Debate sobre uso de máscaras en protestas en EEUU pone a prueba derecho a libertad de expresión
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CHICAGO — Muchos de los manifestantes que inundaron las calles de Los Ángeles para oponerse a la ofensiva migratoria del presidente Donald Trump llevaban máscaras, mascarillas u otros elementos que cubrían el rostro, lo que provocó su desprecio.
“NO SE PERMITIRÁ el uso de máscaras en las protestas”, publicó Trump en Truth Social, su red social, y agregó que quienes las utilizan deberían ser arrestados.
Los manifestantes y sus partidarios argumentan que los comentarios de Trump y los reiterados llamados de los aliados del presidente republicano para prohibir las máscaras en las protestas son un intento de reprimir la disidencia popular. También señalan un doble estándar en ello: en Los Ángeles y otros lugares, los manifestantes han sido confrontados en ocasiones por agentes con el rostro cubierto. Y algunos agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) han utilizado máscaras al realizar redadas de alto perfil en Los Ángeles y otras ciudades.
Todo esto lleva a la pregunta: ¿puede algo que cubre la boca proteger la libertad de expresión? Los manifestantes dicen que la respuesta es un sí rotundo. Varios expertos legales opinan que es sólo cuestión de tiempo antes que el asunto regrese a los tribunales.
“¿Qué tiene que ocultar esta gente y por qué?”
La publicación de Trump que pedía prohibir la utilización de máscaras se produjo después que las redadas de inmigración desencadenaran protestas, que incluyeron algunos informes de vandalismo y violencia contra la policía.
“¿Qué tiene que ocultar esta gente y por qué?”, preguntó en Truth Social, el 8 de junio.
Al día siguiente, Trump arremetió contra las protestas en oposición al ICE y llamó a arrestar a quienes usan cobertura facial.
No es una idea nueva. Expertos legales y defensores de la Primera Enmienda advierten sobre el creciente número de leyes que prohíben el uso de máscaras, las cuales son utilizadas contra manifestantes y afectan el derecho a la protesta y a la privacidad en un contexto de vigilancia cada vez mayor.
La cuestión legal se complicó aún más cuando los legisladores demócratas en California presentaron un proyecto de ley que tiene como objetivo impedir que los agentes federales y los policías locales usen máscaras. Esto se produjo debido a la preocupación de que los agentes del ICE intentaban ocultar sus identidades y evitar tener que rendir cuentas por posibles faltas de conducta.
“Las recientes operaciones federales en California han creado un ambiente de profundo terror”, manifestó el senador estatal Scott Wiener en un comunicado de prensa.
Tricia McLaughlin, subsecretaria del Departamento de Seguridad Nacional, calificó como “despreciable” el proyecto de ley de California.
“Mientras que los agentes del ICE son agredidos por los alborotadores y les lanzan piedras y bombas molotov, un político santuario intenta prohibir que los agentes usen máscaras para protegerse del doxing (la publicación sin consentimiento de su información personal en línea) y de convertirse en blanco de simpatizantes terroristas, conocidos y presuntos”, agregó McLaughlin en un comunicado.
Restricciones estatales al uso de máscaras
Al menos 18 estados y Washington, D.C. tienen leyes que restringen el uso de mascarillas y otros tipos de cobertura facial, dijo Elly Page, asesora legal sénior del International Center for Not-For-Profit Law (Centro Internacional para el Derecho sin Fines de Lucro). Desde octubre de 2023, se han presentado al menos 16 proyectos de ley en ocho estados y en el Congreso para restringir el uso de máscaras en las protestas, informó el centro.
Las leyes no son sólo vestigios de la pandemia de COVID-19. Muchas datan de las décadas de 1940 y 1950, cuando numerosos estados aprobaron leyes antimáscaras y antimascarillas como respuesta al Ku Klux Klan, cuyos miembros ocultaban su identidad mientras aterrorizaban a las víctimas. En medio de las protestas contra la guerra en Gaza y las políticas migratorias de Trump, Page dijo que ha habido intentos de revivir estas leyes, rara vez utilizadas, que tendrían como blanco a los manifestantes.
Page también expresó su preocupación por la aplicación inconsistente de las leyes y su aplicación únicamente contra movimientos que no son del agrado del gobierno federal.
En mayo, los republicanos del Senado de Carolina del Norte aprobaron un plan para derogar una ley de la era de la pandemia que permitía el uso de mascarillas en público por razones de salud, una medida impulsada en parte por las protestas contra la guerra en Gaza, donde algunos manifestantes las utilizaron. El condado suburbano de Nassau, en Nueva York, aprobó en agosto una ley que prohíbe el uso de cobertura facial en público.
Dave Yost, el fiscal general de Ohio, quien es republicano, envió una carta a las universidades públicas del estado el mes pasado donde expresa que los manifestantes podrían ser acusados de un delito grave según la ley estatal antimáscaras. Los administradores de la Universidad de Carolina del Norte advirtieron a los manifestantes que el uso de cualquier tipo de máscaras o mascarillas viola la ley antimáscaras del estado, y a los estudiantes de la Universidad de Florida que fueron arrestados durante una protesta se les acusó de utilizar coberturas faciales en público.
Una cuestión sin resolver sobre la Primera Enmienda
Las personas podrían querer cubrirse el rostro por diversas razones cuando protestan —como proteger su salud, por motivos religiosos, para evitar represalias del gobierno, para prevenir la vigilancia y la divulgación de información personal, o para protegerse del gas lacrimógeno—, dijo Tim Zick, profesor de la Facultad de Derecho William and Mary.
“Proteger la capacidad de los manifestantes de utilizar máscaras es parte de proteger nuestro derecho a protestar pacíficamente, amparado por la Primera Enmienda”, agregó Zick.
Geoffrey Stone, profesor de Derecho de la Universidad de Chicago, refirió que el gobierno federal y los legisladores estatales republicanos aseguran que las leyes no pretenden restringir la libertad de expresión, sino “restringir conductas ilegales que las personas serán más propensas a realizar si pueden usar máscaras, lo que dificultará a las fuerzas del orden investigar si la gente lleva máscaras”.
Por el contrario, añadió, los defensores de la Primera Enmienda se oponen a estas leyes porque disuaden a las personas de protestar si temen represalias.
Stone argumentó que el asunto es una “cuestión no resuelta de la Primera Enmienda” que aún no ha sido abordada por la Corte Suprema de Estados Unidos, pero que el tribunal “ha dejado claro que existe un derecho al anonimato protegido por la Primera Enmienda”.
Pocas de estas leyes han sido impugnadas en los tribunales, agregó Stone. Y las decisiones de tribunales inferiores sobre prohibir el uso de máscaras y mascarillas sanitarias son mixtas, aunque varios tribunales han anulado leyes antimáscaras más amplias por criminalizar la expresión pacífica.
Aaron Terr, director de defensa pública de la Foundation for Individual Rights and Expression (Fundación para los Derechos Individuales y la Expresión), expuso que el derecho a hablar anónimamente tiene “profundas raíces en la fundación de la nación, incluso cuando circulaban panfletos anónimos que criticaban el dominio británico en las colonias”.
Agentes federales con máscaras
“El derecho a hablar anónimamente permite a los estadounidenses expresar opiniones disidentes o impopulares sin exponerse a represalias ni acoso por parte del gobierno”, dijo Terr.
Grupos de defensa de la Primera Enmienda y legisladores demócratas han calificado el uso de cobertura facial por parte de agentes del ICE como un intento de evadir responsabilidad e intimidar a los inmigrantes. Durante una audiencia en el Congreso el 12 de junio, Tim Walz, gobernador demócrata de Minnesota, criticó a los agentes del ICE por usar máscaras durante las redadas y subrayó: “No usen máscaras. Identifiquen quiénes son ustedes”.
Videos virales parecían mostrar a residentes de Martha’s Vineyard, Massachusetts, que confrontaban a agentes federales y les pedían que se identificaran y explicaran por qué llevaban el rostro cubierto. El representante estadounidense Bill Keating, demócrata y congresista de Cape Cod, condenó “la decisión de utilizar vehículos sin identificación, agentes vestidos de civil y máscaras” en una carta del 2 de junio dirigida a funcionarios federales.
Mientras tanto, los funcionarios federales republicanos han sostenido que cubrirse el rostro protege a los agentes del “doxing”.
“Lamento si a la gente le ofende que utilicen máscaras, pero no voy a permitir que mis oficiales y agentes salgan a arriesgar sus vidas y a sus familias porque a las personas no le gusta la aplicación de la ley migratoria”, declaró Todd Lyons, director interino del ICE.
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