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Deslaves afectan las zonas quemadas. Un avión de Southwest patina en la pista y miles de automovilistas varados por la lluvia

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Las fuertes lluvias que azotaron el sur de California en la madrugada del 6 de diciembre, provocaron deslaves de lodo y escombros en Malibu, forzando el cierre de un pintoresco tramo de la autopista de la costa del Pacífico y causando que un avión de Southwest Airlines patinara en la pista del aeropuerto de Burbank.

Las autoridades dijeron que el avión se salió de la pista pero nadie resultó herido en el percance.

El diluvio hizo que el Servicio Meteorológico Nacional emitiera a las 10:45 a.m. un aviso de inundación repentina para algunas áreas de los condados de Los Ángeles y Ventura que fueron recientemente devastadas por los incendios de Woolsey y Hill.

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El servicio meteorológico también emitió un aviso de inundación repentina hasta el jueves 5 por la noche, para el área afectada por el Holy Fire en el Condado de Orange después de que la lluvia se hizo presente en la región.

Las autoridades dijeron que no se habían reportado afectaciones o daños a las casas en Malibú, pero que los deslizamientos de tierra crearon serios problemas en las carreteras locales, incluyendo la Pacific Coast Highway, que está cerrada desde Busch Drive hasta la línea del condado de Ventura. Al menos un vehículo quedó atrapado en la gruesa capa de lodo.

Los deslizamientos de lodo también obligaron a las autoridades a cerrar Encinal Canyon Road entre Pacific Coast Highway y la carretera 101. Otro deslizamiento fue reportado en la cuadra 30400 de Morning View Drive y los escombros que fluyeron hacia la calle también cerraron brevemente Kanan Road, de acuerdo a los oficiales del Departamento del Sheriff del Condado de Malibú y Los Ángeles.

El portavoz de la ciudad de Malibú, Matt Myerhoff, dijo que las cuadrillas estaban trabajando para limpiar el barro, el agua y las rocas de las calles de la ciudad con camiones equipados.

La fuerza de la lluvia que cayó en la zona durante la noche y continuó hasta el jueves por la mañana, sorprendió a los pronosticadores. La tormenta, que comenzó con lluvias dispersas el miércoles, se pronosticó que sería mucho más débil.

“Ayer, la diferencia era que teníamos vientos del este, así que no llovió mucho”, dijo Keily Delerme, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional. “Hoy, esos vientos se han debilitado, y está permitiendo que caiga más lluvia”.

Poco después de las 6 a.m., las áreas de Woolsey y Hill burn vieron alrededor de media pulgada de lluvia por hora. Esas cantidades estaban justo por debajo de los umbrales que podían desencadenar flujos de escombros, dijo Delerme.

Pero la lluvia siguió cayendo con gran intensidad. Cerca de un tercio de pulgada de precipitación cayó sobre las áreas afectadas por los incendios Woolsey y Hill durante 30 minutos, poco antes de las 8 a.m., según el servicio meteorológico, que advirtió que se esperaba que los flujos de escombros “comenzaran pronto”.

El suelo en las áreas quemadas no puede absorber mucha humedad, por lo que las lluvias torrenciales pueden llevar a flujos de rápido movimiento que contienen lodo, escombros e incluso árboles y piedras. Cuando la lluvia cae más despacio, puede ser absorbida o dispersada gradualmente, pero cuando las áreas ven una escorrentía rápida, laderas enteras pueden caer sin previo aviso, a veces con resultados mortales.

El Servicio Meteorológico Nacional dijo que los residentes deben estar alerta ante posibles deslizamientos de rocas y flujos de escombros menores en gran parte de las áreas quemadas.

No se han emitido órdenes de evacuación.

La lluvia también causó derrumbes y docenas de choques en autopistas y calles locales en todo el condado de Los Ángeles. Una carretera en Encino que se inundó con 2 pies de agua detuvo los autos y requirió que los bomberos de Los Ángeles rescataran a los automovilistas varados.

Un Mitsubishi que parecía haberse deslizado por la carretera de Agoura quedó abandonado entre rocas y arbustos. Las bolsas de arena colocadas a lo largo de Cornell Road evitaron que las olas de lodo afectaran las casas y negocios cercanos.

La autopista 5 en la zona de Grapevine fue cerrada cuando la nieve cubrió el área montañosa. Todos los carriles en dirección norte de la autopista 5 están cerrados en Parker Road, en Castaic; mientras que los carriles en dirección sur están cerrados en la base de Grapevine, según la Patrulla de Carreteras de California.

La tormenta, que se espera se prolongue hasta principios del viernes, arrojará hasta una pulgada y media de lluvia en gran parte de la región. Las zonas montañosas probablemente verán un poco más de precipitaciones. También existe la posibilidad de que el sistema pueda traer tormentas aisladas a lo largo de la costa para el jueves por la tarde, dijo Delerme.

Una tormenta que afectó el sur de California a finales de noviembre, la cual provocó evacuaciones y arrojó una cantidad significativa de agua, provocó flujos de lodo cerca del área afectada por el incendio Holy. La lluvia también causó algunos deslizamientos de rocas y cierres de carreteras en Malibú.

Richard Winton y Andy Nguyen contribuyeron a este informe.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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