Anuncio

Spike Lee regresa a su mejor forma gracias a la notable y muy vigente cinta ‘BlacKkKlansman’

Share

El director afroamericano Spike Lee no se ha distinguido nunca por su sutileza. Como creador de títulos tan reconocidos como “Do the Right Thing”, “Malcolm X” y “Summer of Sam”, ha dejado en claro que lo suyo tiene una fuerte carga social y política, orientada frecuentemente a la defensa de los derechos de su comunidad.

Esto no le ha quitado méritos a sus obras, que no han sido siempre todo lo buenas que se esperaba, pero cuyas virtudes han sido reconocidas con dos nominaciones al Oscar y múltiples distinciones. Lo único que ha intervenido frecuentemente en la obtención de un producto cinematográfico perfecto por parte suya es un activismo que, por más encomiable que pueda resultar, se muestra de manera demasiado evidente en sus historias; y su nueva cinta, “BlacKkKlansman”, es no solo un ejemplo más de lo señalado, sino que refuerza incluso más dicho aspecto.

Lo interesante es que, en este caso, Lee ha recurrido a un elemento que nunca había sido tan claro en su carrera, y que hace que todo el rollo del mensaje resulte mucho más digerible: el humor constante y abierto. “BlacKkKlansman” se encuentra basada en un caso real y tiene implicancias dramáticas que pueden ser ciertamente aterradoras, pero se trata ante todo de una comedia. Una comedia profundamente militante, eso sí.

La base del argumento son las experiencias reales de Ron Stallworth, un agente de policía que se infiltró en el Ku Klux Klan durante los '70, pese a ser afroamericano. Lo logró fingiendo ser un hombre blanco racista mientras hablaba por teléfono con los representantes del grupo radical, y enviando a otro oficial (Flip Zimmerman) para que se hiciera pasar por él durante los encuentros en persona.

No sabemos si todo lo que se ve en el filme responde a lo que sucedió realmente, pero la simple premisa es ya fascinante; y en menos del inquieto Lee, se presta para un trabajo tremendamente entretenido y cargado de suspenso que, además de ser la película más poderosa y necesaria en lo que va del año, termina siento un alegato incuestionable contra el racismo, la xenofobia y, claro está, el gobierno de Donald Trump, cuyas expresiones se ponen a veces en las bocas de los personajes pertenecientes al KKK y que, por si eso fuera poco, aparece directamente al final mediante un contundente montaje noticioso.

La esencia de lo que se cuenta es absolutamente saludable y definitivamente apropiada para los tiempos que vivimos, aunque aligerar un poco la carga de las referencias descaradas hubiera evitado que se cayera en ciertos aspectos caricaturescos que, sin embargo, son los que refuerzan el humor. Consideramos también que la película -que sigue siendo digna de admiración- pudo ser más corta, porque se podía haber demostrado lo mismo en menos de los 135 minutos que dura el metraje.

En todo caso, hay mucho que disfrutar por aquí, empezando por la actuación estelar de John David Washington, hijo del gran Denzel y exjugador de fútbol americano, y siguiendo con las estupendas intervenciones de Adam Driver como Zimmerman y de Michael Buscemi como Jimmy Creek, otro policía. Tal y como van las cosas en la actualidad, es probable que la Academia le otorgue a esta producción un generoso y merecido espacio en sus nominaciones del 2019... a no ser que el Racista en Jefe que tenemos ahora termine logrando que volemos todos por los aires.

Anuncio