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Doctor de Tijuana llega a acuerdo reparatorio en caso de muerte por negligencia de una mujer de California

Keuana Weaver, 38
(Cortesía de Renee Weaver)

El doctor había sido acusado de homicidio por culpa en la muerte de Keuana Weaver en enero de 2021 durante una cirugía estética en una clínica de Tijuana

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Un doctor de Tijuana acusado de homicidio por culpa llegó este viernes a un acuerdo reparatorio de 3.3 millones de pesos (uno $194 mil) con la familia de una madre originaria de Long Beach a quién en enero de 2021 le realizó una cirugía estética. De cumplir con el acuerdo el doctor evitaría acción penal.

El doctor fue vinculado a proceso el año pasado por la muerte por negligencia e impericia de la madre de familia Keuana Weaver, de 38 años. También se le acusó por usurpación de funciones.

El Código Nacional de Procedimientos Penales en México establece que los delitos culposos pueden resolverse con una reparación del daño. Durante una audiencia realizada este viernes, el doctor aceptó pagar el equivalente aproximado a 194 mil dólares.

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Bajo normas mexicanas que permiten el acceso de los medios de comunicación a los procedimientos judiciales, el médico debe ser identificado públicamente por su primer nombre.

En coberturas anteriores hechas previo a que se le vinculara a proceso, el San Diego Union-Tribune ha identificado al médico por su nombre completo, Jesús Manuel Báez.

El doctor, quién estuvo presente en una audiencia virtual, aceptó cubrir el monto total de la reparación del daño en cuatro pagos que se realizarán a partir del 15 de agosto y hasta el 17 de enero.

Un juez indicó al doctor que de cumplir en tiempo lo establecido en el acuerdo evitará acción penal. De lo contrario, el proceso en su contra continuará cuál si no hubiera acuerdo.

El doctor habló poco durante la audiencia, y se limitó a aceptar el acuerdo y a decir que tiene los medios para cumplirlo.

Renee Weaver, madre de la víctima, dijo que no estaba al tanto ni de la audiencia de este viernes ni del acuerdo y expresó su consternación cuando se le contactó para comentario. Weaver dijo que el hombre que aceptó el acuerdo, que fue identificado en la corte como su marido, no estaba legalmente casado con ella porque Weaver nunca se divorció de su primer esposo.

El Union-Tribune no pudo verificar esa afirmación el viernes.

Renee Weaver, quién vive en el condado de San Bernardino, se mostró disgustada al saber que el médico evitará la cárcel si cumple el acuerdo. Cuando fue acusado, dijo que solo lo celebraría “cuando digan que va a ir a la cárcel”.

La fiscalía acusó al médico en diciembre por la muerte de Weaver el 29 de enero de 2021. Su familia dijo que murió en la mesa de operaciones de la clínica de cirugía estética Art Siluette Aesthetic Surgery mientras se sometía a una liposucción y una abdominoplastia. Báez figuraba como director de la clínica.

Poco después de ser imputado, el médico testificó por video durante una audiencia en la que fiscales presentaron pruebas preliminares al juez. Durante su testimonio, no negó que Weaver muriera en su clínica y dijo que intentó reanimarla sin éxito. Afirmó que Weaver conocía los riesgos asociados a los procedimientos.

Un abogado asignado por el tribunal para representar los intereses de la víctima alegó en aquel entonces que el documento en el que se explicaban los riesgos estaba en español, que no era la lengua materna de Weaver.

La fiscalía argumentó además que faltaba la firma de Weaver en algunos documentos clave. Culparon de su muerte a la mala actuación del médico y también argumentaron que no estaba certificado para llevar a cabo los procedimientos que realizaba. El médico insistió en que tenía la experiencia y el conocimiento para realizar las cirugías.

Una investigación del Union-Tribune en 2021 descubrió que Báez había obtenido un máster de dos años en cirugía estética, pero parecía carecer de credenciales como cirujano plástico certificado. Otro cirujano dijo que su título era para procedimientos menores, como inyecciones de Botox.

La muerte de Weaver llevó al FBI a abrir una investigación. Otras dos mujeres, entre ellas una de las amigas cercanas de Weaver, declararon al Union-Tribune que ese día también se sometieron a operaciones en la clínica de Báez.

Kanisha Davis dijo que ella y Weaver habían ido juntas a la clínica para someterse a los mismos procedimientos. Pero tras enterarse de la muerte de Weaver, el marido de Davis la llevó a su casa en California. Davis dijo que pronto empezó a sangrar internamente y a vomitar.

Según declaró al Union-Tribune, tuvo que ser trasladada en ambulancia a urgencias y hospitalizada durante dos semanas. El personal del hospital le dijo que tenía una hemorragia interna y un hematoma.

Esmeralda Iñiguez declaró al Union-Tribune que había sido operada el mismo día que Weaver y Davis en la misma clínica. Pocos días después, en estado de shock séptico, tuvo que ser trasladada a una sala de urgencias de Chula Vista.

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