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SpaceX comienza a implementar su servicio de internet Starlink, con la esperanza de que financie los vuelos a Marte

A SpaceX rocket launches satellites in January
SpaceX lanza 60 satélites Starlink desde la Estación de la Fuerza Aérea de Cabo Cañaveral en Florida, en enero.
(SpaceX via EPA-EFE)
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SpaceX, que ha establecido una reputación formidable en el lanzamiento de cohetes, comenzó a desplegar lo que espera sea un brazo aún más poderoso de su negocio: el servicio de internet de banda ancha.

La compañía dirigida por Elon Musk publicó los precios de una prueba beta pública de su servicio de internet de banda ancha, Starlink, que se transmite a los usuarios a través de pequeños satélites. Un distrito escolar de Texas y otras entidades del gobierno local ya lo están usando; ahora el servicio se ofrece a un grupo selecto de consumidores individuales. Eventualmente, los clientes podrían incluir países enteros.

Según la prueba, llamada programa Beta Better than Nothing (o Beta es mejor que nada), el servicio inicial para EE.UU y Canadá comenzaría este año, con una “cobertura casi global del mundo poblado” que llegará en 2021, según la descripción oficial de una aplicación desarrollada por SpaceX, destinada a ayudar a los usuarios a configurar y monitorear su servicio Starlink.

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SpaceX no respondió a una solicitud de comentarios para este artículo.

El costo de suscripción mensual para el programa beta es de $99. Los usuarios también deberán realizar un pago único de $499 en concepto de hardware, que incluirá una terminal de usuario, un trípode de montaje y un router de wi-fi. El precio, informado por primera vez por CNBC, se detalló en correos electrónicos a posibles usuarios del programa beta. En sus primeras etapas, el servicio podría ser lento.

Hasta ahora, SpaceX lanzó más de 800 de los pequeños satélites que alimentarán su red de banda ancha. Un ejecutivo de SpaceX comentó el año pasado que la compañía Hawthorne podría brindar cobertura en EE.UU con solo 720 satélites, y que se necesitarían 1.800 satélites para brindar servicio a la mayor parte del mundo.

La ‘constelación’, tal como la llaman, podría llegar a tener hasta 30.000 satélites en órbita terrestre baja (los astrónomos han expresado su preocupación de que la luz que rebota en estos pueda afectar las imágenes de los telescopios. SpaceX afirmó que colocaría revestimientos experimentales en los satélites para reducir su brillo).

SpaceX considera su servicio de banda ancha Starlink como una importante fuente de ingresos potencial. El año pasado, Musk declaró ante periodistas que los ingresos por brindar servicios de internet podrían totalizar $30 mil millones al año, mientras que los ingresos por el lanzamiento probablemente alcanzarán un máximo de $3 mil millones al año.

“Vemos esto como una forma de que SpaceX genere ingresos que se pueden utilizar para desarrollar cohetes y naves espaciales más avanzados”, comentó Musk en ese momento. “Creemos que este es un trampolín clave en el camino hacia el establecimiento de una ciudad autosuficiente en Marte y una base en la luna”.

Y a su precio de prueba beta, añadieron los analistas, el servicio podría verse con ojos favorables en Estados Unidos, particularmente en áreas donde el acceso a internet es difícil o imposible de conseguir.

Algunos de los primeros usuarios de Starlink incluyen el Distrito Escolar Independiente del Condado de Ector en Texas; la tribu Hoh, en el oeste de Washington, y la División de Manejo de Emergencias de Washington, que tuiteó el mes pasado que el servicio Starlink ayudó a los socorristas cuando comenzaron a reconstruir la ciudad de Malden después de un incendio forestal.

Estas asociaciones muestran que la base de clientes de Starlink no consistirá solo en consumidores que buscan un servicio de internet desde el hogar, remarcó Chad Anderson, socio gerente del fondo de capital de riesgo en etapa inicial Space Capital, inversionista de SpaceX a través de su fondo Space Angels. “Existe un mercado enorme para este tipo de operaciones remotas”, enfatizó.

Por su parte, el costo mensual de $99 es más barato que su servicio de internet residencial en la ciudad de Nueva York, que es de aproximadamente $160 al mes por una conectividad de fibra bastante digna, según describió.

El precio de la versión beta de Starlink de SpaceX está en el rango de otros proveedores de internet. La diferencia es la velocidad más lenta, comentó Jeff Kagan, analista de telecomunicaciones e inalámbricos en Atlanta.

Pero para los clientes que no tienen otras opciones, el servicio Starlink sería “mejor que nada”, destacó.

La importancia de brindar un buen servicio en áreas rurales hizo que Chris McCoy se interesara en registrarse para probar la versión beta de Starlink. McCoy, que vive en San Francisco y es director ejecutivo de la empresa de criptomonedas y blockchain Store, planea probar el servicio en su ciudad natal de Kelso, Washington, donde el acceso a internet es limitado. Starlink le interesa porque cree que el acceso generalizado a la red es una forma de impulsar la economía de un área y brindar a los niños los conocimientos tecnológicos que necesitan para la fuerza laboral. “Para mí, la calidad de la conexión a internet es uno de los grandes ejemplos de tener/no tener de nuestro tiempo”, agregó McCoy. “Creo fervientemente en un futuro en el que las comunidades rurales tengan internet a bajo costo y accesible en todo el país”.

Para un mercado estadounidense, el precio de SpaceX es razonable, pero para el mercado global más carente, es oneroso, señaló Carissa Christensen, directora ejecutiva de la firma de investigación de mercado Bryce Space & Technology.

Es posible que el precio baje, especialmente si llega más competencia. Después de todo, Amazon.com Inc. también anunció planes para crear su propia constelación de banda ancha satelital. “El precio siempre es flexible y es difícil para las empresas saber cómo fijarlo al principio”, remarcó Kagan. “El mercado es siempre el mejor estímulo”.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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