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El qué y porque desde Washington: Kamala, AMLO y el Título 42

La vicepresidenta Kamala Harris aborda el avión vicepresidencial el miércoles
La vicepresidenta Kamala Harris aborda el avión vicepresidencial el miércoles 5 de mayo de 2021 en el Aeropuerto Internacional T.F. Green, en Warwick, Rhode Island. (AP Foto/Andrew Harnik)
(ASSOCIATED PRESS)
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A la vicepresidenta Kamala Harris ya le salió compañía inesperada para su viaje a México y a Guatemala, son ni más ni menos que sus opositores, los republicanos de la Cámara de Representantes. La congresista Yvette Herrell de Nuevo México le envió una carta urgiendo a la vicepresidenta a incluirla a ella y otros legisladores en su viaje a México y a Guatemala el 7 y 8 de junio.

La carta le apremia también a visitar la frontera con México… “Para medir las enormes preocupaciones sobre inmigración que sus residentes tienen…”

Herrell escribió, “Además, creo que es imperativo que sus discusiones con los países (de México y del Triángulo Norte) incluyan a miembros del Congreso, especialmente a los miembros de las comunidades fronterizas de ambos lados. Esta crisis solamente puede resolverse con aportaciones bipartidistas...”

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¿Y el título 42, del encabezado que tiene que ver con esto? La verdad mucho, aunque se trata de dos cosas separadas.

El llamado título 42 fue promulgado en marzo de 2020, por el entonces presidente Donald Trump, como medida de salud pública para negarle la entrada a los migrantes y solicitantes de asilo a Estados Unidos.

La misma patrulla fronteriza reconoce que el Título 42 obliga a los migrantes a buscar rutas más remotas y arriesgadas, lo que pone a los migrantes en una mayor necesidad de rescate o en peligro de muerte, y no solo a ellos, a los patrulleros también. Sus oficiales pasan muchas horas, no solo deteniendo indocumentados, sino además rescatándolos de los peligros mortales del desierto o de los del Río Bravo.

Por eso desde el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para asuntos de Refugiados hasta los Centros de Control de Enfermedades, se oponen al Título 42, citando violaciones del debido proceso y… “Una falta de justificación de salud pública para cerrar la frontera…”

Sabiendo lo anterior y a pesar de sus pronunciamientos por volver más humanitario el trato a los migrantes, el gobierno de Joe Biden mantuvo la exención no dejando entrar a adultos o a familias completas, solo permitiendo la entrada a EE.UU de menores no acompañados.

Otra parte del drama de los migrantes son los riesgos en México. Según Human Rights First (HRF), los migrantes centroamericanos y del mundo entero sufren de ataques violentos y secuestros. HRF, tiene más de 500 casos documentados de solicitantes de asilo que fueron expulsados bajo el Título 42, y acabaron peor en México.

Ahora AMLO y Kamala Harris tendrán que definir si México continuará impidiendo que los migrantes crucen su territorio hacia la frontera con EE.UU. Y si el título 42 seguirá sirviendo para obligar a miles de extranjeros a quedarse en México y no cruzar a Estados Unidos. Tendrán que definir también, cuánto costará esa cooperación mexicana.

El 7 de mayo el presidente Andrés Manuel López Obrador le dijo a la vicepresidenta Harris que su gobierno ayudaría a Estados Unidos con “su problema” migratorio. Y le dijo también que “… no estaba en su naturaleza estorbar”.

Aún así, en México se sorprendieron de que minutos antes de su encuentro virtual con la vicepresidenta el 7 de mayo, el presidente mexicano despotricara contra el intervencionismo estadounidense “ayudando a sus enemigos políticos”. AMLO ha seguido hablando contra Estados Unidos, pero resulta que todo esto ha coincidido con las elecciones de medio término, y en México si usted quiere ganar una elección le conviene atacar a EE.UU y culparlo de causar todas las desgracias. Así, hay que seguir el consejo que se dan los políticos mutuamente… “No hay que tomarlo personal” porque cada político tiene su propia audiencia con intereses distintos a los del resto de la población, y este es un valor entendido en los dos países.

Días antes de la llegada de la vicepresidenta viajó a México Bill Burns, director de la Central de Inteligencia, diciendo que era parte de la avanzada para preparar la visita. Burns llegó a bordo de un avión militar C-17 con una enorme comitiva. Y usted tiene que preguntarse, ¿porque sabiendo que en la capital mexicana hay tantos ojos y especuladores su visita no fue más discreta? A menos que la intención hubiese sido que fuera tan pública.

Pero hasta Marta Bárcena, ex embajadora de México en Washington declaró que ciertamente es inusual que el director de la CIA participe como avanzada de la vicepresidenta.

Cuando la reunión de López Obrador y Harris ocurra el lunes 7 de junio, México estará ocupado debatiendo si el día anterior en elecciones de medio término, MORENA el partido del presidente mantuvo su mayoría en el Congreso, o si al perderla el destino de López Obrador quedará en duda. Como usted ve… la fecha de esta visita no es para nada oportuna.

Finalmente déjeme informarle que para Washington López Obrador ya no es el enigma que fue al principio. Hoy, después de 3 años, ya piensan que lo conocen.

Algunos de los personajes más influyentes en el Congreso en Washington que tratan directamente con asuntos hemisféricos, no se sorprenden de ver como López Obrador dice reconocer que los dos países necesitan resolver juntos sus problemas comunes, y al mismo tiempo toma lecciones de los populistas latinoamericanos y deja de cooperar en contra del narcotráfico.

Conclusión: el presidente de México quiere que Estados Unidos pague por un programa de empleo para centroamericanos plantando árboles en el sureste de su país, le llama “Sembrando Vida”.

La vicepresidenta Harris se ha pasado días y semanas trabajando en otros proyectos de inversión en Centroamérica y por eso ahora necesitará de toda su habilidad política, para no darle a López Obrador lo que quiere y especialmente en la forma que lo quiere.

¿Cómo responderá el presidente mexicano? ¿Qué pasará con la falta de cooperación antinarcóticos con la que está castigando a Washington? La relación entre los dos países se está haciendo más tirante cada vez. De Kamala Harris depende como será el próximo capítulo.

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