FARMER: Los Rams están casi fuera de los playoffs, con juegos ante 49ers y Seahawks en el calendario

Los Rams están girando mientras caen al suelo.

Y no están solos.

Cuatro de los seis equipos de la NFC que estuvieron en los playoffs la temporada pasada han tenido derrotas colosales: los Rams, los Eagles de Filadelfia, Cowboys de Dallas y los Bears de Chicago.

Los Rams y los Bears están muertos en el agua. La única razón por la cual los Cowboys y los Eagles están en la pelea es porque el Este de la NFC es muy malo.

Su humillante derrota de 45-6 ante los Ravens los dejó con cero margen de error en los últimos cinco partidos de la temporada. Es casi seguro que necesitarán que el equipo termine con un récord de 11-5 para tener esperanzas del comodín de la NFC y los Rams, que tienen un récord de 6-5, ya no pueden perder un solo juego más.

Eso significa que van a tener que ganar el resto del calendario: en Arizona, Seattle, en Dallas, en San Francisco, y el último juego en casa ante Arizona.

De la forma en la que han jugado ante los Ravens, realísticamente tendrán en esos juegos un récord de 1-4 o 2-3.

Sí, el mariscal de los Ravens, Lamar Jackson, es un talento generacional. Sí, Baltimore está teniendo una racha tremenda, donde ha ganado siete al hilo. Pero equipos que se respetan no pierden en casa, 45-6, en televisión nacional. Esas derrotas te quiebran el alma.

A diferencia del año pasado, cuando tenían una ofensiva dominante, los Rams se han quedado atrás esta temporada. El running back Todd Gurley ya no es el mismo- no ha sido el mismo desde el juego de campeonato de la NFC el año pasado en Nueva Orleans- tampoco ha sido el mismo su mariscal Jared Goff. La línea ofensiva, tan sólida y confiable en los últimos dos años, es una serie de puertas que giran.

Y la defensiva, revitalizada por el intercambio del esquinero Jalen Ramsey hace cinco semanas, estaba confundida en casi todo el partido ante los Ravens.

Goff trató de poner el dedo en los problemas que tienen los Rams.

“Un millón de cosas”, declaró. “Creo que no hay una sola cosa. Se trata de mejorar consistentemente. Sé que es fácil decir eso, pero es la verdad. Necesitamos ser mejores de comienzo a fin, y no matarnos con pequeños errores y penaltis. Puedo distribuir mejor la pelota, podemos hacer diferentes cosas al correr con la pelota. Hay un millón de cosas. No hay una sola cosa, creo que necesitamos concentrarnos en cada juego, todos los días, concentrarnos en mejorar, confiar en la gente alrededor de nosotros y dar lo mejor de nosotros”.

¿Han tratado de armar un rompecabezas? ¿Qué tal uno con un millón de piezas?

Así se siente.