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Los negocios de marihuana rebosan de dinero; California quiere llevar ese efectivo a los bancos

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Uno de los mayores problemas que enfrentarán las empresas, los reguladores y las autoridades vinculadas al cannabis en California una vez que las ventas de marihuana recreativa sean legales, el 1 de enero próximo, es qué hacer con todo el efectivo que, se espera, cambie de dueño.

Con la marihuana todavía en la ilegalidad para la ley federal, la mayoría de las empresas relacionadas no pueden abrir cuentas bancarias ni aceptar transacciones de tarjetas de crédito. Las compañías de servicios financieros se niegan a atenderlas; temen ser penalizadas por los reguladores federales por manejar dinero de las ventas de drogas. Eso significa que las transacciones de marihuana generalmente se realizan en efectivo.

No es inusual que los propietarios de negocios de cannabis medicinal paguen sus impuestos estatales y locales con bolsas de lona llenas de dinero. Una vez que comiencen las ventas recreativas, los expertos estiman que la marihuana será un negocio multimillonario, y la industria de California nadará en efectivo.

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El tema es una preocupación seria por varias razones. Las reservas de efectivo hacen que las empresas de marihuana y sus empleados sean blanco de robos y otros delitos. A los reguladores les resulta más difícil realizar un seguimiento de las transacciones en metálico para garantizar que las compañías sigan las leyes y paguen sus impuestos. Y la economía en efectivo dificulta que los funcionarios estatales y las empresas de cannabis demuestren que cumplen con la exigencia del Departamento de Justicia de normas estrictas sobre negocios comerciales con la marihuana, incluidas normas para garantizar que ésta no se envíe a estados donde todavía es ilegal y para bloquear la participación en la industria de emprendimientos criminales.

A los bancos no se les prohibe rotundamente brindar servicios a las empresas de cannabis. Los reguladores federales emitieron una guía sobre cómo las entidades bancarias pueden incluir a las empresas estatales de este sector, y ahora casi 400 bancos y cooperativas de crédito en todo el país lo hacen, según el Departamento del Tesoro. Pero la cifra es menos del 5% de las instituciones registradas en listas federales. Muchos bancos se niegan a tratar con negocios de marihuana debido al riesgo y la complejidad de cumplir con la guía federal, así como a las preocupaciones de que la administración Trump tome una línea más dura con el tema.

Con la esperanza de reducir la amenaza a la seguridad pública y el riesgo de una ofensiva federal, los funcionarios de California están tratando de desarrollar un nuevo sistema bancario para cuestiones del cannabis, que permita a los reguladores realizar un seguimiento de las transacciones y reasegure a las instituciones financieras que no se meterán en problemas por trabajar con negocios de marihuana.

El objetivo de la propuesta de la administración Brown es alentar a una red de bancos más pequeños a abrir cuentas para tiendas de marihuana, cultivadores y otras empresas vinculadas. Esos bancos tendrían acceso a las bases de datos estatales de las empresas de cannabis para asegurarse de que tengan licencia y sigan trabajando en conformidad con las leyes. Las transacciones relacionadas con la marihuana manejadas por estos bancos más pequeños pasarían a través de un “banco corresponsal” más grande, que sería responsable. Habría inspectores estatales especiales en el banco corresponsal para controlar el movimiento de dinero y detectar comportamientos sospechosos.

La idea es darles a los bancos la seguridad de que pueden atender a estos clientes sin entrar en conflicto con las pautas bancarias federales. A medida que más bancos presten servicios a las empresas de cannabis, la mayoría de las transacciones pasarán de dinero en billetes a tarjetas de crédito y transferencias electrónicas de fondos. Eso hará que la industria sea más segura y más fácil de regular, lo cual es bueno para California.

En Los Ángeles, el concejal Bob Blumenfield quiere que los negocios de marihuana no hagan transacciones en efectivo por las mismas razones. Así, propuso que se exija que cualquier empresa que reciba una licencia de cannabis permanente de la ciudad tenga prohibido aceptar pagos en metálico y se le prohíba pagar impuestos de esa misma forma. Blumenfield sostiene que, debido a que los sistemas bancarizados son complicados y cuestan más por adelantado que el efectivo, los minoristas no cambiarán a él voluntariamente.

Blumenfield tiene razón al empujar a la industria hacia un sistema de cannabis casi sin billetes (ninguna otra jurisdicción en el país prohíbe el dinero en efectivo por completo.) Pero primero, Los Ángeles y California necesitan más bancos y compañías de servicios financieros dispuestos a manejar esas transacciones sin metálico.

Idealmente, los funcionarios de la ciudad y del estado no estarían solos para resolver el dilema. Más de 40 estados han legalizado alguna forma de cannabis para uso médico o recreativo; claramente, otras jurisdicciones están luchando con el mismo problema. Los miembros del Congreso han presentado reiteradas veces legislaciones para proteger a los bancos que prestan servicios a negocios legítimos de marihuana, pero los proyectos no lograron ser tratados en la Cámara de Representantes y el Senado.

¿Cuánto tiempo más pueden los líderes federales mantener sus cabezas en la arena? Cada vez más estados legalizan la marihuana para diversos usos, y cuanto antes esas empresas puedan tener acceso a bancos y servicios financieros, mejor y más seguro será para todos.

Traducción: Valeria Agis

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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