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Columna: Freddy Rincón partió el futbol colombiano en dos. ¡Adiós ‘Coloso’ y gracias por todo!

Colombia National Team’s Freddy Rincon, right.
(Michael Caulfield / Associated Press)

Tras sufrir unas graves lesiones a la cabeza en un aparatoso accidente automovilístico, el exjugador de la selección Colombia, Freddy Rincón falleció el miércoles en una clínica de Cali.

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El cronómetro en la pantalla marcaba 92 minutos de juego y Colombia se despedía de la primera fase del Mundial de Italia ‘90 al verse abajo parcialmente 1-0 ante la eventual campeona Alemania Occidental.

Colombia necesitaba de un triunfo o un empate para avanzar a Octavos de Final.

Freddy Rincón presionó y Leonel Álvarez recuperó el balón de un ataque teutón y de ahí, los cafeteros armaron una obra de arte en el contraataque, una pincelada que ni el mismo Picasso había plasmado – aquí una pausa para el cliché – y que inició el mismo ‘Coloso’ de Buenaventura al sacrificarse con labores defensivas.

Álvarez tocó para Luis Fajardo, quien dejó un poco fuerte para Carlos Valderrama, pero el ‘Pibe’ como maestro dominó ante la marca entre dos y se encontró con un Rincón que había “pegado la carrera” desde el área comandada por René Higuita hasta pasada la media cancha para acompañar la jugada.

La secuencia entonces se aceleró, el ‘Coloso’ tocó en corto para el ‘Bendito’ Fajardo y este regresó para Valderrama que, con un zarpazo con su izquierda, la menos hábil, dejó mano a mano a Rincón, quien con su potente y corpulento físico definió con una elegancia ante Bodo Illgner que quizá necesito de unas puntadas para tapar el túnel que abrió el camino a la celebración de millones de colombianos en el mundo.

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Tras sufrir unas graves lesiones a la cabeza en un aparatoso accidente automovilístico, el exjugador de la selección Colombia, Freddy Rincón falleció el miércoles en una clínica de Cali.

Tras escuchar sobre la tragedia que eventualmente le costó la vida al exmediocampista de la selección Colombia, me invadió la nostalgia. Ese gol marcó, por lo menos así lo creo, un antes y un después en el futbol colombiano.

Ese gol permitió soñar en grande. Arrancarles ese punto a los alemanes abrió las puertas aún más al mundo y fue ratificado después con la hazaña del 5-0 en las siguientes eliminatorias ante Argentina en 1993. En esa ocasión, Rincón anotó dos veces.

Pero ese gol, el de Italia ‘90, fue el que me abrió los ojos al futbol en otra dimensión.

Al acabar el partido, recuerdo buscar de inmediato mi balón y a mi hermano para repetir la jugada una y otra vez, justo afuera de nuestro apartamento en Maicao, un pequeño municipio del departamento de La Guajira, al norte de Colombia y a 5,243 millas de Milán, donde acababa de ocurrir el momento más grande en la historia del futbol colombiano.

Mi hermano y yo nos tomábamos turnos. Yo era Rincón y él era Illgner, yo anotaba sin mucha coherencia física, pero en mi mente imitaba bien a la gacela. Luego él era el ‘Coloso’ y yo el alemán que humillado recuperaba el balón que se paseó entre mis piernas y que se incrustó en mi portería imaginaria.

Esa misma imagen se vivió en miles de hogares del país y en otras partes del mundo.

Colombia - Argentina en eliminatorias al Mundial de Estados Unidos 1994.

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Hoy, casi 32 años después, vuelvo a recordar cómo esa camada elevó el nivel y marcó el camino para las siguientes generaciones. En medio de altibajos, esa generación definió la identidad y siempre serán recordados por su valor y casta.

Por esa generación me enamoré del futbol. Por esa generación quise estar atado de alguna manera con el deporte rey. El periodismo me puso muy cerca de ello y en 2016, previo al juego por el tercer puesto entre Colombia y Estados Unidos, en la Copa América Centenario, tuve la oportunidad de hablar con el orgullo de Buenaventura por alrededor de 30 minutos.

Con toda su humildad y sencillez, me respondió el llamado a pesar de ser yo un desconocido para él al otro lado del auricular.

Conversamos de aquel infame juego del Mundial de USA ‘94, en el que Colombia cayó 2-1 ante los anfitriones y que a la postre le valió la vida al legendario Andrés Escobar. Para Rincón, la supuesta rivalidad entre los colombianos y estadounidenses no existía, al señalar que la situación que ellos vivieron extra-cancha fue el detonante de ese mal resultado.

Hablamos de otros temas actuales y de su deseo de siempre seguir aportándole al futbol… como alguna vez lo hizo sobre la cancha.

Aún conservo su número en mi celular.

La Tragedia

Rincón falleció el miércoles por la noche después de sufrir una grave lesión en su cabeza causado por un accidente de auto en Cali.

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El exjugador del Real Madrid, Napoli y Parma de Italia, los colombianos Santa Fe y América de Cali, además de los brasileños Corintias, Santos y Cruzeiro, era pasajero en el vehículo que fue chocado por un autobús en la mañana del lunes en una intersección de las calles caleñas.

Según reportes de medios colombianos, el autobús no se detuvo ante la luz roja que marcaba el semáforo e impactó directamente del lado que ocupaba Rincón.

La clínica en la que estaba siendo tratado el exjugador, anunció que Rincón no pudo superar las heridas a pesar de haber sido operado del trauma craneoencefálico que presentaba. Dos días después su fallecimiento fue anunciado.

“La Clínica Imbanaco Grupo Quirónsalud previa autorización y en compañía de sus familiares, se permite informar a la opinión pública que, pese a todos los esfuerzos realizados por nuestro equipo médico y asistencial, el paciente Freddy Eusebio Rincón Valencia, ha fallecido el día de hoy 13 de abril de 2022”, dijo el comunicado del ente médico. “Lamentamos profundamente este sensible acontecimiento, a la vez que extendemos nuestras más sentidas condolencias a familiares, amigos, allegados y seguidores. Jamás habrá forma de expresar lo que esto significa realmente para nosotros, invitamos a todo el país a recordarlo con alegría por todo lo que nos brindó en vida con sus logros deportivos”.

Descansa en paz ‘Coloso’.

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