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Restaurantes demandan a compañía de seguros por pérdidas vinculadas con el COVID-19

Capone's Italian Cucina restaurant in Huntington Beach.
Capone’s Italian Cucina, en Huntington Beach, está involucrado en una demanda contra Farmers Insurance, junto con otros locales gastronómicos en Santa Clarita, Newport Beach y San Diego. Alegan que Farmers incumplió contratos y no los compensó por las pérdidas durante la pandemia del COVID-19.
(Kevin Chang / Times Community News)

Un grupo de restaurantes del sur de California, incluidos varios del condado de Orange, han demandado a Farmers Insurance.

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Algunos restaurantes en Huntington Beach y Newport Beach son parte de un grupo que presentó una querella contra Farmers Insurance, alegando que la compañía incumplió los contratos y no los compensó por las pérdidas durante la pandemia del COVID-19.

La demanda, presentada en el Tribunal Superior del condado de Los Ángeles el 4 de enero, incluye a Black Trumpet Bistro Tapas and Wine Bar y Capone’s Italian Cucina, de Huntington Beach, ambos propiedad del chef Dino Ferraro. Fly N Fish Oyster Bar and Grill, con sede en Newport Beach, en la península de Balboa, también forma parte de la querella, al igual que Starrs Products, de Santa Clarita; Centerpark Cafe, de San Diego, y NJND LLC, también de San Diego.

El alegato, presentado por tres bufetes de abogados de San Diego, busca daños no especificados y exige un juicio con jurado. Según un documento de seguimiento, presentado el martes, el demandante anticipa que la cuestión se convertirá en parte de un caso civil que involucra varios temas comerciales de Farmers en tiempos del COVID-19.

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En la queja se alega que las denegaciones de reclamos de seguros por parte de Farmers Insurance durante la pandemia “dejan a los querellantes en una situación financiera desesperada, precisamente el escenario que buscaban evitar cuando contrataron la cobertura por pérdida de ingresos comerciales”.

“Al enfrentar daños financieros graves, los demandantes presentaron reclamos contra Farmers, que buscaban la cobertura por pérdidas de ingresos y gastos adicionales de sus negocios”, señala el documento. “Pero, a pesar de cobrar primas por tales riesgos, la compañía aseguradora rápidamente negó cada acusación con poca o ninguna investigación y sin la debida consideración por los intereses de los asegurados. De hecho, un representante de reclamaciones de Farmers a menudo negó la cobertura por teléfono, en el mismo momento en que las reportaban”.

El 14 de abril de 2020, el comisionado de Seguros de California, Ricardo Lara, emitió un aviso que requiere que las compañías aseguradoras y otros licenciatarios del departamento cumplan con sus obligaciones contractuales, estatutarias, reglamentarias y otras cuestiones legales, e investiguen de manera justa todos los reclamos por interrupción de la actividad causadas por el COVID-19.

El director de relaciones con los medios de Farmers, Luis Sahagún, señaló en un correo electrónico que la compañía generalmente no comenta sobre litigios específicos. Sin embargo, agregó que la aseguradora comprende lo difícil que ha sido el COVID-19 para las comunidades y las empresas locales en todo el país. “Para ser justos con todos los titulares de pólizas, nuestra obligación es pagar los reclamos cubiertos por las coberturas y aplicar las exclusiones donde existan”, destacó en el comunicado. “En esta circunstancia, el reclamo por daños relacionados con el COVID-19, incluidos los que resultan de órdenes gubernamentales de quedarse en casa, no está cubierto por la póliza y está sujeto a las exclusiones aplicables”.

Sin embargo, la queja establece que Farmers optó por no incluir una exclusión específica para una pandemia. También reconoce que las políticas incluyen una excepción de pérdidas debido a virus o bacterias, pero argumenta que los quebrantos de los restaurantes fueron causados por medidas de precaución tomadas por los funcionarios estatales y locales de California para evitar la propagación del COVID-19, no la presencia de coronavirus en las propiedades de los demandantes.

Según la demanda, Black Trumpet y Capone’s habían pagado primas de seguro a Farmers durante aproximadamente un año y medio y tenían alrededor de 24 y 36 empleados, respectivamente, antes de la pandemia. Fly N Fish había pagado primas durante más de seis años y tenía unos 38 trabajadores.

Ferraro, el dueño de los dos restaurantes de Huntington Beach, le dijo a Los Angeles Times en diciembre de 2020 que tenía más de 100.000 dólares en renta adeudada en ese momento, cuando se impuso la orden de permanecer en el hogar, que imposibilitó comer al aire libre. Había gastado miles de dólares en limpieza profunda y desinfección de ambos negocios.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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