Cómo elegir una sandía

Todos hemos pasado por eso. Llevar a casa una enorme y pesada sandía de la tienda o del mercado de agricultores, tan perfecta como se puede encontrar. Subirla por las escaleras y hacerle espacio en el refrigerador. Esperando el momento oportuno para partirla, un picnic tal vez, o un caluroso día de verano. Algo, cualquier cosa, para darle un poco de alegría al perpetuo día repetitivo que todos hemos vivido desde mediados de marzo.

Y entonces, al cortarla, ve que sus más profundos temores se han hecho realidad: es una sandía mala.

Nada puede superar la angustia de descubrir que su sandía cuidadosamente seleccionada es terrible. Es harinosa o insípida; o peor aún, tiene la integridad de la madera podrida o unas enormes manchas blancas que la hacen parecerse más al pepino que a la sandía (los dos pertenecen a la misma familia de las Cucurbitáceas, por cierto).

Cuando se examinan las frutas y verduras en el mercado, con algunas excepciones, es bastante fácil saber qué va a obtener. Lechugas, zanahorias, manzanas, bayas: se juzgan principalmente por la apariencia. Aunque no es una garantía de sabor, ¿qué es lo peor que sucede? Si obtiene una fresa sin sabor o un insípido tangelo, puede tirarlo con relativamente poco daño.

No es lo mismo con las sandías, que son las más riesgosas en cuanto a productos. Cuando ha elegido una buena, no hay mayor recompensa. Y cuando es mala, bueno, se las ha arreglado para crear instantáneamente 16 libras de basura y decepcionar a su familia, amigos y toda su burbuja de cuarentena.

¿Existe una forma infalible, respaldada por la ciencia y empíricamente correcta de elegir una sandía? Desafortunadamente no, de acuerdo con Zheng Wang, asesor agrícola de cultivos de hortalizas en la Extensión Cooperativa de la Universidad de California. La selección, como todas las cosas buenas de la vida, siempre será una especie de apuesta.

Si la sandía está demasiado pálida siga buscando.

(Mariah Tauger/Los Angeles Times)

“No creo que haya nada científicamente que garantice una sandía de primera calidad” dijo. Sin embargo, “Existen algunas técnicas sobre cuándo elegir una sandía”, señaló, como buscar un zarcillo seco en el campo, así como el color.

Ese momento de la cosecha es importante, dijo Wang, ya que, a diferencia de los tomates, que a menudo se recogen verdes y se dejan madurar durante el viaje a la tienda, las sandías no se automaduran. “Sea cual sea el nivel de madurez en el que está, es lo que obtendrá”, expuso.

¿Qué pasa con las sandías con semillas frente a las sandías sin semillas?

Las variedades sin semillas comenzaron a estar disponibles comercialmente en la década de 1990, según la Extensión de la Universidad Estatal de Michigan. Ahora dominan el mercado; hoy en día, alrededor del 85% de las sandías producidas en Estados Unidos no tienen semillas.

Hay algunos puristas que afirman que las sandías con semillas de tiempos pasados eran más dulces y sabrosas. Si eso es cierto, o simplemente se está mirando el pasado a través de lentes de color sandía, es obviamente subjetivo. Wang señala que, a lo largo de los años, los cultivadores han mejorado el contenido de azúcar de los tipos de sandía sin semillas. “Personalmente no creo que el sabor sea peor”, dijo Wang.

Recientemente, el columnista de cocina del Times, Ben Mims, y yo hicimos un experimento rigurosamente no científico en el que cada uno de nosotros seleccionó cinco sandías para probar: el objetivo era elegir cuatro que pensábamos que serían buenas, así como elegir deliberadamente una mala. (Vea el video completo en el canal de YouTube de Los Angeles Times Food para ver los resultados de nuestro estudio).

Hay tres medidas que querrá usar para juzgar una sandía: apariencia, peso y, aquí es donde se vuelve un poco ambiguo, el sonido que hace cuando la golpea.

Apariencia

Si tienes dos sandías y una es más pesada que la otra escoge la más pesada.

(Mariah Tauger/Los Angeles Times)

Ben elige casi exclusivamente por la apariencia: busque una forma uniforme y un color verde intenso. Si la sandía está demasiado pálida o manchada en algunas partes, siga buscando. Una mancha solar, o una mancha naranja/amarilla de donde la sandía se sentó en el campo, también es algo que hay que buscar, pero no es completamente necesario. Algunas de las mejores sandías que probamos no tenían una mancha solar.

¿Hay bultos o protuberancias extrañas en la superficie? ¿Se ve un poco desproporcionada en las manchas? No es un factor decisivo en sí mismo, pero busque algo suave y simétrico.

Peso

Las sandías contienen alrededor del 92% de agua. Es lógico, por lo tanto, que una sandía crujiente y jugosa va a pesar mucho.

Si tiene dos sandías del mismo tamaño, pero uno es notablemente más pesado, elija el pesado. “Eso le dice el contenido de agua de la sandía”, dijo Eric Hester de Weiser Family Farms en Tehachapi. (Weiser tiene un puesto en el mercado de agricultores de Santa Mónica, que recientemente visité).

Sonido

Si ha estado en un buen mercado, ha visto a gente escudriñando y golpeando sandías con la confianza de un experto gemólogo. Pero también es el más subjetivo de todos los puntos de referencia: ¿Qué es exactamente lo que escucha cuando le da un golpe?

“Busca un bonito color, más pesado y de sonido hueco”, dijo Carter Clary de McGrath Family Farm en Camarillo (que también vende en el mercado de Santa Mónica), señalando que está buscando un “tono más bajo” en lugar de algo alto y de sonido cerrado.

Aprendí un truco al ver un video en el sitio web de las granjas Perry & Sons en Manteca, California. (cuyos productos están disponibles en grandes minoristas como Safeway y Target):

Sostenga la sandía en una mano, con la palma hacia arriba en la parte inferior de la sandía. Golpee firmemente en la parte superior. Si es una buena, debería poder sentir la vibración en su mano inferior. Si no siente nada, puede haber un problema. Durante nuestra prueba de sabor extraoficial, elegí deliberadamente una sandía en la que no podía sentir nada en mi mano inferior cuando golpeé la parte superior, y terminó siendo la peor sandía de las 10 que Ben y yo seleccionamos.

Si está buscando salvar una sandía insatisfactoria, hay maneras: añada un chorrito de lima y un poco de Tajín para resaltar la dulzura; prepare una ensalada con queso feta y menta; si tiene un extractor de jugo, haga zumo fresco o batido (sandía-pepino y sandía-fresa son buenas combinaciones).

Y si todo lo demás falla, vierta una botella de vodka en ella. Si lo ayudó a pasar la universidad, tal vez también pueda ayudarlo a superar la pandemia.

×

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí