dosis para los no inoculados.

Las autoridades ya han observado una demanda menos intensa de terceras dosis de las vacunas de Pfizer y Moderna, que comenzaron a distribuirse a mediados de agosto para ciertas personas inmunodeprimidas. Los funcionarios de California, por ejemplo, esperaban administrar 114.000 dosis semanalmente durante la semana del 30 de agosto; en cambio, solo se aplicaron 75.000 inyecciones esa semana para esta población.

Los funcionarios de California calculan que se han administrado alrededor de 259.000 terceras dosis para los inmunodeprimidos desde mediados de agosto, cifra estimada para representar alrededor de un tercio de la población del estado de personas con sistemas inmunológicos comprometidos de moderados a severos.

Los funcionarios estatales indican que también es posible que la demanda de refuerzos aumente, especialmente si hay un incremento de COVID-19 en otoño e invierno peor de lo esperado, según el plan. Kaiser Permanente ya está planeando sitios de inoculación masiva, al igual que otras jurisdicciones de salud locales.

Algunos gobiernos locales y proveedores de atención médica están planificando la necesidad de organizar la reapertura o expansión de los sitios de vacunación masiva, y algunos necesitarán ayuda para personal adicional, lo que podría verse afectado si los hospitales que tratan a pacientes con COVID-19 también enfrentan una intensa demanda de trabajadores de la salud. Asimismo, habrá una necesidad constante de ayudar a transportar a las personas a los sitios de inoculación y de llevar las dosis a algunas personas en sus hogares.

Actualmente, las farmacias proporcionan más del 60% de las dosis de vacunas administradas y probablemente puedan manejar una mayor demanda, explican los funcionarios estatales.

Los funcionarios estatales esperan que los refuerzos para las personas de 65 años o más dependan principalmente de las farmacias y los consultorios de atención primaria de salud, mientras que las clínicas de vacunación masiva pueden tener que reabrirse o ampliarse durante los períodos más álgidos de demanda, en caso de que la elegibilidad para una dosis de refuerzo sea más amplia entre los adultos más jóvenes.

Las clínicas en las escuelas, las farmacias y los pediatras probablemente serán los enfoques principales para las vacunas para los menores de 12 años cuando se determine que ese grupo es elegible para la inoculación.

La Agencia de Salud y Servicios Humanos de California ha calculado que las vacunas para niños de 5 a 11 años podrían comenzar a mediados de octubre.

Las autoridades indican que la desaceleración de las inoculaciones en los últimos meses es en parte el subproducto de una gran parte de la población, alrededor del 66%, que ya ha sido al menos parcialmente vacunada contra el COVID-19, lo que deja un grupo de personas que, por varias razones, han dudado o resistido a ser inyectados.

Aunque el punto máximo ha pasado, los funcionarios subrayan que existe infraestructura para alcanzar ese nivel nuevamente, aunque con la salvedad de que “esto requerirá la participación continua de los proveedores en todos los niveles para garantizar que estén listos, con recursos y dispuestos a operar en esta capacidad”, según el plan de vacunación.

En particular, la evaluación del estado de la red de inoculación existente “no tiene en cuenta la capacidad adicional de las clínicas de vacunación masiva que muchas jurisdicciones planean hacer frente”.

Los mega sitios, como los establecidos en estadios deportivos, universidades y parques temáticos, fueron un sello distintivo de la primera campaña de inoculación.

Pero a medida que cayó la demanda, los proveedores se alejaron de las enormes operaciones centralizadas a favor de un enfoque más comunitario, llevando las vacunas a los lugares donde la gente vive, trabaja y recrea.

“California continúa liderando la nación tanto en dosis administradas como en bajas tasas de casos. Los antígenos funcionan. Son seguros, efectivos y son la forma en que terminamos con esta pandemia”, señaló el gobernador Gavin Newsom en un comunicado. “Apoyamos plenamente la determinación de nuestros socios federales de proporcionar refuerzos, y California ha construido la infraestructura necesaria para movilizar dicha distribución de vacunas”.

Ghaly, sin embargo, mencionó que la reciente decisión de la FDA no es el último paso en el tortuoso viaje hacia los refuerzos.

Los asesores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) señalaron el jueves que se deben ofrecer refuerzos a las personas de 65 años o más, a los residentes de hogares de ancianos, así como a las personas de 50 a 64 años que tienen problemas de salud subyacentes de riesgo. La dosis adicional se administraría una vez que hayan pasado al menos seis meses después de su última inyección de Pfizer.

El panel también ofreció la opción de un refuerzo para aquellos de 18 a 49 que tienen problemas de salud crónicos y quieren uno. Pero los asesores se negaron a ir más allá y permitir refuerzos a los trabajadores de la salud de primera línea sanos que no corren el riesgo de sufrir una enfermedad grave pero que quieren evitar incluso una infección leve.

El Grupo de Trabajo de Revisión de Seguridad Científica de los Estados Occidentales, que incluye a expertos en salud pública de California, Nevada, Oregón y Washington, también deberá intervenir. Igualmente lo hará el Departamento de Salud Pública de California.

“Por lo tanto, todos los proveedores de California, incluidos los farmacéuticos de su tienda minorista local, farmacia o su sistema de salud, incluso el personal de todos nuestros [puntos de distribución], deben esperar la luz verde” del Departamento de Salud Pública de California, mencionó la Dra. Regina Chinsio-Kwong, suboficial de salud del condado de Orange, a principios de esta semana.

La semana pasada, la directora de salud pública de Los Ángeles, Barbara Ferrer, indicó que se prepararán muchos sitios de vacunación si es necesario para aumentar la capacidad de inoculación diaria. Todavía hay más de 1.300 sitios permanentes que ofrecen inyecciones en el condado, que tiene la capacidad de proporcionar 140.000 dosis por día.

“Nos estamos preparando para poder ofrecer hasta 200.000 dosis por día si eso es lo que el condado necesita”, señaló Ferrer.

En Silicon Valley, los funcionarios del condado de Santa Clara se están preparando para ayudar a las personas a inscribirse en las citas, centrándose en las comunidades más afectadas.

Pero ofrecer refuerzos, así como la expansión de la elegibilidad de la vacuna para niños menores de 12 años, que se espera en un futuro no muy lejano, llevaría la campaña de inoculación a una nueva fase en un momento crítico.

Si bien California ha logrado avances significativos en su batalla contra la variante Delta altamente infecciosa del coronavirus, algunos expertos y funcionarios siguen preocupados por un posible resurgimiento a finales de este año.

Las áreas con una cobertura general más baja de inoculaciones también permanecen especialmente expuestas a los brotes, una realidad que continúa desarrollándose incluso cuando la ola actual retrocede.

Los californianos no inoculados tienen ocho veces más probabilidades de infectarse con COVID-19, 13 veces más posibilidades de ser hospitalizados y 15 veces más probabilidades de morir a causa de la enfermedad, en comparación son sus contrapartes vacunadas, explicó Ghaly.

En 11 de los 58 condados de California, más del 70% de la población ya ha sido al menos parcialmente inoculada, según datos compilados por el Times. Sin embargo, otros 14 condados tienen tasas de cobertura por debajo del 50%.

Asegurar que el mayor número posible de personas se beneficien plenamente de la protección de la vacuna, enfatizan los expertos y los funcionarios, ayudará a romper el ciclo de oleadas que la pandemia ha provocado durante el último año y medio.

Incluso con el próximo énfasis en los refuerzos, señaló Ghaly, “continuaremos con el fuerte ritmo para obtener su primera inyección, comenzar la serie y vacunarse por completo”.

Associated Press contribuyó a este artículo.

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí.

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