Pirch manda avisos de despido después de cerrar abruptamente tiendas y engañar a los clientes

Pirch, el minorista de lujo cerrado con sede en Carlsbad que operaba alrededor de media docena de salas de exposición en todo el sur de California hasta el mes pasado, está despidiendo a 40 empleados, según los avisos de Notificación de Ajuste y Reentrenamiento de Trabajadores (WARN) presentados esta semana ante el Departamento de Desarrollo del Empleo del estado. .

La empresa presentó avisos el 4 de abril para cuatro ubicaciones. Uno es su sala de exposición en Westfield UTC, con 23 despidos. Los otros están en Mission Viejo y Laguna Niguel, con 17 despidos entre ellos.

Otras ubicaciones de Pirch, incluidas las oficinas corporativas en Carlsbad, no están incluidas en estas presentaciones.

Los empleadores que deben presentar avisos WARN generalmente deben avisar con 30 o 60 días de antelación para los despidos, un plazo que pretende dar tiempo a los trabajadores afectados para planificar.

En la situación de Pirch, las notificaciones de despido se presentaron y entraron en vigor en la misma fecha (4 de abril), una brusquedad que refleja el cierre repentino de todas sus tiendas en todo el sur de California en marzo.

Juicios civiles y otras denuncias

Paralelamente, Pirch es objeto de más de una docena de demandas civiles presentadas en las últimas semanas por sus propietarios, clientes y al menos un comerciante.

En el condado de Orange, se presentaron 11 demandas entre el 28 de febrero y el martes. El caso de febrero es un desahucio y el último es un incumplimiento de contrato. Un cliente, Marshall Krupp, demandó a Pirch alegando incumplimiento de contrato o garantía.

En un correo electrónico dirigido al director ejecutivo de Pirch, Steve Smith, y a su equipo de liderazgo, compartido con el San Diego Union-Tribune, Krupp escribió que compró electrodomésticos por casi 50.000 dólares en la tienda de Costa Mesa, que, según dijo, nunca fueron entregados. Luego fue bloqueado cuando pidió un reembolso o información, escribió.

En la demanda de Krupp, Pirch es codemandado junto con su matriz corporativa, la empresa de capital privado L. Catterton.

En otros casos, Pirch aparece junto a personas que parecen haber sido asociados de ventas de Pirch, según sus perfiles en línea.

Otros consumidores buscan un recurso a través del sistema de justicia penal.

Sandra Freiwald y su marido compraron más de 43.000 dólares en productos de Pirch a finales de febrero. La compañía no respondió a los mensajes telefónicos y solo envió respuestas automáticas a sus múltiples consultas, dijo el viernes.

Freiwald pidió una devolución de cargo a la tarjeta de crédito, que está marcada como “en revisión”. También presentó una denuncia ante la división de Delitos Económicos del Fiscal de Distrito del Condado de San Diego y obtuvo una respuesta de que la oficina investigará, dijo.

Un portavoz de la fiscalía se negó a confirmar si está investigando a Pirch o no.

• La redactora Natallie Rocha contribuyó a este informe.
  
• El Union-Tribune busca entrevistar a empleados actuales o anteriores de Pirch. Si está dispuesto a hablar con un periodista, envíe un correo electrónico a roxana.popescu@sduniontribune.com.