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Los Tigres, Caifanes, Hombres G y otros mantuvieron con vida al Tropicália

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.En realidad, no sabíamos qué esperar de la tercera edición del Tropicália Music & Taco Festival, ya que, a diferencia de las dos primeras, que se llevaron a cabo en las encantadoras instalaciones que rodean al Queen Mary de Long Beach, esta dio signos de inestabilidad al anunciarse primero que iba a tener como sede la Arena de Pico Rivera y al ser trasladada después sin mayores explicaciones a la muy distante Fairflex de Pomona.

Los cambios provocaron descontento en las redes sociales e insinuaron la posibilidad de que el evento no tuviera la convocatoria deseada; sin embargo, la primera de las dos fechas, llevada a cabo el sábado pasado, fue aparentemente un verdadero éxito financiero debido a la enorme multitud presente en el lugar, lo que tuvo probablemente que ver con la popularidad de los artistas invitados (mucho más en el lado del ‘mainstream’ que en las celebraciones previas) y con la diversidad de los géneros mostrados (lo que era de por sí una característica del festival).

Y es que si bien el Tropicália ha sido normalmente una ventana privilegiada para artistas directamente independientes, lo que se vio durante la jornada inaugural apuntó al rubro de las grandes estrellas, empezando por la presentación estelar de Los Tigres del Norte y siguiendo por los actos de agrupaciones como Caifanes, Hombres G, Enanitos Verdes, Fobia y Zoé. Por ese lado, lo más cuestionable podría ser la falta completa de celebridades anglosajonas, tomando en cuenta que la edición del 2018 tuvo a Morrissey y Mac DeMarco.

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Caifanes, Los Tigres Del Norte, Enanitos Verdes, Hombres G, Kali Uchis, Chicano Batman, Natalia Lafourcade, Zoe, Cuco, Boy Pablo, Omar Apollo, Maldita Vecindad, Paquita la del Barrio, Yellow Days, Wallows, The Drums, Fidlar, Bomba Estéreo y otros artistas se unen al cartel ya confirmado del próximo Tropicália Music & Taco Festival.

Sep. 3, 2019

Pese al paso de los años, Los Tigres no han perdido su nivel de convocatoria, y sus miembros lo saben, hasta el punto de tomar decisiones desacertadas como impedir a último minuto que los fotógrafos de prensa accedieran a la zona del ‘pit’ para hacer su trabajo, tal y como sucedió con los demás artistas (la foto de arriba fue cedida por los organizadores). Pero este hecho no afectó su actuación, que fue probablemente la que gozó del mejor sonido en todo el día, sobre todo en lo que respecta al bajo eléctrico.

Los exponentes mayores del género regional mexicano llegaron con sus atuendos coloridos y un arsenal de ‘hits’ que fueron desde el emblemático narcocorrido “El carro rojo” hasta el reclamo pro inmigrante “Somos más americanos”, pasando por “La jaula de oro” y “La puerta negra”. Como ha venido ocurriendo ya, las voces no fueron necesariamente brillantes (tres de los integrantes se encargan de cantar), pero la interpretación instrumental resultó impecable.

Los Tigres tocaron por más de 2 horas, lo que nos llevó a tomarnos un descanso en medio de su faena para visitar el escenario más pequeño (pero no demasiado alejado) donde se presentaba Panteón Rococó, un grupo que combina con entusiasmo el ska y el rock y que generó un ambiente completamente distinto al arriba descrito, protagonizado por un generoso público que se encontraba mayormente inmerso en el ‘slam’.

El baile no cesó pese a que la zona se había convertido en un terral (¿no hubiera sido mejor que hubiera césped por ahí?) mientras se escuchaban las notas del nuevo tema “El último ska”; y vimos incluso con sorpresa a un tipo en silla de ruedas que era elevado por los aires en medio de la polvareda. Pero el entusiasmo creció todavía más con “La dosis perfecta”, piedra angular del sonido de este combo capitalino inspirado en las luchas zapatistas.

Más temprano, el mismo escenario había sido testigo de una presentación de la veterana intérprete Paquita la del Barrio de la que solo pudimos ver unos cuantos minutos (correspondientes al tema “Gracias”, que la encontró acompañada de un mariachi), lo que resulta natural en eventos de esta clase, llenos de propuestas simultáneas e interesantes en tarimas distintas.

Volviendo al tabladillo principal, Los Tigres fueron antecedidos por Caifanes, una de las bandas más celebradas del rock en español, así como una presencia frecuente en estas tierras californianas. Caifanes se reunió en el 2010 tras una separación de 15 años y sigue atrayendo sin problemas a sus fans, pese a que no ha lanzado un disco nuevo desde el 1994 y a que, hace cinco años, se vio privado de su guitarrista principal, el excepcional Alejandro Marcovich.

La ausencia de Marcovich es tan notoria como lamentable, pero Rodrigo Baills, el reemplazante no oficial, ha ido mejorando con el paso del tiempo, y el grupo entero, que sigue estando encabezado por el vocalista y guitarrista Saúl Hernández, toca de manera estupenda, además de contar con ‘hits’ suficientes como para deleitar a cualquiera que haya crecido escuchando canciones como “Viento”, “Los dioses ocultos”, ““No dejes que” y “La negra Tomasa” (que, por supuesto, no dejaron de escucharse).

En medio del furor, se pasaron incluso por alto las ya habituales deficiencias vocales de Hernández, quien está de todos modos cantando de manera bastante decente, sobre todo cuando se considera que su garganta fue sometida a incontables cirugías por diversos problemas del pasado.

Antes de los mexicanos de Caifanes, el mismo estrado le dio pie a una colaboración supuestamente temporal entre Hombres G (de España) y Enanitos Verdes (de Argentina) que se ha extendido quizás más de lo necesario y que ha recorrido varias veces los Estados Unidos, pero que sigue siendo bienvenida debido a la cantidad de éxitos combinados a los que recurre.

La propuesta en este caso es que los integrantes de las dos bandas de pop rock toquen a la vez y que algunas de las canciones pertenecientes al otro grupo sean cantadas por el vocalista que no le corresponde, aunque lo cierto es que, al igual que en otras ocasiones, la balanza volvió a inclinarse hacia Hombres G y a temas como “Voy a pasármelo bien”, “Las chicas cocodrilo” y “Sufre mamón”, aunque no faltaron tampoco composiciones de los gauchos como “Guitarras blancas”, “Amores lejanos” y “Lamento boliviano”.

Los rayos del sol recibieron todavía a Fobia, una banda de sensibilidad semejante pero de fama menor a Caifanes que ha sufrido también separaciones y reuniones y que, gracias a los talentos indiscutibles de sus integrantes -el baterista Jay de la Cueva es excelente-, ofreció un set compacto y atractivo en el que figuraron temas como “2 corazones” (funky y divertido), “Miedo” (lleno de arranques propios del ‘progre’) y “Veneno vil” (que transitó plácidamente entre el surf y el reggae).

Como ya lo señalamos, este primer día contó también con la presencia de Zoé en el escenario principal, así como de Los Pasteles Verdes, Inspector y El Gran Silencio, entre otros; y debido a lo previamente señalado, no pudimos visitar la tercera tarima -dedicada a artistas locales como Raskahuele, Red Store Bums y Raskahuele-, que nunca apareció en nuestro recorrido.

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