La consulta sobre el juicio político entra en la siguiente fase. ¿Tomará parte Trump?
Trump llama a la investigación de destitución una farsa y no quiere cooperar. Pero una nueva fase le da a su equipo legal la oportunidad de tomar parte y presionar su caso.
El presidente Trump enfrenta esta semana un dilema central en la investigación de juicio político contra él.
Podría optar por que su equipo legal participe en la siguiente fase, una medida que algunos de los partidarios del presidente advierten que otorgaría mayor legitimidad a los procedimientos de juicio político. O la Casa Blanca podría continuar rechazando cualquier participación, lo que podría permitir que elementos clave de una narrativa elaborada por los demócratas sobre la mala conducta oficial del presidente no sean cuestionados.
Un indicio temprano de las inclinaciones de Trump se produjo el domingo por la noche, cuando la Casa Blanca dijo que no participaría en la primera audiencia pública esta semana del Comité Judicial de la Cámara.
Trump fue el primer presidente que asumió el cargo después de cumplir 70 años. Ahora tenemos un montón de septuagenarios compitiendo.
A más largo plazo, cualquier curso que elija el presidente conllevará riesgos para ambas partes en los procedimientos históricos que hasta ahora se han desmoronado casi exclusivamente a lo largo de líneas partidistas.
Investigadores del Congreso han estado examinando si Trump abusó de su poder al tratar de forzar al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, para que anunciara investigaciones destinadas a dañar a Joe Biden, un potencial contrincante en 2020, y socavar la conclusión de la comunidad de inteligencia estadounidense de que Rusia interfirió en las elecciones de 2016.
Ahora, cuando los legisladores regresen de su receso de Acción de Gracias, la investigación se centrará en sopesar los posibles artículos de juicio político contra Trump. Si el proceso pasa a una votación al pleno de la Cámara de Representantes, en última instancia, podría colocarse como el tercer presidente de EE.UU en ser llevado a un proceso de destitución.
En manifestaciones incendiarias, parecidas a un estilo de campaña en todo el país, Trump ha criticado repetidamente los procedimientos de juicio político como una farsa, un engaño y una caza de brujas. Un escenario típico se desarrolló en un mitin la semana pasada en Sunrise, Florida, cuando se deleitó con unos cánticos que caracterizaban a la investigación de la Cámara, y acusó a los “demócratas radicales” de tratar de anular las últimas elecciones.
De vuelta en Washington, el Comité de Inteligencia de la Cámara en las últimas semanas ha escuchado de una docena de testigos, todos los funcionarios actuales o anteriores de la administración Trump, sobre el canal irregular de política exterior establecido por el abogado personal de Trump, Rudolph W. Giuliani, y el ‘atraco’ inexplicable de $400 millones en ayuda para seguridad a Kiev en su guerra con combatientes respaldados por Rusia en el este de Ucrania, el único frente de batalla activo de Europa.
El martes, el panel de Inteligencia, que hasta ahora ha liderado los procedimientos de juicio político, votará sobre un informe formal, que también incluye evidencia reunida por los comités de Asuntos Exteriores y Supervisión.
Luego, se espera que el enfoque se traslade al Comité Judicial de la Cámara, que elaborará y considerará motivos específicos para la destitución, un proceso similar a un fiscal que decida presentar cargos penales.
Se espera que los legisladores en la primera de esas audiencias, probablemente el miércoles, escuchen a expertos legales y constitucionales sobre el proceso de juicio político.
El abogado de la Casa Blanca, Pat Cipollone, descartó el domingo por la noche participar en la primera audiencia, citando el hecho de que los testigos aún no habían sido nombrados, pero no descartó la participación futura.
Los republicanos del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes pasaron el miércoles confundiendo el testimonio convincente de dos testigos y frustrando a los espectadores. Eso fue estructurado.
Eso, según una declaración de la Casa Blanca, dependería de si “el Comité Judicial le otorgará al presidente un proceso justo”. Entre otras cosas, la Casa Blanca quiere garantías de que los republicanos podrán llamar a testigos sin interferencia de los demócratas.
El presidente del panel, el congresista Jerrold Nadler de Nueva York, fijó una fecha límite el viernes por la noche para que la administración dijera si participaría en audiencias más sustantivas previstas para la semana siguiente.
En apariciones en los principales programas informativos del domingo, los simpatizantes del presidente continuaron manteniendo que no se había involucrado en ningún delito, mientras que los demócratas los desafiaron nuevamente para proporcionar evidencia de su inocencia.
La Casa Blanca ha bloqueado el testimonio de ayudantes de alto rango y se negó a entregar los documentos solicitados relacionados con la investigación; los partidarios del Congreso de Trump han dicho poco sobre el fondo de las acusaciones contra él.
Al aparecer en el programa “This Week” de ABC, el congresista Val Demings, un demócrata de Florida que forma parte de los comités de inteligencia y judiciales, instó al presidente a presentar cualquier evidencia exculpatoria.
“Ciertamente esperamos que el presidente y su abogado, aprovechen esa oportunidad”, dijo Demings. “Si no ha hecho nada malo, estamos ansiosos por escuchar su explicación”.
Demings, ex jefe de policía en Orlando, Florida, se burló de la idea, presentada con frecuencia por los defensores de Trump, de que la eventual liberación de la crucial ayuda militar dejó al mandatario limpio sobre las acusaciones de que presionó a Zelensky para comenzar investigaciones que beneficiarían personalmente al presidente a cambio de la ayuda. Un robo bancario fallido o un robo fracasado siguen siendo delitos, dijo.
“El hecho de que el primer mandatario quedó atrapado en el acto no lo exime de ser considerado responsable”, manifestó.
El congresista Tom McClintock, que aparece en el mismo programa, dijo que sería “ventajoso para el presidente” que sus abogados participen en los procedimientos del Comité Judicial de esta semana. Pero el republicano de Elk Grove, California, que forma parte del Comité Judicial, agregó: “También puedo entender cómo está molesto por el proceso ilegítimo que vimos desarrollarse” en las audiencias del Comité de Inteligencia.
En esas sesiones, a la minoría republicana se le permitió formular preguntas y solicitar testigos, aunque no todos fueron aprobados por el presidente demócrata del comité, el congresista Adam Schiff de Burbank. El jefe del caucus demócrata, el congresista Hakeem Jeffries de Nueva York, dijo en “Fox News Sunday” que el conocimiento relevante de los hechos que rodean la conducta de Trump en Ucrania sería el factor determinante para la convocatoria de testigos.
Los republicanos han exigido que se llame a declarar a figuras como el hijo de Biden, Hunter Biden, quien anteriormente formaba parte del directorio de una compañía de energía ucraniana. Los partidarios de Trump, sin ofrecer ninguna evidencia, han acusado al ex vicepresidente de presionar por el despido de un ex fiscal ucraniano para proteger a su hijo.
Pero los socios estadounidenses como la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional también buscaron el despido del fiscal en cuestión, diciendo que impedía los esfuerzos anticorrupción.
El congresista Doug Collins de Georgia, el republicano de mayor rango en el Comité Judicial, señaló que el Partido Republicano continuaría utilizando las demandas de testigos particulares para tratar de atacar la integridad del proceso. Indicó que el propio Schiff debería ser llamado a testificar ante el panel.
Si los demócratas se niegan a llamar a Schiff, Collins dijo en “Fox News Sunday”, entonces “realmente cuestiono su veracidad sobre lo que está poniendo en su informe”.
El ex alcalde de Nueva York Michael R. Bloomberg, uno de los hombres más ricos del mundo, está financiando su propia candidatura presidencial. Otros han financiado sus campañas. Echamos un vistazo.
Los republicanos también continuaron presionando sobre la idea de que Trump estaba siendo vilipendiado por un estilo de comunicación no tradicional en lugar de por cualquier fechoría real.
En la ahora famosa llamada del 25 de julio con Zelensky, en la que un registro publicado por la Casa Blanca hace que el líder de Estados Unidos le pida a su contraparte ucraniana que “nos haga un favor”, dijo McClintock, “Trump simplemente estaba hablando como el impetuoso inversionista de Manhattan que una vez fue, en lugar de utilizar el lenguaje delicado de la diplomacia”.
Dependerá de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, hacer la última llamada sobre cualquier proceso de juicio político. La demócrata de San Francisco ha dicho en repetidas ocasiones que nadie está por encima de la ley, pero también instó a sus colegas legisladores a tener en cuenta la extrema gravedad de la destitución de un presidente.
Si la Cámara, controlada por los demócratas, vota para destituir, los procedimientos se trasladarían al Senado, donde los republicanos tienen mayoría, para determinar si Trump debe ser condenado y destituido como presidente.
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