¿Puede el plan de UC Berkeley para albergar a personas sin hogar inspirar a otros campus?
En una asociación única en su tipo en la franja de educación superior estadounidense, UC Berkeley, colaboradores de la ciudad y organizaciones sin fines de lucro dieron a conocer planes la pasada semana para proporcionar alojamiento provisional en un motel reconvertido, además de comidas y servicios sociales, a personas sin hogar que duermen en el icónico People’s Park.
El anuncio marca un gran paso adelante en el plan de cuatro años para reutilizar el parque -uno de los terrenos más disputados de California con una historia de medio siglo de protestas y conflictos- en un espacio de muy necesarias viviendas para estudiantes y comunidades de bajos ingresos. Alrededor del 60% del espacio verde, de 2.8 acres, seguirá siendo un espacio verde abierto, y se erigirá allí un monumento a su historia.
El plan surgió de dos líderes, el alcalde de Berkeley, Jesse Arreguín, y la presidenta universitaria de UC Berkeley, Carol Christ, quienes tomaron medidas valientes para reimaginar el parque como una forma de abordar las crisis gemelas de desamparados y la falta de vivienda para estudiantes.
A diferencia de anteriores alcaldes de Berkeley que dudaban de modificar el emblemático parque, Arreguín apoyó el deseo del campus de construir en el terreno. Y Christ, a pesar de luchar con un déficit presupuestario importante en el campus, comprometió fondos para contratar a un trabajador social para el parque, y servicios de vivienda y otros para las personas sin hogar, a pesar de que abordar la falta de hogares generalmente no se considera una responsabilidad universitaria.
“Comienza con una asociación... y también con la aceptación de la universidad de que es nuestra responsabilidad abordar el drama de la falta de vivienda entre nosotros”, afirmó Christ durante una conferencia de prensa, el miércoles, cuando se le preguntó si el modelo de Berkeley podría replicarse en todo el estado.
Pero antes de que empiece la construcción, este verano, Christ había prometido que se ofrecería vivienda y un lugar de reunión diurno a quienes viven en el parque, un número que fluctúa pero que, se estima, actualmente asciende a 55 personas.
El miércoles, los planes para hacerlo fueron detallados por representantes del campus, la ciudad de Berkeley y grupos locales sin fines de lucro. La ciudad y el campus han llegado a un acuerdo para arrendar 42 habitaciones durante 18 meses en el Rodeway Inn para quienes viven en el parque. Los alojamientos contarán con una habitación privada recientemente remodelada, kitchenette y baño; ropa de cama y artículos de tocador; servicios de limpieza; y acceso a las instalaciones de lavandería.
Una organización local sin fines de lucro, Abode Services, ofrecerá a los residentes servicio de comidas diarias, acceso a atención médica y asesoramiento, apoyo de transporte y asistencia para encontrar vivienda permanente. La ciudad cubrirá los costos del arrendamiento y los servicios sin fines de lucro durante 12 meses, utilizando una subvención estatal de $4.7 millones destinada a ayudar a las personas que viven en campamentos a encontrar una vivienda segura y estable. UC Berkeley se comprometió con $2.2 millones para cubrir los últimos seis meses.
Además, la Primera Iglesia Presbiteriana de Berkeley planea establecer un centro de acogida durante el día en su propiedad. Otra organización local sin fines de lucro, Village of Love, brindará comidas, asesoramiento sobre salud mental, derivaciones a refugios, asistencia para obtener tarjetas de identificación y otros documentos, beneficios públicos y vivienda para los miembros necesitados de la comunidad. Esos servicios serán financiados por una subvención de dos años de UC Berkeley, de $500.000, y $250.000 de la ciudad.
“Estamos orgullosos de honrar el legado de People’s Park y satisfacer mejor las necesidades de nuestra comunidad a través de un esfuerzo que refleja profundamente los valores de Berkeley”, afirmó Arreguín en un comunicado. “Esta asociación le dará un techo a quienes viven en People’s Park, en lugar de simplemente empujarlos de un vecindario a otro”.
Un estudio realizado por la Escuela de Políticas Públicas Goldman de UC Berkeley derivó en la idea de un centro de acogida diurno, después de que los investigadores entrevistaron a personas sin hogar en el parque y encontraron un fuerte deseo en ellas de contar con un lugar seguro para descansar y recibir otros servicios.
La construcción de las unidades de vivienda para estudiantes, que incluirán 1100 camas, comenzará este verano. Christ calificó la grave escasez de viviendas para universitarios como una de las mayores amenazas para el futuro a largo plazo de la casa de estudio, y fue un factor en el litigio que amenaza con obligar a Berkeley a reducir su matrícula presencial, este otoño, en más de 2600 alumnos.
Las 100 unidades de vivienda de apoyo permanente para miembros de la comunidad de bajos ingresos y que anteriormente no tenían hogar serán desarrolladas y manejadas por una organización local sin fines de lucro, Resources for Community Development. Los servicios de apoyo los brindará LifeLong Medical Care.
Pero cuando el parque esté cercado y cerrado una vez que comience la construcción, no está claro si los manifestantes se unirán para recuperar el espacio, tal como lo han hecho en el pasado. Cuando el proyecto se anunció por primera vez, en 2018, algunas de las personas sin hogar en el parque lo recibieron con agrado, mientras que otros se opusieron, diciendo que borraría la rica historia del espacio y destruiría los lazos forjados a través de la alimentación comunitaria, la jardinería y los eventos culturales.
El espacio verde pasó al centro de atención nacional en 1969, cuando cientos de personas transportaron césped, árboles y flores a un lote en el que la universidad pretendía construir, y lo proclamaron su propio People’s Park (Parque de la Gente). Cuando la UC cercó el sitio, unas semanas más tarde, más de 6000 manifestantes marcharon allí y las fuerzas del orden los hicieron retroceder con gases lacrimógenos y perdigones. La sangrienta batalla dejó un estudiante muerto, una persona ciega y muchos más heridos y arrestados.
Ruben Lizardo, director de gobierno local y relaciones comunitarias de UC Berkeley, destacó que el proyecto de vivienda solo mejoraría el legado del parque. Así como el sitio desempeñó un papel central en el movimiento por la libertad de expresión y las protestas contra la Guerra de Vietnam, hace medio siglo, ahora puede servir como modelo para la colaboración en la crisis de personas sin hogar, expresó. “Realmente se suma al legado del parque como un lugar que aborda los problemas más importantes del día”, señaló Lizardo.
Ari Neulight, coordinador comunitario para personas sin hogar de UC Berkeley, que ha trabajado en el parque desde 2017, dijo que hoy en día persisten sentimientos encontrados sobre el espacio. Muchas personas con las que trabaja allí aseguran que sus dos deseos principales son viviendas seguras y asequibles, así como un centro de acogida para descansar, comer y recibir otros servicios sociales.
Pero no hay garantía de que satisfacer esas necesidades desactive toda oposición al proyecto de vivienda. “El parque es un espacio complicado y disputado, sobre el que todos tienen una opinión”, explicó Neulight. “Pase lo que pase allí, siempre habrá una variedad de opiniones”.
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