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Juez reduce sentencia de los hermanos Menendez, acercándolos un paso más hacia la libertad

En esta combinación de dos fotografías de fichaje del Departamento de Correccionales
En esta combinación de dos fotografías de fichaje del Departamento de Correccionales de California, se puede ver a Erik Menendez, a la izquierda, y a su hermano Lyle Menendez.
(Departamento de Correccionales de California vía AP, Archivo)

LOS ÁNGELES (AP) — Erik y Lyle Menendez tendrán una nueva oportunidad de alcanzar su libertad después de pasar 35 años tras las rejas por el asesinato de sus padres, dictaminó un juez el martes.

El juez de la Corte Superior del condado de Los Ángeles, Michael Jesic, redujo las sentencias de los hermanos, quienes fueron condenados en un principio a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, a 50 años a cadena perpetua. A partir de ahora son elegibles a libertad condicional al amparo de la ley de delincuentes juveniles de California, debido a que cometieron el crimen antes de cumplir los 26 años.

La junta de libertad condicional del estado aún debe decidir si serán liberados

“No estoy diciendo que deban ser puestos en libertad, no me corresponde decidirlo”, dijo Jesic. “Creo que han hecho lo suficiente en los últimos 35 años como para que se les dé esa oportunidad”.

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Los hermanos no mostraron emoción alguna durante la mayor parte del testimonio —en el cual aparecieron a través de un enlace en vivo— pero compartieron risas cuando una de sus primas, Diane Hernandez, le dijo al tribunal que Erik Menendez recibió excelentes calificaciones en todas sus clases durante su más reciente semestre en la universidad.

Un juez de Los Ángeles preside la audiencia antes de decidir si deben ser liberados después de cumplir casi 30 años en prisión por el doble asesinato de sus padres. Dijo el martes que los fiscales deben demostrar que, en caso de ser liberados, los hermanos aún representan un riesgo de cometer un nuevo crimen violento.

En caso de que reduzca sus sentencias, los hermanos aún necesitarían de la aprobación de la junta de libertad condicional del estado para salir de prisión. Luego podrían quedar libres por tiempo cumplido.

En 1996 fueron sentenciados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por asesinar a su padre, Jose Menendez, y a su madre, Kitty Menendez, en su casa de Beverly Hills en 1989. En ese momento los hermanos tenían 18 y 21 años. Aunque los abogados defensores argumentaron que los hermanos actuaron en defensa propia después de sufrir de abuso sexual por parte de su padre durante años, la fiscalía señaló que los hermanos mataron a sus padres para recibir una herencia multimillonaria.

El caso ha captado la atención del público durante décadas, y el año pasado, la serie de Netflix “Monsters: The Lyle and Erik Menendez Story” y el documental “The Menendez Brothers” atrajeron nueva atención al caso. Partidarios de los hermanos en todo el país han participado en manifestaciones y audiencias en los últimos meses.

La audiencia comienza con el testimonio de un miembro de la familia

El primer testigo de la defensa fue Anamaria Baralt, una prima de Erik y Lyle, quien declaró que los hermanos han expresado remordimiento por sus acciones en repetidas ocasiones.

“Todos nosotros, de ambos lados de la familia, creemos que 35 años son suficientes”, subrayó Baralt. “Han sido universalmente perdonados por nuestra familia”.

Otra prima, Tamara Goodell, dijo que recientemente llevó a su hijo de 13 años a conocer a los hermanos en prisión, y que contribuirían mucho al mundo en caso de que sean liberados.

Hernandez, quien también testificó durante el primer juicio contra Erik y Lyle, habló sobre el abuso que presenció en el hogar de los Menendez cuando vivió con ellos y la llamada “regla del pasillo”.

“Cuando Jose estaba con uno de los chicos... ni siquiera podías subir las escaleras para estar en el mismo piso”, dijo Hernandez sobre el padre.

El juez decidirá sobre una sentencia menor

Los abogados de los hermanos deben demostrar que se han rehabilitado en prisión y merecen una sentencia menor de 50 años a cadena perpetua. Eso los haría elegibles a libertad condicional al amparo de la ley de delincuentes juveniles de California, al haber cometido el crimen antes de los 26 años.

Su abogado defensor, Mark Geragos, dijo el martes fuera del tribunal que quiere que el juez reduzca sus cargos a homicidio involuntario y les dé una sentencia de tiempo cumplido para que puedan ser liberados de inmediato.

Se tiene previsto que al menos siete miembros de la familia testifiquen en las audiencias.

Los fiscales del condado de Los Ángeles argumentaron en contra de la nueva sentencia. Afirman que los hermanos no han asumido por completo la responsabilidad por el crimen.

Geragos enfatizó que el propósito de la nueva sentencia es “fomentar la rehabilitación”.

“Esa es la ley”, dijo Geragos, “no volver a litigar los hechos del crimen como lo quiere hacer el fiscal”.

El exfiscal de distrito y la familia están a favor de la nueva sentencia

El anterior fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, George Gascón, había abierto la puerta a la posible libertad de los hermanos a finales del año pasado, cuando solicituó a un juez que redujera sus sentencias. Su oficina dijo que el caso se habría manejado de manera diferente hoy en día debido a la comprensión que se tiene en la actualidad sobre el abuso sexual y el trauma, además de la rehabilitación de los hermanos durante sus tres décadas en prisión.

La solicitud de Gascón para que obtengan una nueva sentencia gira en torno a los logros y la rehabilitación de los hermanos. Desde que fueron condenados, los hermanos han obtenido una educación, participado en clases de autoayuda y comenzado varios grupos de apoyo para otros reclusos.

Un exjuez que dijo que tiene una postura dura contra el crimen, Jonathan Colby, declaró ante el tribunal que estaba impresionado con los programas que los hermanos comenzaron desde prisión para brindar ayuda y cuidado a los reclusos mayores y discapacitados. Llegó a conocerlos a través de una serie de visitas a la cárcel.

“No conozco a muchos prisioneros como Erik y Lyle, que se preocupen tanto por los ancianos”, señaló.

Anerae Brown, un exrecluso, lloró mientras testificaba sobre cómo los hermanos lo ayudaron a sanar y a encaminarse hacia la rehabilitación, lo que llevó a su liberación de prisión.

Llamó a los programas que comenzaron como la “Universidad Menendez”.

“Ahora tengo hijos”, dijo. “Sin Lyle y Erik, tal vez anduviera por ahí haciendo estupideces”.

El nuevo fiscal de Los Ángeles cambió de rumbo

El actual fiscal de distrito Nathan Hochman dijo el martes que cree que los hermanos no están listos para una nueva sentencia porque “no han sido sinceros” sobre sus crímenes. Su oficina también ha dicho que no cree que hayan sido objeto de abusos sexuales.

“Nuestra posición no es ‘no’, no es ‘nunca’, es ‘aún no’”, dijo Hochman. “No han aceptado plenamente la responsabilidad por toda su conducta criminal”.

Recientemente, los fiscales citaron el análisis del psicólogo forense que dijo que hace poco los hermanos violaron las reglas de la cárcel al introducir teléfonos celulares de contrabando, lo que Hochman argumentó demostraba una incapacidad para regular su propio comportamiento. Llegó a la conclusión de que eran “moderadamente más propensos” que otros a involucrarse en actos de violencia dentro de la comunidad, dijo Hochman.

La oficina de Hochman intentó retirar en dos ocasiones la solicitud de una nueva sentencia, pero Jesic rechazó ambos intentos. Podría decidir sobre la nueva sentencia desde el estrado o emitir un fallo por escrito más adelante.

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Esta historia ha sido actualizada para corregir que el fallo fue emitido el martes, no el viernes, y corrige la ortografía del nombre de pila de Baralt.

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