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Psíquicos y astrólogos son una sensación en Instagram; ahora los estafadores se hacen pasar por ellos

Aja Daashuur, una médium y consejera espiritual con sede en Los Ángeles.
Aja Daashuur, una médium y consejera espiritual con sede en Los Ángeles, afirma: “Históricamente, las personas que trabajan en el bienestar y la espiritualidad han sido ridiculizadas como estafadores... Hay una gran integridad en lo que hacemos, pero somos un blanco fácil”. (Myung Chun / Los Angeles Times)

(Myung Chun / Los Angeles Times)
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Una noche, Stella Premo recibió un mensaje críptico en Instagram que parecía ser de Aja Daashuur, una médium y consejera espiritual con sede en Los Ángeles.

“Muy prometedor 💫💫💫”, comenzaba el mensaje directo. “Me atrae hacia ti mi amado 💕💕, para una lectura y orientación. Estás bendecida”.

Premo, que enseña yoga en Sacramento, se sorprendió al saber de Daashuur directamente (solo la había estado siguiendo durante una semana), pero respondió que planeaba comunicarse con la médium pronto. Tenía un gran proyecto en camino y pensó que le vendría bien una guía divina. Luego guardó su teléfono y se fue a la cama.

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Pero cuanto más lo pensaba, más extraño le parecía el mensaje directo. A la mañana siguiente, tomó una captura de pantalla del mensaje y lo envió a la cuenta original de Daashuur. “Lamento molestarte, pero ¿tienes dos cuentas?”, le escribió. “Recientemente recibí un mensaje de otra cuenta con la misma información... Si eres tú, házmelo saber”.

Fue uno de los cientos de mensajes similares que Daashuur y otros de sus colegas han escuchado de parte de seguidores confundidos en las últimas semanas. “Es una estafa”, le respondió Daashuur. “Por favor, repórtala y bloquéala”.

Psíquicos, lectores de tarot, astrólogos y otros practicantes de la metafísica aseguran que en los últimos meses han experimentado una avalancha de estafadores que clonan sus cuentas y usan su imagen para solicitar pagos a sus seguidores por lecturas falsas. Mientras que algunos espiritualistas blancos están siendo estafados, el problema parece ser peor entre los practicantes negros y latinos, informaron.

Kirah Tabourn, un educadora de astrología en Los Ángeles
Kirah Tabourn, un educadora de astrología en Los Ángeles y cofundadora de la aplicación Cusp Astrology, afirma que los estafadores “copian mi perfil, luego siguen a un grupo de mis seguidores, los contactan y les dicen: ’Mis antepasados me atrajeron hacia ti, ¿puedo hacerte una lectura?’”.
(Kirah Tabourn)

(Kirah Tabourn)

“Me ha estado sucediendo al menos una vez a la semana desde septiembre”, señaló Kirah Tabourn, una educadora de astrología en Los Ángeles y cofundadora de la aplicación Cusp Astrology. “Copian mi perfil, luego siguen a un grupo de mis seguidores, se comunican con ellos y les dicen: ‘Mis antepasados me atrajeron hacia ti, ¿puedo hacerte una lectura?’”.

Si la persona acepta, el estafador le envía una cuenta de PayPal, Venmo o Cash App. Una vez que la víctima pagó, el timador suele bloquearla en Instagram.

Los espiritualistas exponen que ser engañado de esta manera es especialmente doloroso, porque su trabajo ha sido estigmatizado durante mucho tiempo como un enorme fraude. “Históricamente, las personas que trabajan en el bienestar y la espiritualidad han sido ridiculizadas como estafadores, y literalmente quemadas en la hoguera”, expresó Daashuur. “Hay mucha integridad en lo que hacemos, pero somos un blanco fácil”.

Marcella Kroll, artista, creadora y lectora de tarot, coincidió. “He trabajado mucho para legitimar mi trabajo”, aseguró. “Hago todo lo posible para mejorar. Pago mis impuestos, tengo mis certificados. Y esto no ayuda”.

Instagram se convirtió en una herramienta poderosa para que los practicantes de la metafísica se promocionen y generen nueva clientela, pero la mayoría destaca que no usa la plataforma social para solicitar trabajo directamente.

Los más exitosos no tienen tiempo de hacerlo: Daashuur acepta nuevas citas solo cuatro veces al año y, por lo general, se agotan en solo 15 minutos. Tabourn está tan ocupada con la consultoría y la enseñanza que dejó de dar lecturas individuales. Kroll reserva turnos con un mes de antelación.

“Los verdaderos espiritualistas no van a solicitar lecturas de tarot, de quiromancia o cualquier tipo de trabajo de hechizos en sus mensajes directos”, escribió el presentador de @TransitmerAlertPage, una página de Instagram que se lanzó en septiembre para rastrear las cuentas de impostores. “Si recibe un mensaje directo de alguien que le pide que reserve una lectura con ellos, ¡manténgase alerta!”.

Las cuentas falsas pueden ser difíciles de detectar al principio, especialmente por las personas vulnerables que están desesperadas por recibir consejo espiritual. El nombre de la cuenta suele estar ligeramente alterado: el identificador de Daashuur @thespiritguidecoach se convierte en @thespiritguideccoach, con una “c” adicional, por ejemplo, o “thespriteguidecoach”. También copian el avatar, la biografía y algunas de sus publicaciones.

Sin embargo, una cosa que los estafadores no pueden copiar es el lenguaje que utilizan los profesionales. “Es un discurso muy similar y siempre usan mucho ‘querido’ o ‘amor’”, relató Tabour. “Creo que muchos de ellos son británicos o viven en lugares colonizados por los británicos, porque utilizan la ortografía ‘ou’ en ‘favorito’ (favourite) y ‘color’ (colour)”.

Al igual que Premo, la mayoría de quienes son contactados por las cuentas impostoras eventualmente se dan cuenta de que algo está mal antes de entregar su dinero, pero no todos.

Sanyu Nagenda
Sanyu Nagenda, quien trabaja bajo el nombre de Sanyu Estelle como adivina, lectora de tarot y bruja mensajera, relató que uno de sus clientes envió $500 a alguien que se hacía pasar por ella en Instagram.
(Sanyu Nagenda)

(Sanyu Nagenda)

Sanyu Nagenda, quien trabaja bajo el nombre de Sanyu Estelle como adivina, lectora de tarot y bruja mensajera, relató que uno de sus clientes envió $500 a alguien que se hacía pasar por ella en Instagram. A cambio, el cliente recibió un video de 15 minutos de una vela encendida.

Nagenda se sintió consternada. “Ni siquiera tengo una opción de lectura por $500 en mi sitio”, dijo. “Y si lo hiciera, sin duda serían más de 15 minutos”.

Cuando otro imitador comenzó a comunicarse con sus seguidores, más recientemente, Nagenda reemplazó su foto de avatar con las palabras “No solicito clientes”. “Estoy particularmente ofendida porque soy una pitonisa, mi negocio es la verdad”, enfatizó.

Kroll desactivó temporalmente su cuenta porque estaba abrumada con tanta gente que la contactaba para advertirla sobre los impostores que usaban su nombre. “Abrir mi bandeja de entrada y tener más de 100 mensajes de individuos que están enojados conmigo porque tienen miedo de ser estafados me dio un ataque de ansiedad”, expresó.

Pero cerrar su cuenta de Instagram ha tenido un costo financiero. Cada semana hace una lectura colectiva de tarot que comparte en su cuenta de forma gratuita, pero confía en las propinas que recibe por ello para ayudarla a pagar necesidades, como comestibles. “No tener ese apoyo adicional daña mis finanzas”, remarcó.

Algunas de las cuentas falsas han sido eliminadas, pero los practicantes de la metafísica remarcan que no han recibido suficiente apoyo de la plataforma de redes sociales. “Estos estafadores se están aprovechando de personas vulnerables y necesitadas, e Instagram no hace nada”, comentó Daashuur.

Un portavoz de Meta, la empresa (antes Facebook) propietaria de Instagram, afirmó que no se tolera la suplantación de identidad de ningún tipo en el sitio y que la compañía tiene un equipo para detectar y bloquear este tipo de estafas. Sin embargo, no negó el problema. “Sabemos que hay más por hacer, por eso seguimos trabajando para prevenir el abuso y mantener la seguridad de nuestra comunidad”, destacó el portavoz.

Según Laura Eimiller, vocera del FBI en el sur de California, la agencia no ha recibido denuncias sobre este tipo de fraude, pero no le sorprende que estén sucediendo. “Los estafadores se aprovechan de las vulnerabilidades de las personas”, destacó. “Si saben que alguien es sensible al tarot o las lecturas psíquicas, lo usarán. Si saben que alguien ama a los perros, lo usarán. Si saben que alguien quiere dejar algo de sus ahorros a sus nietos, también la usarán”.

Tabourn ha intentado varias formas de luchar contra sus imitadores. Les ha dicho a sus seguidores que los denuncien en Instagram y que les sigan el juego el tiempo suficiente para obtener su cuenta de Venmo, Cash App o PayPal, de tal modo que puedan denunciarlos sobre esas aplicaciones.

“Eso realmente nunca logra nada”, comentó. “Uno puede denunciarlos, pero jamás se comunican contigo”.

Incluso ha estado en contacto con algunos de los estafadores. “Uno de ellos me dijo: ‘No lo entiendes. Tengo que hacer esto; necesito dinero’. Son despiadados y no se detienen”.

Los seguidores de Tabourn le sugirieron que verifique su cuenta en Instagram, lo cual significaría obtener esa pequeña marca azul al lado del nombre, que no se puede replicar. Aunque lo ha intentado varias veces, siempre se le ha negado. “No creo que Instagram quiera perjudicarnos, pero parece que no les importamos debido a la naturaleza de nuestro trabajo”, expresó.

La mejor estrategia que encontró para cerrar una cuenta de un impostor es pasar por un proceso de varios pasos e informar la suplantación de identidad directamente a la compañía. Para facilitar las cosas a otros espiritualistas, creó una guía que comparte con los demás. En última instancia, requiere que el practicante envíe una foto de sí mismo con una identificación con foto a la empresa. “Es mucho, pero honestamente, es más rápido y ha funcionado para todas las cuentas falsas que han salido a mi nombre”, reconoció Tabourn.

Algunos tienen otros enfoques.

Cuando Mark Newton recibió un mensaje de alguien que se hacía pasar por Kroll, hace unas semanas, sospechó inmediatamente. Conoce a Kroll desde hace más de una década y sabe que ella no solicita lecturas por esa vía. Así, le envió un mensaje y juntos decidieron que iba a seguirle el juego al estafador.

Marcella Kroll, creadora y lectora de tarot.
“He trabajado muy duro para legitimar mi trabajo”, remarca Marcella Kroll, creadora y lectora de tarot.
(Jason Armond / Los Angeles Times)

(Jason Armond / Los Angeles Times)

“El espíritu me dirigió a enviarte un aviso desde el reino del universo y es muy importante”, decía el mensaje original. “Por favor envíame un texto para reservar una lectura y recibir ese mensaje”.

“¡Guau! ¡Esto es genial!”, respondió Newton. “¿Haces lecturas en persona? Me gustaría una para mi familia”.

El falso Kroll se ofreció a hacer una lectura por mensaje de texto, teléfono o FaceTime. Newton dijo que “no le parecía muy espiritual”, y le preguntó si tenía una oficina en Los Ángeles donde pudieran reunirse en persona.

“No permito el ingreso de gente en mi oficina para una lectura, por eso te dije que podíamos hacerlo a través de FaceTime, querido”, respondió el impostor.

Newton le regateó el precio a la falsa Kroll, de $350 a $60, antes de solicitarle su cuenta en la aplicación Cash. A partir de ahí, pudo deducir que la cuenta estaba registrada a nombre de alguien en Uganda.

Luego dejó de fingir. “La verdadera Marcella es de mi familia”, le escribió. “Te metiste con las personas equivocadas. Estás condenado a vivir una vida horrible. Buena suerte, desgraciado, te veremos sin importar dónde te escondas y te perseguiremos por toda la eternidad”.

“¿Qué es eso?”, le respondió la falsa Kroll.

“Es una maldición de una verdadera bruja”, le respondió Newton. “Marcella Kroll”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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