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El Pentágono facilita las reglas para expandir el papel de los militares en la frontera

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El Pentágono modificará las reglas que impiden que los soldados estadounidenses interactúen con los migrantes en la frontera sur y enviará hasta 300 soldados más para ayudar a las autoridades a procesar a los que cruzan la frontera en busca de asilo.

La medida amplía el papel del Pentágono a lo largo de la frontera, al autorizar a las tropas a estar en contacto directo con los migrantes por primera vez desde que el presidente Trump ordenó que cerca de 5.000 militares en servicio llegaran a la frontera en octubre pasado, días antes de las elecciones de mitad de período.

Las nuevas tropas incluirán abogados militares que pueden ayudar a los agentes de Aduanas y Protección Fronteriza a procesar a los migrantes, conductores que ayudarán a transportar a los detenidos y a cocineros para proporcionarles comida.

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Se esperaba que el secretario interino de Defensa, Patrick Shanahan, autorizara el cambio a solicitud del Departamento de Seguridad Nacional. Unos 4.900 efectivos en servicio y tropas de la Guardia Nacional están actualmente desplegados en la frontera.

Las tropas adicionales trabajarán bajo la supervisión de Aduanas y Protección Fronteriza para evitar violar la Ley Posse Comitatus, que prohíbe a los militares hacer cumplir la ley en la mayoría de las circunstancias en territorio estadounidense, según un funcionario familiarizado con el proyecto.

Sin embargo, los críticos dijeron que el creciente papel del ejército se mueve entre los límites de esa ley.

“Esta orden daría un paso sin precedentes hacia la creación de una fuerza militar doméstica activa”, tuiteó el congresista Ro Khanna (D-Fremont) el pasado viernes. “Insto a actuar al secretario de Defensa, Patrick Shanahan a abandonar este plan desafortunado”.

La operación fronteriza “está en su núcleo interno de aplicación de la ley. Están allí para hacer cumplir la ley de inmigración de Estados Unidos”, dijo David Lapan, un ex funcionario de alto nivel de Seguridad Nacional. “Entonces, ¿qué van a hacer exactamente estas fuerzas militares adicionales y cómo no es una violación de la ley?”.

Los abogados militares, agregó, no tienen experiencia con la ley de inmigración y la mayoría no habla español, a diferencia de los agentes de la Patrulla Fronteriza, a quienes se les requiere que hablen el idioma.

Si bien es relativamente limitado en número y alcance, la medida podría aumentar la participación militar con los migrantes en la frontera.

Hasta ahora, las tropas han ayudado a construir barreras fronterizas, labores de vigilancia, han volado helicópteros y han realizado otras tareas de apoyo. No se les permite detener a los migrantes, incautar drogas o realizar tareas de cumplimiento de la ley.

En noviembre pasado, los funcionarios dijeron que las tropas habían ampliado la autoridad para ayudar a proteger a los agentes de la Patrulla Fronteriza y otro personal de EE.UU, y podrían usar fuerza letal en su defensa si fuera necesario. Se desconoce que tales casos hayan ocurrido.

James N. Mattis, quien renunció como secretario de Defensa en diciembre pasado, temía expandir aún más el papel del ejército. Shanahan, su reemplazo temporal, ha resistido la presión de la administración para involucrar a los militares a que tomen la custodia exclusiva de ellos, dijo el funcionario familiarizado con el plan.

“No vamos a albergarlos, no vamos a mantener la custodia. Eso no es parte de este acuerdo”, agregó el funcionario.

El 9 de abril pasado, Shanahan aprobó una solicitud del Departamento de Salud y Servicios Humanos, encargada de cuidar a los niños y familias migrantes detenidas, para identificar ubicaciones que albergarían hasta 5.000 niños no acompañados. Los sitios aún no se han identificado.

Trump ha pedido un enfoque “más duro” para la inmigración ilegal y se ha visto frustrado por las reglas que impiden la interacción directa de las tropas con los migrantes. A pesar de sus intentos de reprimir, los flujos de migrantes han aumentado considerablemente en los últimos meses.

En marzo, las autoridades de inmigración de EE.UU detuvieron a casi 93.000 migrantes en la frontera, el total mensual más alto en más de una década. La mayoría eran familias y solicitantes de asilo de Centroamérica.

Trump se comprometió a enviar más tropas a la frontera en respuesta a la oleada, y dijo en una recaudación de fondos en Texas: “Nuestro ejército, no lo olvide, no puede actuar como un militar actuaría porque si se pusieran un poco rudos, todo se saldría de control”.

El pasado miércoles, caracterizó mal un encuentro en la frontera entre varias tropas del Ejército y miembros del ejército mexicano. “Ahora estamos enviando SOLDADOS ARMADOS a la frontera”, escribió en Twitter.

El uso de abogados militares para ayudar a procesar las solicitudes de asilo de los migrantes, o los conductores para transportarlos, requiere que Shanahan renuncie a una política de 2006 que prohíbe que el personal militar interactúe directamente con los migrantes.

El Pentágono aprobó previamente una exención para permitir que las tropas brinden atención médica de emergencia a los migrantes, según el Washington Post, que informó por primera vez la decisión de Shanahan.

Mark Morgan, quien dirigió la Patrulla Fronteriza durante los últimos seis meses del gobierno de Obama, dijo que el movimiento del Pentágono ayudará a liberar a los agentes fronterizos que se encuentran sobrecargados.

Hasta el 40% de los agentes de la Patrulla Fronteriza - “altamente capacitados en el manejo de armas”, como él los denominó - han sido retirados de sus tareas normales para ayudar con la logística, la ayuda humanitaria y los “servicios de cuidado de niños en esencia” mientras miles de familias buscan asilo en la frontera.

Las tropas de los EE.UU pueden “llenar los roles necesarios y dejar que la Patrulla Fronteriza esté en la línea del frente, en lugar de las tropas. … Creo que eso tiene sentido”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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