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Biden prometió donar más dosis contra el COVID-19 para aumentar la vacunación global

President Biden points as he speaks from a White House desk during a virtual summit.
El presidente Biden habla durante una cumbre virtual sobre el COVID-19 en la Casa Blanca, el miércoles pasado.
(Evan Vucci / Associated Press)
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Estados Unidos duplicará la cantidad de dosis de vacunas contra el COVID-19 que dona a la iniciativa mundial de inoculación, anunció este miércoles el presidente Biden.

El compromiso elevará a más de mil millones el total de dosis que Estados Unidos prometió a otros países con la esperanza de poner fin a la pandemia y evitar que surjan variantes peligrosas. Se estima que todas las donaciones estarán enviadas para esta época, el próximo año.

“Esto es una tragedia global”, comentó Biden durante una cumbre virtual sobre el COVID-19, convocada durante la Asamblea General de las Naciones Unidas. “Y no vamos a resolverlo con medias tintas”.

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La variante Delta, altamente contagiosa, detectada por primera vez en India, subrayó el peligro de una propagación descontrolada, que pueda surgir en comunidades no vacunadas y provocar otro aumento de muertes. “Para vencer la pandemia aquí, tenemos que vencerla en todas partes”, recalcó Biden.

El presidente instó a otras naciones ricas a seguir el ejemplo de Estados Unidos y aumentar sus propias donaciones, calificando el tema de “una crisis que requiere poner manos a la obra”.

Hasta ahora, Estados Unidos envió 160 millones de dosis. Las vacunas se proporcionan “de forma gratuita, sin condiciones”, indicó un alto funcionario de la administración, que no estaba autorizado a hablar públicamente antes del anuncio del miércoles.

Estados Unidos ha estado bajo presión para contribuir con más vacunas a otros países, especialmente mientras los funcionarios de la administración se preparan para que las dosis de refuerzo estén disponibles este año, lo cual significa que algunos estadounidenses probablemente recibirán tres dosis cuando muchas personas en países pobres no han recibido siquiera una.

El secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó el martes que la distribución desigual de las vacunas es “una acusación moral del estado de nuestro mundo”. Más del 70% de las 5.700 millones de dosis aplicadas a nivel mundial se destinaron solo a 10 países, según la Organización Mundial de la Salud.

Para el Dr. William Parker, especialista en ética médica y profesor asistente de medicina pulmonar y cuidados intensivos en la Universidad de Chicago, enviar dosis al extranjero “haría mucho más bien” en términos de salvar vidas.

Un panel que asesora a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) rechazó la semana pasada un plan que hubiera puesto los refuerzos de la vacuna de Pfizer-BioNTech a disposición de la mayoría de los estadounidenses, en parte porque no estaba claro cómo la tercera dosis contribuiría sustancialmente a controlar la pandemia. El grupo respaldó la idea de aplicar la inyección adicional a los mayores de 65 años o a quienes están inmunodeprimidos.

Darle a un adulto sano un refuerzo para “prevenir infecciones leves o asintomáticas a costa de la vida de alguien en un país de bajos ingresos me parece poco ético”, enfatizó Parker.

Los funcionarios defendieron los planes de la administración, diciendo que el país donará tres dosis a otras naciones por cada una administrada a un paciente en Estados Unidos.

En su discurso del martes ante la ONU, su primero como mandatario, Biden describió la pandemia como un desafío colectivo. “Estamos de luto por más de 4.5 millones de personas, gente de todas las naciones, de todos los orígenes”, expresó. “Cada muerte es una angustia individual, pero el dolor compartido es un recordatorio conmovedor de que nuestro futuro colectivo dependerá de la capacidad de reconocer nuestra humanidad común y actuar juntos”.

El Dr. Walter A. Orenstein, director asociado del Centro de Vacunas Emory, consideró que producir suficientes vacunas será un desafío. “La capacidad de fabricación en general ha sido adecuada para las vacunas que usamos habitualmente”, destacó, porque no todas las personas en el mundo han necesitado vacunas contra todas las enfermedades. Pero ahora, todo el mundo necesita esta inmunización y la capacidad de fabricación no puede satisfacer esa demanda, agregó. “No se puede acelerar el proceso de la noche a la mañana y vacunar al planeta entero”, indicó. La industria nunca se vio obligada a producir “ni por lejos la cantidad de dosis que necesitamos en este momento” para combatir el COVID-19, subrayó.

Por su parte, Biden destacó que su administración está trabajando con otros países para aumentar su propia capacidad de fabricación. Añadió que hay planes en marcha para producir mil millones de dosis en India y otros 500 millones en Sudáfrica, el próximo año.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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