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El recuerdo de la guerra civil acecha a los salvadoreños ante la candidatura de Bukele

(De derecha a izquierda) Henry Prudencio, Balmore Membreno y Karla Cativo.
Henry Prudencio conduce el programa de radio “Resistencia Comunitaria” en un estudio del Conservatorio de Artes de Boyle Heights el 9 de noviembre de 2023. Prudencio es acompañado por Karla Cativo y Balmore Membreño.
(Ringo Chiu / Los Angeles Times en Español)
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Es una noche fría en Boyle Heights, pero los presentadores del programa de radio “Resistencia Comunitaria” llegan encendidos a los estudios de KQBH 101.5 FM, dispuestos a advertir a los salvadoreños de los graves peligros que enfrenta su patria.

“Esta es una edición especial”, anuncia Karla Cativo, académica y activista.

Tras saludar a sus dos copresentadores y felicitar a un par de cumpleañeros, se lanza a un apasionado diálogo centrado en el Día Internacional de los Derechos Humanos y en el 42º aniversario de la infame masacre de El Mozote, en diciembre de 1981, que puso al descubierto la brutalidad de las fuerzas gubernamentales respaldadas por Estados Unidos durante los 12 años de guerra civil en El Salvador.

“Muchos de nosotros tuvimos que marcharnos a causa de la violencia. Nuestras vidas estuvieron expuestas a esos horrores que vimos en El Mozote y en varias partes de El Salvador durante los años 70 y 80”, recuerda Cativo, que llegó a California con sus padres cuando tenía cuatro meses, huyendo de la guerra que mató a decenas de miles de personas.

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Es un conflicto que aún resuena entre casi medio millón de personas del sur de California que tienen ascendencia salvadoreña, y ensombrece a la nación centroamericana mientras se acerca a unas críticas elecciones generales el 4 de febrero. A pesar de la prohibición constitucional, Nayib Bukele, el controvertido pero muy popular presidente de El Salvador, se presenta a un segundo mandato consecutivo, lo que le convierte en la primera persona que se presenta a la reelección desde el dictador Maximiliano Hernández Martínez en 1939.

Esto hace temer a opositores y críticos que en los próximos cuatro años el gobierno autocrático de Bukele pueda desencadenar una escalada de violencia o incluso otra guerra civil.

La comunidad salvadoreña en Los Ángeles protestaron contra Nayib Bukele en 2021.
(Soudi Jiménez/Los Angeles Times en Español)

Mientras se desarrolla el programa de radio, de una hora de duración, sus presentadores mezclan himnos de protesta como “Si me matan”, el homenaje de Silvana Estrada a las víctimas de feminicidio en México, y “Resistencia”, de Los de Abajo, con agudos comentarios sobre el Régimen de Excepción que ha implementado Bukele, que si bien ha reducido drásticamente las brutales mafias criminales del país, también ha dado lugar a arrestos ilegales, torturas, detenciones, desapariciones y ejecuciones extrajudiciales, según el gobierno de Estados Unidos y grupos de derechos humanos.

“Eso es lo que estamos viendo ahora mismo”, continúa Cativo, “muchas detenciones arbitrarias se están produciendo en El Salvador y muchas muertes sin motivo”.

El copresentador Henry Prudencio, de 39 años, interviene diciendo que las tácticas de mano dura de Bukele, recuerdan las del anterior gobierno militar de derecha que acabó con las libertades civiles hace 40 años.

“Así como hacen atrocidades actualmente, el gobierno niega lo que hace, niega las muertes. Al igual, al principio negaron que hubieran llevado a cabo la masacre de El Mozote”, dice Prudencio, un actor que llegó a Los Ángeles en 2015 y que además trabaja como payaso, haciendo malabares con pelotas, pinchos y garrotes en las calles del Valle de San Fernando.

El actor, activista y payaso Henry Prudencio.
El actor, activista y payaso Henry Prudencio también es copresentador del programa de radio “Resistencia Comunitaria”. Originario de El Salvador, le alarma que el presidente salvadoreño Nayib Bukele esté desafiando una prohibición constitucional al postularse para la reelección en febrero.
(Ringo Chiu/For Los Angeles Times en Espanol)

El escenario para la posible reelección de Bukele quedó listo en 2021, cuando la Corte Suprema de Justicia de El Salvador consideró que podía presentarse de nuevo. Esa decisión se vio reforzada el mes pasado cuando el Tribunal Supremo Electoral (TSE) aceptó su candidatura. Bukele está intentando sortear la prohibición constitucional de que los presidentes ejerzan mandatos consecutivos tomándose ostensiblemente una licencia de seis meses, a partir del mes pasado, que le permitiría volver a ocupar el cargo en junio si gana las elecciones, como se espera ampliamente que ocurra.

Los salvadoreños residentes en Estados Unidos podrán votar por tercera vez en unas elecciones presidenciales, y por primera vez también elegirán a los miembros del Congreso. En 2014 y 2019 el voto de los expatriados se realizó por correo.

Esta vez el voto tendrá lugar en 81 centros electorales de todo el mundo, incluidos 42 en 30 ciudades estadounidenses, tres de ellos en Los Ángeles, dos en San Francisco y uno cada uno en Fresno y San Bernardino. Según el TSE, hay 741.094 expatriados en el registro electoral, muchos de los cuales poseen un Documento Único de Identidad (DUI) que les permitirá utilizar un dispositivo móvil o una computadora para votar a partir del 6 de enero de 2024. Los votantes con pasaporte podrán marcar su papeleta en uno de los centros de votación.

Una ciudad de California y otra de El Salvador se miran con sentimientos encontrados, una combinación de gratitud y culpa

Jun. 17, 2022

En octubre de 2022, los legisladores progubernamentales aprobaron la Ley Especial para el Ejercicio del Sufragio en el Extranjero, que incluía la modalidad de voto en línea. Los expertos electorales han expresado su preocupación por la posibilidad de que el voto electrónico facilite la manipulación del resultado, como algunos alegan que ocurrió durante las elecciones internas de 2021 del partido Nuevas Ideas de Bukele.

A pesar de la insistencia del gobierno en que la votación será justa, Claudia Ortiz, abogada y legisladora del partido opositor Vamos, cree que la ley tiene fallos.

“Hay decisiones que demuestran la falta de independencia del TSE”, dice Ortiz. “El árbitro no es imparcial”.

En Los Ángeles, “bukelefílicos” y “bukelefóbicos” se han enfrentado en los últimos años en contramanifestaciones en el MacArthur Park y otros lugares. Aun así, el apoyo a Bukele entre muchos residentes del sur de California sigue siendo fuerte.

El activista salvadoreño César Fuentes sostiene un cartel en junio de 2022.
El activista salvadoreño César Fuentes sostiene un cartel que afirma que el presidente de El Salvador, Nayib Armando Bukele Ortez, es líder de una pandilla, mientras protestaba por la IX Cumbre de las Américas, en el Centro de Convenciones de Los Ángeles, el lunes 6 de junio de 2022.
(Raul Roa/Los Angeles Times)

Antes de abandonar su tierra natal, Salvador Martínez, residente en Los Ángeles desde 1989, sólo había votado por presidente una vez. Eso fue en 1984, cuando apoyó a José Napoleón Duarte, el candidato del Partido Demócrata Cristiano (PDC), que gobernó durante el tramo más sangriento de la guerra civil. En febrero, Martínez planea votar por el actual mandatario.

“Queremos que siga gobernando el mismo presidente”, dijo este mecánico oriundo de Sonsonate, citando cómo la tasa de asesinatos de El Salvador ha descendido bajo el mandato de Bukele. “Si un gobierno funciona bien y el pueblo está de acuerdo, merece la reelección. No importa lo que diga la Constitución”.

Aunque el gobierno de Biden ha criticado las políticas de Bukele en el pasado, ha adoptado un enfoque más cauto ante la perspectiva de otros cuatro años. Cuando Brian A. Nichols, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, visitó El Salvador en octubre, reconoció que podría haber dudas sobre la “legalidad y legitimidad” de las elecciones pendientes. Pero dijo que correspondía al pueblo salvadoreño determinar quien debería ser su próximo presidente. Biden se ha visto sometido a una presión cada vez mayor para frenar el número de inmigrantes que llegan a la frontera sur de Estados Unidos, entre ellos 61,515 salvadoreños que fueron detenidos allí en el año fiscal 2023, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.

El autoritarismo se ha extendido por toda la región, con Daniel Ortega consolidando su control sobre Nicaragua, y en Guatemala los políticos conservadores utilizando todos los recursos disponibles del gobierno para impedir que el presidente electo, Bernardo Arévalo, tome posesión de su cargo.

Salvador “Chamba” Sánchez, antiguo organizador sindical y ahora politólogo en Los Ángeles, dijo que los activistas anti-Bukele y los adversarios políticos “están en una cuesta arriba” contra el popular presidente de El Salvador.

“Están perdiendo el tiempo”, dijo. “Lo que el gobierno de Biden quiere es estabilidad. No le importa la democracia en El Salvador”.

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