Anuncio

Amazon no informa cuántos de sus trabajadores contrajeron COVID-19; los empleados llevan la cuenta por sí mismos

Workers at an Amazon fulfillment center in Staten Island, N.Y., protest conditions in the company's warehouse
Los trabajadores de un centro de distribución de Amazon en Staten Island, Nueva York, protestan por las condiciones en el almacén de la compañía, en marzo.
(Bebeto Matthews / Associated Press)
Share

Por lo general, Jana Jumpp trabaja de noche, cargando camiones en una instalación de Amazon del tamaño de 28 campos de fútbol, ubicada en Jeffersonville, Indiana. Ahora, la pasa encerrada en su habitación, aporreando su lenta computadora.

Los correos electrónicos y mensajes de Facebook de los trabajadores de Amazon en los almacenes de todo el país caen uno tras otro.

2 casos en DEW8

Anuncio

Caso covid19 adicional en DML2

2 casos más confirmados @ Ric2. El total ahora es 11, de los que hemos sido notificados.

Ella acumuló 52 mensajes nuevos entre el domingo y el miércoles por la tarde de esta semana. La cantidad puede aumentar hasta 15 en una sola noche.

Una compradora en Whole Foods Market, en Washington, D.C., revisa un paquete de tomates.
(Manuel Balce Ceneta / Associated Press)

Jumpp tiene una colega en Whole Foods, también propiedad de Amazon, Katie Doan, que ha estado recopilando casos desde el 2 de abril. Las dos mujeres nunca han hablado entre sí, pero describen un trabajo casi idéntico y un torrente de mensajes privados, búsquedas de información de infecciones en grupos de Facebook, Reddit, Twitter y medios de comunicación, así como la actualización meticulosa de documentos de Google con esos números.

Jumpp y Doan -quien hasta esta semana trabajaba en una tienda en Tustin, una ciudad del condado de Orange- dicen que hacen esto porque sus compañeros de empleo no se sienten seguros; no pueden medir el riesgo de presentarse a trabajar en un almacén o tienda porque Amazon no les informa cuántas personas se estima que se han infectado allí.

Hasta el miércoles, 343 trabajadores de Whole Foods habían dado positivo, según datos recopilados mediante colaboración masiva (o crowdsourcing) en un documento de Google disponible al público. De esos, 44 casos están en 24 tiendas en California. Al menos cuatro empleados de Whole Foods fallecieron, incluido un gerente de una tienda en Pasadena.

En todo el país, Jumpp ha documentado 1.079 casos de coronavirus entre los empleados de almacén hasta el miércoles, y confirmó nueve muertes.

Los números agregados casi con toda seguridad subestiman la propagación del virus entre los empleados de almacenes de Whole Foods y Amazon.

Sin embargo, Amazon desafía la idea de que debe proporcionar datos más completos. Un portavoz indicó que la compañía rastrea la información a nivel de sitio, pero no da a conocer los números agregados porque pueden contener datos desactualizados y casos que se resolvieron hace semanas o meses, por lo tanto no son informativos para los trabajadores.

La cantidad total de infecciones en los almacenes “no es particularmente útil”, aseveró Dave Clark, vicepresidente sénior de operaciones globales de Amazon, en una entrevista por “60 Minutes”, de CBS, que se emitió a principios de mayo.

El Dr. David Eisenman, director del Centro de Salud Pública y Desastres de la Escuela de Salud Pública Fielding de UCLA, no coincide. Para el experto, ese tipo de datos, recopilados de forma correcta, es crucial para reducir futuras infecciones de los empleados y comprender qué clase de espacios de trabajo y ocupaciones conllevan un riesgo elevado de contraer COVID-19. “Decir que los datos agregados no son útiles es engañoso. Por supuesto que son útiles, los estamos utilizando para reiniciar actividades de nuevo en el país”, afirmó.

Legalmente, Amazon tiene el derecho de abstenerse ante la transparencia que Jumpp y Doan intentan crear. Aunque se aconseja a las empresas de alimentos que informen los casos confirmados de coronavirus al Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles, no están obligadas a hacerlo.

Tampoco es obligatorio que una compañía divulgue las infecciones a los trabajadores a menos que sean identificados como contactos cercanos y sujetos a cuarentena, detalló la Oficina de Control de Enfermedades del Condado de Los Ángeles.

En un comunicado, la vocera de Amazon, Lisa Levandowski, precisó las medidas que la compañía ha tomado para proteger a los trabajadores, como implementar el distanciamiento social, aumentar la pulverización de desinfectantes, controlar la temperatura corporal y distribuir equipos de protección personal.

“Nuestra preocupación central es garantizar la salud y la seguridad de nuestros empleados, y esperamos invertir aproximadamente $4 mil millones entre abril y junio en iniciativas relacionadas con el COVID para entregar productos a nuestros clientes y mantener a los empleados a salvo”, comentó. “Esto incluye un gasto de más de $800 millones en la primera mitad del año en medidas de seguridad para el COVID-19”.

Cuando alguien en una instalación de Amazon o Whole Foods da positivo por COVID-19, sus compañeros de trabajo generalmente reciben alertas en forma de mensajes de texto o correos de voz automatizados. “Continuamos cumpliendo la guía de los CDC e informaremos a cualquier persona que pueda haber tenido contacto cercano. Hemos tomado medidas para mantenerlos a salvo”, se lee en una notificación típica de este tipo.

Jumpp, quien mantiene la lista de casos de Amazon con la ayuda de varios otros empleados, incluye datos en su recuento sólo cuando puede confirmarlos con documentación: capturas de pantalla de los textos internos de la empresa o mensajes de voz descargados.

A diferencia del recuento de Jumpp, la lista de Whole Foods también incluye referencias a eventos posteados en Reddit y Twitter. Un descargo de responsabilidad en la parte superior dice que los casos marcados como procedentes de las redes sociales no están “100% verificados”.

La irregularidad del sistema de notificación complica la tarea. Los trabajadores a veces reciben notificaciones sólo después de un largo retraso o en otras ocasiones nunca les llegan.

En una tienda de Whole Foods en Laguna Niguel, en el condado de Orange, donde al menos cuatro trabajadores dieron positivo, aparentemente las notificaciones se emiten al azar. Una empleada contó que recibió un correo de voz automatizado sobre el primer caso confirmado, pero no las alertas de texto posteriores. La mujer pidió mantener el anonimato por temor a las repercusiones profesionales.

Kai Lattomus, empleado de la misma tienda, recibió las cuatro notificaciones. Pero cuando se lo mencionaba a sus compañeros de trabajo, relató, “más de la mitad de las personas a quienes les preguntaba no tenían idea, y era yo quien les informaba”.

El 2 de abril, The Times confirmó que un tercer trabajador había dado positivo en un centro de distribución de Amazon en el condado de Riverside, pero los empleados no recibieron la notificación de la compañía hasta cinco días después. Los trabajadores presentaron quejas ante los reguladores estatales y del condado, alegando que la demora ponía en riesgo a miles de empleados en las instalaciones.

Los trabajadores de Amazon Warehouse y Whole Foods afirmaron que a medida que aumenta el número de casos en una instalación o tienda, la empresa generalmente se vuelve menos comunicativa.

El 8 de mayo, un empleado de CVG2, un almacén en Hebrón, Kentucky, recibió una notificación de “casos confirmados adicionales” en las instalaciones y lo envió a Jumpp. Aunque los mensajes anteriores habían especificado el número de casos adicionales, este no.

Jumpp actualizó su lista, y modificó el recuento de CVG2 de cuatro a cinco. Pero tres días después, un trabajador de CVG2 la contactó para decirle que su lista para la instalación estaba atrasada.

En un memorando interno del 11 de mayo, el gerente general, Paul Swaim, dijo que la instalación en realidad tenía 12 casos confirmados de COVID-19. Señaló que había recibido comentarios de los empleados de que los sistemas de notificación por mensajes de texto a menudo llegaban con retraso o, a veces, directamente no funcionaban. “Me doy cuenta de que esta confusión puede generar la sensación de que no somos transparentes con el número total de casos en el sitio”, escribió, según una captura de pantalla del memo revisado por The Times. “Puedo proporcionarles esta información en cualquier momento; por favor, sólo pídanla”.

El colapso en las comunicaciones no siempre se puede atribuir a la tecnología.

En Whole Foods de Fairfax Avenue y 3rd Street, en Los Ángeles, dos empleados, que solicitaron el anonimato, sospecharon que algo sucedía en la mañana del 2 de abril. Uno de los supervisores escuchó decir a los compradores de Amazon que si los trabajadores se paraban a menos de seis pies de otra persona, podría ser motivo de despido. Otros se enteraron que a los empleados nocturnos se les había pedido que no fueran al trabajo porque se realizaría una limpieza profunda. Cuando el primer trabajador le preguntó a un supervisor si alguien había dado positivo allí, le dijeron que dejara de difundir rumores.

Ambos empleados se despertaron a la mañana siguiente con mensajes de voz automáticos que les notificaban sobre el primer caso confirmado de coronavirus en su tienda.

Cuando se le preguntó qué tan temprano en el día los gerentes de las tiendas estuvieron enterados sobre el caso confirmado y por qué a los empleados se les había dicho lo contrario, la portavoz de Whole Foods, Rachel Malish, respondió en un correo electrónico que la empresa no podía “entrar en detalles completos por respeto a la privacidad de los miembros del equipo”.

Desde entonces, en la tienda de Fairfax y 3rd Street tres trabajadores adicionales dieron positivo por el virus.

Según Levandowski, la portavoz de Amazon, la compañía examina imágenes de video de empleados que dan positivo y contacta a los trabajadores que se sabe que han estado a menos de seis pies de aquellos infectados durante más de 15 minutos. Un vocero de Whole Foods señaló que revisar el video no es la única forma en que la empresa identifica a quienes pudieron haber tenido contacto cercano con las personas diagnosticadas, pero no especificó los otros métodos utilizados.

Pero muchos empleados sostienen que no es suficiente. Sienten que están tomando decisiones a ciegas porque sus supervisores se rehúsan a revelar información que podría ayudar, como en qué departamentos trabajaron los individuos que dieron positivo y en qué parte de la tienda pasaron tiempo.

“Muchos de los trabajadores con los que hemos hablado creen que no se les brinda suficiente información, y que ello está causando mucho estrés y ansiedad. También es un riesgo para la seguridad, porque no saben qué nivel de vigilancia deben tener y qué precauciones deben tomarse”, comentó Tim Shadix, director legal del grupo de defensa laboral Warehouse Workers Resource Center.

Según Levandowski, la compañía se niega a proporcionar información adicional, como la estación de trabajo o el departamento de un individuo, por razones de privacidad. Agregó que la empresa desconocía que hubiera problemas con las notificaciones por texto sobre nuevos casos para los empleados.

“Whole Foods Market está proporcionando un servicio esencial en nuestras comunidades y, como todas las empresas que operan en esta situación, seguimos equilibrando esa responsabilidad con nuestra responsabilidad como empleador”, añadió un portavoz de Whole Foods en un comunicado. “Cualquier notificación de un diagnóstico en nuestras tiendas se cumple con una acción y comunicación rápida e integral”.

La pregunta sobre qué obligaciones tienen las empresas para notificar a sus trabajadores sobre los casos de coronavirus es “territorio desconocido”, afirmó Laura Stock, directora ejecutiva del Programa de Salud Laboral de UC Berkeley.

La ley de seguridad y salud ocupacional de California exige que los empleadores mantengan un registro de todas las lesiones y enfermedades en el lugar de trabajo. Se supone que ese registro, llamado “Log 300”, estará disponible para los trabajadores que lo soliciten.

Debido a que el coronavirus es un peligro relativamente nuevo en el lugar de trabajo, esa ley no se ha probado con relación a la pandemia, hasta donde sabe Stock.

Pero una orden ejecutiva firmada por el gobernador Gavin Newsom a principios de mes podría respaldar el argumento de que el coronavirus constituye una enfermedad relacionada con el ámbito laboral y que debería registrarse en los Log 300 de las empresas, agregó Stock. El decreto estableció una presunción en las reclamaciones de compensación de que cualquier empleado esencial infectado con COVID-19 contrajo el virus en el trabajo.

Levandowski señaló que no está familiarizada con la regla y que no podía comentar si la compañía documentó casos de coronavirus como parte de su registro.

En los pisos de los almacenes, la creciente demanda de pedidos en línea desde el comienzo de la pandemia presiona a los trabajadores. Un envío de 27.000 pares de zapatos puede ingresar a una instalación en un día cualquiera; cajas de todos colores, algunas estampadas con nombres de marca, se apilan sobre imponentes carros naranjas.

Más personas han vuelto a trabajar desde que Amazon puso fin a la política implementada al comienzo de la pandemia, que permitía a los empleados tomarse una licencia ilimitada sin goce de sueldo y sin ninguna penalización. Los trabajadores de Whole Foods, ansiosos sobre los riesgos de seguridad, verán a fines de mayo la eliminación gradual de un aumento salarial de $2 relacionado con el coronavirus.

Jumpp tuvo tiempo de rastrear casos, ya que ha estado fuera del trabajo desde finales de febrero; solicitó un permiso adicional no remunerado en marzo, tan pronto como la compañía lo ofreció como opción debido al brote. Desde entonces, uno de sus compañeros en la instalación murió. Ella no planea volver a trabajar en Amazon. “No me siento segura”, dijo.

Doan siguió trabajando en Whole Foods hasta el miércoles; afirma que fue despedida después de salir del trabajo sin marcar su tarjeta, mientras experimentaba un ataque de pánico (Whole Foods no estuvo disponible de inmediato para comentar al respecto). La semana anterior, su supervisor la apartó un momento durante una reunión de equipo; hubo otra infección confirmada por coronavirus en su tienda, le comunicó.

Esa noche, ella la agregó al documento de Google, y el número total de casos volvió a aumentar.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

Anuncio