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Esto es lo que encontrarás en Knott’s Scary Farm

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La temporada de Halloween se encuentra en pleno curso, y como los buenos proveedores de información vinculada al entretenimiento que somos, ya les ofrecimos reseñas completas de nuestros recorridos por las Halloween Horror Nights de Universal Studios Hollywood y el Dark Harbor del Queen Mary.

Ahora, siguiendo con tan alturada misión, dedicaremos las siguientes líneas a revisar lo que se brinda en la actual edición de Knott’s Scary Farm, el evento nocturno que se realiza hasta el 2 de noviembre durante fechas selectas en la Knott’s Berry Farm de Buena Park y que, en términos de producción, sigue siendo el más logrado de su clase luego de las Horror Nights.

Lo que viene a continuación es un recuento de las atracciones que visitamos durante la noche de inauguración, dándole preferencia a los laberintos pero incluyendo de algún modo a las demás presentaciones. Nuestros comentarios llegan en orden de preferencia.

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Puppet Up!

OK, esto no es un laberinto, sino un show que dura cerca de media hora y que tiene en realidad poco o nada que ver con el terror, pero que no podemos dejar de recomendar, porque se trata de una función de primer nivel hecha por The Jim Henson Company (fundada por el legendario creador de los Muppets) que, además de sorprender por sus maravillas visuales, es absolutamente hilarante.

Y es que se trata de un prodigioso acto de marionetas que se encuentra no solo muy bien desarrollado, sino que resulta de lo más creativo, porque en lugar de ceñirse a un libreto, sus participantes solicitan permanentemente a los asistentes ideas argumentales con el fin de darle vida a ‘sketches’ en los que no faltan los elementos de utilería y los momentos musicales, dando cuenta de una fabulosa capacidad para la improvisación. La única advertencia que habría que hacer es que se trata de un show para adultos, ya que a pesar de su sofisticación, puede llegar a ser muy vulgar.

The Depths

Los amantes de HP Lovecraft disfrutarán de manera particular de este laberinto, que se encuentra sin duda influenciado por las fabulaciones literarias del célebre autor estadounidense de terror y ciencia-ficción bajo la excusa de una siniestra aventura emplazada en un puerto marítimo.

Tras un tibio intento de emular una sensación semejante a la de la extinta “Tower of Terror” de Disney California Adventure, se nos mete en una mina que nos conduce primero a una amplia y misteriosa zona de ruinas perteneciente a una civilización desconocida, y que nos lleva luego a encontrarnos con siniestros representantes subterráneos del espanto, tanto en cuevas misteriosas como frente a embarcaciones en peligro. La parte visual es impresionante.

Dark Entities

Este año se cumplen cuatro décadas desde el estreno de la inmortal cinta “Alien”, y aunque Knott’s Berry Farm no tiene los derechos de esa franquicia, darle vuelta a la historia original de Dan O’Bannon le permite de todos modos sacarle partido a la contundente premisa en este laberinto que nos mete dentro de una nave espacial atacada por extraterrestres hostiles.

Unas luces rojas de emergencia nos dan la inquietante bienvenida a la nave, manejada ahora por robots y ciertamente bien construida, y al avanzar por sus pasillos se va haciendo cada vez más evidente que la tripulación humana no la está pasando precisamente bien. Aunque la insistencia en el uso de muñecos (que no son ‘animatronics’) no es la mejor idea, las ambientaciones son sumamente convincentes, y la revelación final de los alienígenas (encarnados esta vez por actores) se separa completamente de la citada saga comandada por Ridley Scott.

Pumpkin Eater

Aunque su premisa es bastante débil (cuenta la historia de un monstruo tipo calabaza que aterroriza a un pueblo rural), este debe ser uno de los laberintos más efectivos en términos de ambientación de la presente Scary Farm, y además el que más se acerca a las intenciones generales del parque temático debido a su temática campestre.

Tras ser recibidos por una calabaza parlante, los visitantes visitan una rústica casa que ha sido atacada por el susodicho antes de enfrentarse a insectos gigantes que emiten ruidos sobrecogedores, un espantapájaros malévolo, un intimidante campo lleno de paja y unos cuervos poco amables. Vale la pena.

Shadow Lanes

Este laberinto resulta ciertamente original por su temática, ya que se basa en la mitología japonesa para ofrecernos imágenes y situaciones inusuales en esta clase de atracciones, introduciéndonos en un antiguo templo embrujado.

De ese modo, nos topamos cara a cara con seres sobrenaturales que adoptan la forma de una espectral geisha con abanico, varios samuráis inmortales y uno que otro monstruo, acompañado todo por una efectiva banda sonora y un buen juego de iluminación. Muy inspirado.

Wax Works

Sugestivo pero desenfocado, este laberinto de estreno se apoya en las correrías ficticias de un cirujano plástico renegado que se ha encerrado en un museo de cera abandonado con el fin de llevar a cabo experimentos dedicados a la transformación forzada de seres humanos en figuras espeluznantes.

El inicio del trayecto es muy original, con la fachada del museo en llamas, en aparente alusión al incendio que lo devastó; y lo que se muestra dentro es en teoría lo más ‘gore’ que encontrarás en un evento que, como dijimos, se caracteriza por ser mucho menos agresivo que el Universal. Pero las escenas de tortura con muñecos inmóviles parecen provenir de una feria de pueblo y aparece por ahí de manera inexplicable un hombre-lobo igualmente precario, aunque casi a la salida se nos muestra a una criatura de varias cabezas que causa verdadera impresión.

Paranormal, Inc.

Inspirado de manera indirecta en la fama lograda por la saga cinematográfica de “Paranormal Activity”(es decir, una estrategia común en el mundo del terror), este laberinto ofrece sustos predecibles pero todavía gozosos desde su zona de entrada, donde un actor que interpreta a un reportero televisivo nos sitúa en medio de una supuesta sala de investigación en la que irrumpe súbitamente un espectro aterrador.

Este es el preludio de un trayecto que nos introduce en un hospital abandonado en el que los doctores torturaban a los pacientes, cuyas almas vagan por el recinto y nos reciben con páginas en blanco de libros que empiezan de repente a llenarse con letras de sangre, enfermeras malvadas y hasta una marioneta inmensa con la cabeza de un monstruo que es ciertamente fascinante, pero que no tiene nada que ver con el tema tratado.

Dark Ride

Sin estar libre del uso de elementos de video que nos ponen en cierto momento a la merced de cucarachas y ratas, este laberinto tiene un aire de feria de pueblo que puede tanto desmerecerlo como hacerlo interesante debido a su manufactura de tinte popular y artesanal.

La idea de la atracción es meternos en una especie de circo ambulante, lo que justifica de hecho la precariedad ya descrita, con esqueletos de utilería y toda clase de elementos amontonados de manera caótica pero amenazante, aunque hay momentos logrados, como los que son proporcionados por unas pantallas que muestran escenas de asesinatos y los que se refieren a una vasta zona de control técnico que se ubica en medio del trayecto. Sea como sea, deberías dejarlo para el final.

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