50 Cent se reencuentra con las balas en esta explosiva cinta de acción

Para Curtis Jackson, más conocido como 50 Cent, hacer del malo no es algo raro, ya que se encuentra antecedido por una ruda reputación que tiene que ver con su vida personal y con el estilo ‘gangsta’ que ha mostrado muchas veces su música.

Y eso es justamente lo que ha hecho el rapero al sumarse al filme “Den of Thieves” (que se estrena este viernes) con el fin de ponerse en la piel de Levi Enson, integrante de un grupo de asaltantes de bancos de alto vuelo que se enfrenta a un grupo policial de élite encabezado por el corrupto agente del LAPD Nick “Big Nick” O’Brien (Gerard Butler).

Como era de esperarse, estamos ante una cinta cargada de violencia y de adrenalina que se dirige principalmente a una audiencia masculina. Pero no todo en ella es tan descarnado; de hecho, la escena más graciosa es probablemente la que muestra a Enson mientras emplea un método muy particular para convencer al novio de su hija de portarse bien con ella.

“Ese momento me pareció muy interesante, porque luego de que habían establecido al personaje como un tipo muy duro, decidieron darle un giro que le daba una perspectiva distinta”, le dijo el artista a HOY Los Ángeles durante una reciente entrevista. “Si lo hubieran mostrado únicamente en medio de balaceras, la sensación en el público hubiera sido distinta”.

Por ese lado, nuestro entrevistado pudo identificarse de algún modo con el personaje, porque él mismo es un padre; pero en su caso, los descendientes que tiene hasta el momento son dos varones. “Es un alivio que me hayan salido hasta el momento así”, admitió con una risa. “Con los hijos, llega un punto en el que se rehúsan a escucharte, porque creen que sus amigos lo saben todo; y eso puede todavía más complicado con una mujer”.

Para él, el atractivo mayor en el guión de “Den of Thieves” se encontraba en lo impredecible que era el argumento. “No me pude despegar de las páginas desde que me senté a leerlas, porque es algo que no te deja indiferente”, comentó Jackson. “Tiene mucha acción, sí, pero también giros que no son habituales en esta clase de historias”.

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Jackson, que nació en Queens, Nueva York, ha admitido haber vendido drogas de adolescente, y cuando ya había iniciado su carrera musical, recibió nueve balazos intencionales. Pero asegura que estas experiencias no lo llevaron a pasar malos ratos durante el rodaje de “Den of Thieves”, que lo encuentra frecuentemente en medio de enfrentamientos armados.

“Afortunadamente, no soy una persona que sufre de estrés post traumático ni nada de esas cosas que le dan a la gente que ha estado en la guerra o en una situación difícil, y que producen que uno se ponga muy mal bajo ciertas condiciones”, nos dijo. “En este caso, además, tuvimos muchos ensayos para lograr lo que se ve, o sea que siempre sabía lo que venía”.

Pese a que sigue siendo un tipo famoso, Jackson tiene que lidiar todavía con detractores que cuestionan su relevancia en el mundo actual del hip hop y hasta su participación en películas de cine, basándose sobre todo en los resultados de la primera de ellas, “Get Rich Get Rich or Die Tryin’” (2005), que tenía rasgos autobiográficos y fue muy cuestionada por la crítica.

Sin embargo, él mismo ha estado hasta la fecha en más de 25 proyectos fílmicos, incluyendo títulos de prestigio como la comedia “Spy”, el drama deportivo “Southpaw” y hasta un trabajo titulado “Before I Self Destruct” que él mismo dirigió.

“Hay gente que asegura conocer tu carrera pero que realmente no sabe tanto de ti; hay que tener más cuidado con esas cosas”, previno. “Estoy planeando regresar al área de la dirección pronto, con el capítulo de una serie que aún no puedo revelar”.

Finalmente, Jackson se dio tiempo para responder una pregunta relacionada al actual mandatario Donald Trump, quien según sus propias palabras le ofreció medio millón de dólares durante la campaña presidencial para tratar de atraer el voto afroamericano.

“Lo que está pasando con él es cada vez más loco”, reconoció. “Pero hay que tener algo en cuenta, y es que a Trump le gusta decir las cosas de una manera extremadamente personal, no como si fuera una figura pública. Eso hace que lo que dice no represente necesariamente a los demás, y está muy claro que no va a poder hacer todo lo que quiere hacer, porque las cosas no funcionan así en este país”.