El nombre es Bond – Jonathan Bond, y espera ser el portero del Galaxy

Jonathan Bond quiere dejar una cosa clara desde el principio: a pesar del marcado acento británico, no sabe más de la familia real que lo que aprendió en la entrevista con Oprah esta semana.

Pero sí siente empatía por Meghan Markle, que creció en el Sur de California, se casó con un príncipe de la vida real y luego descubrió que no encajaba en la monarquía.

“Estoy seguro de que no es fácil ser alguien que empieza como ‘una persona normal’ y de repente tiene que encajar en este régimen”, dijo. “Imagino que es difícil”.

Algo así como un portero que crece rodeado de la realeza del fútbol en la Premier League inglesa y luego, en la plenitud de su carrera, se marcha a las colonias donde debe adaptarse al régimen de la MLS con el Galaxy.

“Es ciertamente una transición”, dijo Bond, que creció en las afueras de Londres, en una ciudad que originalmente recibió los estatutos de Enrique VIII. “Obviamente, es muy diferente”.

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Y diferente es exactamente lo que Bond, de 27 años, quería después de pasar nueve temporadas rebotando entre ocho clubes de cuatro ligas en Inglaterra, siendo titular solo una vez en más de 14 partidos.

“Jugué una cantidad decente de fútbol a un buen nivel. Pero llegó el momento en que estoy en un equipo de la Premier League pero no juego. Y jugar es lo que todo jugador quiere”, dijo Bond, que pasó las últimas tres temporadas respaldando a Sam Johnstone con el Albion de West Bromwich.

“La naturaleza de ser un portero es que solo puede jugar uno y el portero que estaba detrás de mí en el West Brom no se perdió ni un partido en las 2½ temporadas que estuve allí. Nunca tuve una oportunidad”.

La tendrá con el Galaxy. Con la marcha de David Bingham, el titular de las tres últimas temporadas, el Galaxy ha iniciado la pretemporada este mes con cuatro porteros que luchan por ser el número 1. Y solo uno – Jonathan Klinsmann, que se incorporó al equipo el pasado agosto – ha jugado un partido de la MLS.

“Son jugadores que se encuentran en etapas similares de sus carreras”, dijo Kevin Hartman, el entrenador de porteros del Galaxy y el líder de la franquicia en victorias y goles evitados. “Pero también siento que hay una verdadera competencia”.

Eso le parece bien a Bond, un portero atlético de 1.90 metros que sentía que nunca tuvo la oportunidad de competir en Inglaterra. Al mismo tiempo, no es una competencia que piense perder luego de haber viajado 5.300 millas.

“Nada está garantizado”, dijo. “Todo el mundo sabe que hay que entrenar bien, que hay que jugar bien. Llevo suficiente tiempo en el fútbol como para saberlo”.

Jonathan Bond reacts during an FA Cup match between West Bromwich Albion and Wigan Athletic in January 2019.

(Stu Forster / Getty Images)

“Pero mi mentalidad es venir aquí a jugar y ser el número 1. Es imprescindible para mí jugar una temporada completa y ayudar al equipo a hacerlo bien. Así que esa es mi mentalidad y ya veremos qué pasa”.

Bond no es ajeno a su nuevo hogar. Su madre Elena es de Seattle – donde era fan de la versión de la Liga de Fútbol Norteamericana de los Sounders de Seattle – y la familia visitaba la Costa Oeste a menudo cuando Bond era un niño. Incluso tiene pasaporte estadounidense, que su madre le instó a renovar porque... bueno, nunca se sabe cuándo puede llamar un equipo de la MLS.

En realidad, Bond dice que varios equipos, entre ellos los Red Bulls de Nueva York y el Inter de Miami, se pusieron en contacto con él el año pasado. Sin embargo, los dos acuerdos que creía cerrados se rompieron, lo que abrió el camino para que el Galaxy lo fichara en enero en una transferencia gratuita.

El contrato es por dos temporadas, con dos años adicionales de opción del club, y si se queda durante todo el transcurso del acuerdo, igualará los cuatro años que pasó con el Watford de la Championship de segunda categoría, su período más largo con un club.

Hartman cree que la carrera de Bond facilitará su transición a la MLS, donde los viajes, el clima húmedo del verano y las variadas condiciones del terreno de juego pueden suponer un reto para los jugadores importados de Europa.

“Parece perfectamente situado y lo suficientemente maduro como para hacer frente a lo que se le presente”, manifestó Hartman. “No se ve como alguien que haya tenido problemas para perseverar”.

Dijo Bond: “Al final hay dos porterías, una en cada extremo, y es un campo verde. No puede ser tan diferente”.

Uno de los jugadores que tuvo problemas para dar el salto al Galaxy y a la MLS fue Carlo Cudicini, el portero al que Bond - aficionado al Chelsea – animaba de niño. Cudicini perdió la titularidad a mitad de su primera temporada y fue dejado ir antes de poder empezar una segunda.

Bond dijo que ha pagado un depósito por un lugar en el Westside, no lejos de Santa Mónica.

“Solo necesito conseguir muebles”, dijo.

Tal vez quiera pensar en pagar eso en efectivo porque, con su acento, cada vez que firma un recibo de tarjeta de crédito “J. Bond”, parece dejar a la gente un poco sorprendida.

“Si tengo que comprar un sofá o algo así, es algo que me pasa constantemente”, relata. “También me pasaba en Inglaterra. Nadie puede evitarlo. Tienen que decir algo sobre Moneypenny, uno de los personajes ficticios de las películas de James Bond”.

Ganar la titularidad con el Galaxy le dará la oportunidad de hacerse un nuevo nombre.

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