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Doc Rivers renunció – brevemente – como entrenador de Clippers después de una semana en el trabajo

El entrenador de Clippers, Doc Rivers, en un juego contra los Pelicans en 2018.
Cuando el entonces dueño Donald Sterling trató de desmantelar un acuerdo para obtener a JJ Redick, Doc Rivers brevemente renunció el trabajo que recién había obtenido como entrenador de Clippers. Es algo bueno que ambos cambiaran de parecer.
(Getty Images)
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La transformación de Clippers de ser el hazmerreír a potencialmente ser un contendiente empezó antes de que Doc Rivers llegara. El equipo tuvo dos temporadas ganadoras seguidas y ganó su primer título de la división en 2013, antes de tomar caminos separados con Vinny Del Negro y hacer un trato con los Celtis de Boston para pavimentar el camio a Rivers.

Claro, el equipo había tenido una experiencia similar incluso antes de esa. Larry Borwn había entrenado a los Clippers en dos playoffs consecutivos en 1992 y 1993 antes de renunciar abruptamente. Elton Brand capitaneó a Clippers en 2006 para ganar su primera serie en 30 años antes de salirse dos años después.

Incluso los “Lob City” casi se convierten también en un pasaje de dos años – torpedeado por el entonces dueño Donald Sterling antes de que (por un corto tiempo) volviera a sus sentidos.

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Rivers casi se convierte en el entrenador con menor tenencia en la historia del equipo, después de que Sterling decidiera tumbar un acuerdo que envolvía tres equipos para traer a JJ Redick a Clippers en 2013.

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“Estuve en mi trabajo por seis días y renuncié”, dijo Rivers. “El acuerdo se había confirmado y todos decían que era un gran acuerdo. Volé a casa en Orlando por un par de días y recibí una llamada de [el expresidente de Clippers] Andy Roeser diciendo que Donald Sterling había decidido que no quería hacer el acuerdo. Yo dije, ‘¿Qué quieres decir? El acuerdo está hecho. JJ es un agente libre. Él se salió de un acuerdo para firmar con nosotros. Si no hacemos este acuerdo nunca obtendremos otro agente libre. Es nuestra palabra’”.

Redick había sido adquirido por los Bucks de Milkwaukee en un acuerdo de firma-e-intercambio de cuatro años, por $27 millones con los Clippers. Redick rechazó ofertas similares de otros equipos que ya no estaban disponibles. Rivers, quien también era el vicepresidente de operaciones de Clippers, pensó que tenía la máxima autoridad sobre la nómina.

“Me puse al teléfono con Donald y él me estaba diciendo cuán grande era su palabra”, dijo Rivers. …“Yo estaba en el estacionamiento del aeropuerto gritando: ‘¡No, no, no! ¡Tú no vas a hacer esto! ¡Esta es mi reputación!’. Él simplemente continuó una y otra vez sobre su reputación y lo grandioso que era”.

Former Clippers owner Donald Sterling watches a game against the Lakers in 2011.
(Associated Press)

“Por fin, al final de eso dije: ‘Si no hace el canje, renuncio’. Él dijo: ‘¡No puedes renunciar, tu firmaste un acuerdo de cinco años, me aseguraré que no vuelvas a dirigir en ningún otro lado! Dije: ‘Estoy bien con eso. Encontraré un trabajo. Haré lo que sea. Haré algo, pero no haré esto. Le di mi palabra al muchacho. Estrechamos las manos”.

La siguiente mañana, Roeser le dijo a Rivers que el acuerdo estaba hecho. “Aún no tengo idea de lo qué pasó”, dijo Rivers. “Me imagino que Donald solo cambió de parecer, pero yo había renunciado”.

(Se intentó comunicarse con Sterling por medio de su abogado para obtener una respuesta fallida).

Lo cerca que estuvo con Redick refleja que tan precario cualquier éxito iba a ser con Sterling al mando. Los Clippers estaban siempre a solo una llamada o conversación grabada para que hubiera una implosión.

“Pensé que necesitaba un cambio cuando dejé Boston, y pensé que ir a los Clippers era la decisión correcta, y supe después de tres días que me equivoqué”, dijo Rivers. “Basado en las reuniones con la organización, a la actitud en la organización, ellos literalmente pensaron que era el demonio. Recuerdo la primera reunión vivamente. La gente decía que llevaban ahí 15 años o 20 años y estaba sentado ahí y digo: ‘Sin ofender, esta ha sido la peor organización en básquetbol en los últimos 20 años, ¿Por qué [explícito] estamos celebrando esto?’. Estoy siendo honesto. No estoy impresionado por ninguno que piense que la longevidad es buena a menos de que sea una longevidad exitosa. El cuarto enmudeció y sabía que había hecho muchos enemigos, pero estaba bien con eso”.

Clippers coach Doc Rivers smiles during a game against the Boston Celtics in February.
(Getty Images)

Los Clippers pasaron de ser un equipo en arenas movedizas bajo Sterling a una franquicia modelo después con Steve Ballmer, quien compró el equipo por $2 mil millones, hace cinco años. Ellos ganaron la pretemporada con las adquisiciones de Kawhi Leonard y Paul George, dos productos locales que despreciaron a los Lakers – George el año pasado, Leonard este.

Ballmer, dijo Rivers, ha sido “fenomenal trabajar con él. Él tiene más energía de la que cualquiera pueda necesitar. Después que de Kawhi firmó, teníamos una reunión y Ballmer entró lanzando puños al aire y haciendo estos ruidos y Kawhi, quien no dice mucho, se inclina y dice: ‘Este hombre tiene mucha energía’”.

Una de las primeras cosas que Rivers quería que los Clippers hicieran, cuando él se unió a la organización, era tratar de separarlos de los Lakers. Él quería que las banderas de los campeonatos y las camisetas retiradas que colgaban en Staples Center se cubrieran con jugadores de Clippers durante los juegos de Clippers.

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“La respuesta que obtuve fue ridícula”, recordó. “Ellos me dijeron: ‘No podemos hacer eso, ellos se molestarían con nosotros’. Esa fue la respuesta de ellos, y dije: ‘OK, ¿y qué? Ellos son el oponente. El oponente nunca debería estar contento contigo’. Fue increíble”.

Es una de las muchas razones por las que Rivers cree que es imperativo que los Clippers rompan terreno en una propuesta para una arena de mil millones de dólares en Inglewood, que está programada para abrir en 2024 cuando el acuerdo de arrendamiento finaliza en Staples Center.

“La arena es una obligación”, dijo Rivers. “Somos el tercer inquilino en nuestra arena. …Tenemos un tramo esta temporada en donde vamos a jugar cinco partidos afuera, regresamos por uno, y salimos por cinco más. Nadie más hace eso. Solo para eso necesitamos la separación”.

Rivers y Ballmer quieren construir una base de aficionados aquí en una ciudad que será vista por mucho tiempo como una ciudad de Lakers, no importa lo que hagan.

“No vamos a quitarle los aficionados a Lakers”, dijo Rivers. “Sus aficionados no van a despertar un día en la mañana y decidir ser aficionados de Clippers. Eso nunca va a pasar, pero está bien”.

“Hay suficiente gente en L.A. Vamos a mantener nuestros aficionados y atraer nuevos aficionados. …Siempre vamos a ser el segundo hijo, pero el segundo hijo que puede ganar títulos”.

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