Cómo los insectos y el jugo de remolacha podrían reemplazar los colorantes artificiales en alimentos

El secretario de Salud Robert F. Kennedy Jr. dijo que se trata de “compuestos venenosos” que ponen en peligro la salud y el desarrollo de los niños
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SAN LUIS . — A medida que crece la presión para eliminar los colorantes artificiales del suministro de alimentos en Estados Unidos, el cambio bien podría comenzar en el laboratorio de Abby Tampow.
Una tarde de abril, la científica se inclinaba sobre pequeños platos de tinte rojo, cada uno con un tono rubí ligeramente diferente. ¿Su tarea? Igualar el tono sintético utilizado durante años en una vinagreta de frambuesa embotellada comercialmente, pero utilizando sólo ingredientes naturales.
“Con este rojo, necesita un poco más de naranja”, declaró Tampow, mezclando una papilla de jugo de zanahoria negra violácea con un poco de betacaroteno, un color rojo anaranjado hecho de algas.
Tampow forma parte del equipo de Sensient Technologies Corp., uno de los mayores fabricantes de tintes del mundo, que se apresura a ayudar al fabricante de aderezos para ensaladas, junto con miles de otras empresas estadounidenses, a cumplir con las exigencias de renovar los colores utilizados para dar brillo a productos que van desde cereales hasta bebidas deportivas.
“La mayor parte de nuestros clientes han decidido que este es finalmente el momento en el que van a hacer ese cambio a un color natural”, comentó Dave Gebhardt, director técnico sénior de Sensient. Se sumó a un recorrido reciente por la fábrica de Sensient Colors en un vecindario del norte de San Luis.
La semana pasada, funcionarios de salud de Estados Unidos anunciaron planes para persuadir a las empresas alimentarias a eliminar voluntariamente los colorantes artificiales hechos a base de petróleo para finales de 2026.
El secretario de Salud Robert F. Kennedy Jr. dijo que se trata de “compuestos venenosos” que ponen en peligro la salud y el desarrollo de los niños, citando evidencia limitada de posibles riesgos para la salud.
El impulso federal sigue a una serie de leyes estatales y una decisión de enero de prohibir el tinte artificial llamado Rojo 3, que se encuentra en pasteles, caramelos y algunos medicamentos, debido a los riesgos de que cause cáncer en animales de laboratorio. Influencers en redes sociales y consumidores comunes han intensificado los llamados para que se eliminen los colores artificiales de los alimentos.
El cambio a colores naturales podría no ser rápido
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) permite el uso de unas tres docenas de aditivos de color, incluidos ocho tintes sintéticos restantes. Pero hacer el cambio de los tintes a base de petróleo a colores derivados de vegetales, frutas, flores e incluso insectos no será fácil, rápido ni barato, explicó Monica Giusti, experta en colorantes para alimentos de la Universidad Estatal de Ohio.
“Estudio tras estudio ha demostrado que si todas las empresas eliminaran los colores sintéticos de sus fórmulas, el suministro de las alternativas naturales sería insuficiente”, expresó Giusti. “Realmente no estamos preparados”.
Puede llevar de seis meses a un año convertir un solo producto de un tinte sintético a uno natural. Y podría requerir de tres a cuatro años aumentar el suministro de productos botánicos necesarios para un cambio en toda la industria, indican funcionarios de Sensient.
“No es como si hubiera 150 millones de libras de jugo de remolacha esperando por si acaso todo el mercado se convierte”, señala Paul Manning, director ejecutivo de la empresa. “Se requiere cultivar, extraer del suelo y procesar decenas de millones de libras de estos productos”.
Para hacer tintes naturales, Sensient trabaja con agricultores y productores de todo el mundo para cosechar las materias primas, que generalmente llegan a la planta en forma de concentrados a granel. Se procesan y mezclan en líquidos, gránulos o polvos y luego se envían a las empresas alimentarias para ser añadidos a los productos finales.
Los tintes naturales son más difíciles de hacer y usar que los colores artificiales. Son menos constantes en color, menos estables y están sujetos a cambios relacionados con la acidez, el calor y la luz, indicó Manning. El azul es especialmente difícil. No hay muchas fuentes naturales de ese color, y las que existen pueden ser difíciles de mantener durante el procesamiento.
Además, un color natural cuesta aproximadamente 10 veces más de hacer que la versión sintética, estimó Manning.
“¿Cómo se obtiene esa misma viveza, ese mismo rendimiento, ese mismo nivel de seguridad en ese producto que el que se tendría en un producto sintético?” expresó. “Hay mucha complejidad asociada con eso”.
Los insectos que podrían hacer el “rosa Barbie” en forma natural
Las empresas han utilizado durante mucho tiempo el tinte sintético Rojo 3 para crear lo que los funcionarios de Sensient llaman “el rosa Barbie”.
Para crear ese color con una fuente natural podría requerirse el uso de cochinilla, un insecto del tamaño de un grano de pimienta.
Las hembras de los insectos liberan un pigmento rojo vibrante —ácido carmínico— en sus cuerpos y huevos. Estos insectos sólo viven en cactus de nopal en Perú y otros lugares. Se necesitan aproximadamente 70.000 insectos de cochinilla para producir 1 kilogramo de tinte, equivalente a unas 2,2 libras.
“Es interesante cómo los colores más exóticos se encuentran en los lugares más exóticos”, comentó Norb Nobrega, quien viaja por el mundo buscando nuevos tonos para Sensient.
Los tintes artificiales se utilizan ampliamente en los alimentos de Estados Unidos. Aproximadamente 1 de cada 5 productos alimenticios en el país contiene colores añadidos, ya sean naturales o sintéticos, estimó Manning. Muchos contienen varios colores.
La FDA requiere que se envíe una muestra de cada lote de colores sintéticos para pruebas y certificación. Los aditivos de color derivados de fuentes vegetales, animales o minerales están exentos, pero han sido evaluados por la agencia.
Activistas de la salud han pedido desde hace tiempo la eliminación de los tintes artificiales de los alimentos, citando estudios mixtos que indican que pueden causar problemas neuroconductuales, incluidos hiperactividad y problemas de atención, en algunos niños.
La FDA dice que los tintes aprobados son seguros cuando se usan de acuerdo con las regulaciones y que “la mayoría de los niños no tienen efectos adversos al consumir alimentos que contienen aditivos de color”.
Pero los críticos señalan que los colores añadidos son un componente clave de los alimentos ultraprocesados, que representan más del 70% de la dieta de los estadounidenses y se han vinculado con una serie de problemas de salud crónicos, incluidas enfermedades cardíacas, diabetes y obesidad.
“Estoy totalmente a favor de sacar los colorantes alimentarios artificiales del suministro de alimentos”, manifestó Marion Nestle, experta en políticas alimentarias. “Son estrictamente cosméticos, no tienen propósito de salud ni de seguridad, son marcadores de alimentos ultraprocesados y pueden ser perjudiciales para algunos niños”.
La historia de los cereales Trix
El color es un poderoso impulsor del comportamiento del consumidor, y los cambios pueden tener un efecto contraproducente, señaló Giusti. En 2016, el gigante alimentario General Mills eliminó los tintes artificiales de los cereales Trix después de recibir solicitudes de los consumidores, cambiando a fuentes naturales que incluían cúrcuma, fresas y rábanos.
Pero el cereal perdió sus colores neón, lo que resultó en tonos más apagados, y los consumidores reaccionaron negativamente. Los fanáticos de Trix dijeron que extrañaban los colores brillantes y el sabor familiar del cereal. En 2017 la empresa volvió a los colores que solía usar.
“Cuando es un producto que ya amas, que estás acostumbrado a consumir, y cambia ligeramente, entonces puede que realmente no sea la misma experiencia”, sostuvo Giusti. “Anunciar un cambio regulatorio es un paso, pero luego la implementación es otra cosa”.
Kennedy expresó que las autoridades federales tienen un “entendimiento” con las empresas alimentarias para eliminar gradualmente los colores artificiales. Funcionarios de la industria dijeron a The Associated Press que no hay un acuerdo formal.
Sin embargo, varias empresas han dicho que planean acelerar un cambio a colores naturales en algunos de sus productos.
El director general de PepsiCo, Ramon Laguarta, sostuvo que la mayoría de sus productos ya están libres de colores artificiales, y que sus marcas Lays y Tostitos los eliminarán para finales de este año. Indicó que la empresa planea eliminar los colores artificiales, o al menos ofrecer a los consumidores una alternativa natural, en los próximos años.
Representantes de General Mills indicaron que están “comprometidos a continuar la conversación” con el gobierno. Funcionarios de WK Kellogg apuntaron que están reformulando los cereales utilizados en los programas de almuerzo escolar del país para eliminar los tintes artificiales, y detendrán cualquier nuevo producto que los contenga a partir de enero próximo.
Funcionarios de Sensient no confirmaron qué empresas están buscando ayuda para hacer el cambio, pero dijeron que están listos para el incremento.
“Ahora que hay una fecha, hay un cronograma”, indicó Manning. “Ciertamente requiere acción”.
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